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Ya hemos podido ver el séptimo capítulo de la 4ª temporada de 'Homeland', y tal y como se esperaba hemos asistido a un nuevo replanteamiento de las posiciones de cada uno de los protagonistas después del impactante final del 4x06.
La historia que en realidad nos cuenta la nueva 'Homeland'
Hay que reconocer que los dos últimos capítulos de la serie de Showtime han sido dos de los mejores ejemplos de cómo una serie puede reformularse a partir de una historia que nada o casi nada tiene que ver ya con su inicio argumental, aunque es cierto que se sigue manteniendo el escenario base de una guerra geopolítica entre dos bloques que podrían plantearse como la versión occidental del mundo representada por los EE.UU -mezclando intervencionismo militar y expansión del sistema capitalista-, y otra que podría definirse simplemente como la de los países contrarios a ese pensamiento, que englobarían toda la zona de Asia que ocupan Pakistán, Afganistán, Irán, Irak, etc.De hecho hay una frase demoledora que pronuncia Haissam Haqqani cuando dice que "América desprecia aquello que no puede entender"; esa sentencia es la mejor definición de la nueva 'Homeland' que comenzó tras la muerte de Brody. Actualmente la trama se centra en una cruzada que de alguna manera recrea la realidad de lo que está sucediendo hoy en día -alejada de conjeturas sobre si un soldado americano que aparece 8 años después de darlo por muerto en la Guerra de Irak puede ocultar alguna oscura intención-, y que tiene su origen (aunque el conflicto de intereses en la zona sea muy anterior), con los ataques sobre las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York el 11-S, un tema que ha vuelto a aparecer en el capítulo y que comentaremos posteriormente. Aunque en 'Homeland' los americanos sean los "buenos", hay que reconocer que la serie muestra un contrapunto con ese pensamiento cuando deja expresarse a los "malos", y de esta manera permite al espectador poder entender mucho mejor la dicotomía existente en ese punto en concreto.
El atrevimiento narrativo y de guión de 'Homeland' es notable, y aunque la visión de los buenos y los malos sea la clásica -la que históricamente nos ha enseñado el cine y la televisión-, hay que insistir en que se preocupa por mostrar la visión del otro bando (normalmente olvidado), y sobre todo se hace eco a la hora de enseñar de una manera directa y simple todo lo que puede llegar a cocerse en una zona tan convulsa como puede ser actualmente la zona de Oriente Medio.
El "salvador" Lockhart
El director de la CIA llega a Islamabad ante la situación de emergencia tras el secuestro de Saul Berenson (de hecho el presidente de los EE.UU le autoriza a negociar a cualquier nivel para conseguir la liberación del personaje interpretado por Mandy Patinkin). Se puede ver a un Lockhart mucho más activo e incisivo, especialmente en la reunión que mantienen en la embajada americana de Islamabad con los representantes del gobierno paquistaní y los miembros del ISI. La reunión, que un primer momento se desarrolla dentro de un ambiente de relativa cordialidad, toma otra dirección cuando Lockhart se destapa y pide que se hable con sinceridad. Expone abiertamente que el gobierno de Paquistán mantiene relaciones y contacto con grupos talibanes (Haqqani), de la misma manera que hacían con Osama Bin Laden; les acusa de mantener un doble juego a lo largo de las últimas décadas y les exige que les devuelvan a Saul Berenson o el paquete de ayuda económica (dos mil millones de dólares) que reciben por parte del gobierno americano será eliminado.
Sin duda el personaje de Lockhart, que por norma general era presentado bajo el prisma de alguien en cierta manera anodino, sube unos cuantos escalones en cuanto a carisma, y se adueña de esa interesante secuencia en la que están presentes viejos conocidos como Tasneem, el general Latif y Aasar Khan.
Las alucinaciones de Carrie
Uno de los puntos más relevantes, y que siempre ha flotado en el ambiente en mayor o menor medida, es el estado psicológico de Carrie. El resurgir que nos indica el título del 4x07, "Redux", bien podría hacer referencia a que la Carrie más inestable ha regresado, aunque en esta ocasión no ha sido por su culpa directa. Para intentar tenerla en fuera de juego respecto a la trama, los agentes del ISI comandados por Tasneem idean un plan y para llevarlo a cabo vuelven a recurrir a Dennis, el taciturno marido de la embajadora que por orden de la chica del ISI substituye al inicio del capítulo las pastillas de uno de los botes que Mathison tiene en su apartamento -que toma para controlar su enfermedad-, por otras que básicamente la desestabilizan mentalmente, y que sobre todo le provocan alucinaciones. A lo largo del capítulo esa situación va degenerando hasta llegar a un desconcertante final, en el que presa de una angustia extrema llega a pensar que Brody todavía sigue con vida.
