La entrada a la casa de 'Gran Hermano 15' de Lidia, la hija de Elsa Anka, no ha dejado indiferente a ninguno de los concursantes de la casa. Y es que el reto del Supermaligno ha llenado de rumores y desconfianzas la casa de Guadalix de la Sierra.
Desde que el jueves acabó la gala, el tema estrella de los concursantes ha sido intentar averiguar la relación de Lidia con alguno de ellos. Las teorías de la conspiración más arraigadas se centran en que pueda ser la novia de Luis o la hermana de Lucía. Mientras todos juran y perjuran que no la conocen, se miran por encima del hombro ya que no confían en sus compañeros.
Lidia, el centro de la polémica
Este juego está provocando disputas que ya parecían olvidadas. La polémica entre Omar, Paula y el torero han reanimado su disputa con motivo de la entrada de Lidia. El de Carabanchel estalló debido a que Luis le había dicho que tenía novia pero que llevaba 3 meses sin hablar con ella, mientras que éste afirmaba que rompió con su pareja hace medio año. En el cruce de acusaciones, llegaron al terreno personal y Omar le dijo que se fuera a afeitar la cabeza. En ese mismo instante, la hawaiana entró en la discusión y le dijo que lo hiciera él, que era calvo. "Pues cuando me la comías en la ducha no te importaba", fue la respuesta del madrileño.
Además del conflicto con Omar, Luis tampoco está pasando por su mejor racha con Paula debido a que ella cree, como la mitad de la casa, que Lidia tiene algo que ver con el matador. Pese a que él le ha jurado y perjurado que no la conoce de nada, Miss "muero de amor" 2014 está con la mosca detrás de la oreja. Esto desquicia a Luis, ya que siempre ha confiado plenamente en ella.
Las pullas de Lidia, muy mal recibidas entre los concursantes
Por su parte, Azahara no está pasando sus mejores días y las bromas hacia su edad que le hicieron los concursantes no hicieron que su actitud mejorase. Pese a que Juanma ha intentado consolarla, la malagueña se muestra reacia a sonreír.
Uno de los aspectos que no han gustado nada en la casa son las pullas que Lidia ha lanzado a todos los concursantes indiscriminadamente. El enfado lo lideran Aza y las primas, muy molestas con que a cada rato la "infiltrada" haga comentarios que, según ellos, no vienen al caso. Pero Lidia también está teniendo problemas de adaptación y se ha sentido sola puesto que todos los concursantes desconfían de ella.
Una prueba semanal "muy salada"
Lo único que está distrayendo a los concursantes de este caos es la prueba semanal. En esta ocasión, los habitantes de la casa tienen que mostrar su versión más avispada en el juego de las películas. El reto es completar los retratos de todos los concursantes usando 1000 palomitas en cada uno.
Para obtener palomitas, deben acertar las películas que ellos mismos tienen que interpretar. Si aciertan, consiguen un vaso de 100 palomitas. En caso de que fallen, el grupo al completo debe realizar un baile disfrazados de palomitas. La prueba se realiza por parejas y cada día se pueden hacer cuatro cuadros como máximo. Hay un sobre que sólo se abrirá una vez hayan concluido con la prueba y en ella están los requisitos para pasar el reto semanal. Lidia puede participar o no pero el resto de concursantes se tienen que implicar, de forma obligatoria.
Lo más leído
El reto está dando imágenes muy surrealistas. Hugo ha demostrado una capacidad para el baile digna de Billy Elliot y Luis no está muy contento con el "ridículo" que están haciendo. En cuanto a adivinar películas, los concursantes están adivinando la mayoría y ya han fantaseado como quieren que rellenen sus cuadros. Omar, como siempre, quiso que cubrieran su rostro y que sólo se viera su gorra.