La relación entre Saul y Haqqani
Se trata sin duda de la parte más interesante del capítulo. En ella podemos ver como dos personajes antagónicos se relacionan dentro del cautiverio al que Haqqani somete a Berenson. Esta secuencia está dividida en cuatro partes.
En la primera, en el trayecto hacia su pueblo / base de operaciones -después del asesinato de Aayan y de la huida delante del dron de la CIA-, los dos hombres entablan una conversación sobre la libertad de la que ahora mismo disfruta Haqqani, y que paradójicamente ha recuperado tras secuestrar y privarle de ella a Berenson. El líder talibán le relata como si se tratara de un cuento como es su vida, lo que cuesta luchar por su causa, los sacrificios que conlleva (lleva casi tres años sin ver a su esposa y a sus hijos), etc.
En la segunda, cuando llegan a su destino, Saul comprueba que Haqqani es recibido por su gente al grito de "Kuhdai Gehsai Raghi" (traducido como "Flecha de Dios"), un apodo que le dieron cuando luchaba como muyahidín en tiempos pasados. En definitiva: es tratado casi como una divinidad. La comprensión hacia su figura se amplía cuando aparecen en la escena sus hijos y esposa, un momento que Saul observa como de total normalidad, humanizando al terrorista talibán y entendiendo que a pesar de lo que representan son personas con emociones, y en este caso la demuestran a través de sus seres queridos.
El tercer momento se produce en la comida, y es el más enriquecedor. Saul le plantea que si no está cansado de la guerra, y Haqqani le responde simplemente que les podrían haber dejado tranquilos y haberse ido de sus tierras. En ese momento comienza un debate acerca del 11-S, de Al-Qaeda, de Osama Bin Laden... y Haqqani le recuerda que ellos no tuvieron nada que ver con los atentados del año 2001, y pone un ejemplo muy clarificador: aunque se sabe que los responsables directos del atentado fueran saudís, los EE.UU nunca han invadido ese país...
Llama la atención el tono entre los dos personajes. Se habla de la realidad, de una realidad que está sucediendo ahora mismo con enorme naturalidad. Desde un lado se critica la supremacía americana y desde el otro la visión retrógrada de la sociedad musulmana. Vuelve la lucha Oriente Medio ("Guerra Santa") versus EE.UU (ideal de "Libertad"), en una conversación fáctica, que tiene mucho más de real que de ficción.
La parte final se produce casi en la frontera entre Paquistán y Afganistán. Allí Haqqani deja a Saul encerrado esperando que la negociación entre sus intermediarios del ISI y la CIA surja efecto y consiga su propósito: la liberación de un grupo de presos talibanes a cambio de la vida de Berenson.
Dennis y Martha: los Boyd
La embajadora y su marido vuelven a tener apariciones esporádicas, pero por primera vez desde su presentación forman una alianza conjunta. Los papeles parecen intercambiarse, y Dennis, que al comienzo no se encontraba cómodo con su situación personal en Islamabad cambia de opinión, y anima a Martha -que pretende renunciar a su cargo tras la intromisión de Lockhart en la reunión que comentábamos al inicio de la recap-, a que luche por su puesto y por su prestigio después de todo el trabajo que lleva realizando en la embajada americana, y que no se deje amedrentar por la situación. Turbios personajes los Boyd que habrá que seguir con atención.
Comentario final de "Redux"
Para finalizar el capítulo se plantea una nueva relación de intereses, en esta ocasión entre Carrie y el personaje de Aasar Khan, el miembro del ISI que ha ordenado traer / secuestrar a Mathison a su casa para aclarar ciertas diferencias entre lo que piensa ella y la versión oficial del gobierno paquistaní de lo sucedido en el aeropuerto Benazir Buttho en el momento del secuestro de Saul. De nuevo se muestra el latente problema de la confianza - desconfianza entre dos personajes contrapuestos, en este caso a través de Aasar, al que ya conocíamos de su almuerzo con Berenson en el 4x04 titulado "Iron in the Fire", y que también había aparecido brevemente en los últimos capítulos. ¿Es un ignorante dentro del ISI y de verdad pretende aclarar que sucedió con Berenson, o Carrie está siendo manipulada otra vez más? El próximo domingo más 'Homeland' con el 4x08 ("Halfway to a donut").