Serie relacionada
Popularidad: #2.902 de 3.495
Desde el estreno de la temporada estábamos esperando a que 'Gracepoint' llegase al séptimo episodio, ese en el que supuestamente la serie tomaba su propio rumbo y se alejaba de 'Broadchurch', y finalmente la semana pasada pudimos comprobar que no sólo era cierto sino que además parecía empezaban a compensar la espera de los pocos que hemos tenido la paciencia de seguir con ella. Y digo parecía porque esta semana 'Gracepoint' ha vuelto a su cauce original por enésima vez.
Tom, de vuelta a casa
Tras la desaparición de Tom y su posterior búsqueda, todo parecía indicar que gracias a las pesquisas del pequeño esta semana estaríamos un poquito más cerca de conocer la identidad del asesino de Danny, pero al final todo ha resultado ser mucho más simple de lo que la mayoría nos imaginábamos. Según Tom, sólo quería enfrentarse a Lars Pierson, el supuesto asesino, provocar su confesión apelando a su sensibilidad enseñándole el libro de crucigramas y, en último término, recuperar a su madre que últimamente se encuentra absorbida por su trabajo. Una historia un tanto "naif" viniendo de un muchacho tan inteligente ¿no os parece?Puede que en esta ocasión a los espectadores nos haya jugando una mala pasada el hecho de contar con más información que los personajes porque nosotros sabíamos desde el principio que Tom había ido en busca de Pierson y de dónde había sacado la información pero me cuesta creer que toda esta historia acabe siendo un punto muerto, y menos tras verle tan preocupado por la información de su ordenador (recordemos que su primera reacción al conocer la muerte de su ex-amigo fue borrar archivos y mensajes).
No descarto que no tenga que ver directamente con la muerte de Danny y se trate de un tema relacionado entre ellos dos (¿amor no correspondido? ¿abusos?) pero a la fuerza tiene que ser algo traumático y/o vergonzoso. ¿Qué papel juega aquí la misteriosa "picada de araña" de Danny? ¿Y cómo es que Paul siempre aparece en el momento más apropiado? Cuanto menos es sospechoso.
Fe contra sospecha
Siguiendo con Paul, a pesar de las sombras que muchos de los personajes vislumbran sobre él, cada vez se le ve más fuerte y más seguro en el pulso que mantiene con Carver. El sacerdote tiene de su lado el favor del pueblo, que ha cogido como cabeza de turco a Carver porque simboliza la sospecha permanente. Evidentemente la posición de Paul es mucho más sencilla, no tiene que rendir cuentas a nadie (salvo a su Dios, claro) y se apoya en la fe para pontificar y apuntar con el dedo a los supuestos culpables con el único fin de atraer los focos a su persona (¿o será para desviar la atención?). Y todo esto a costa del pobre Carver, cada vez más consumido por la culpa y la responsabilidad.
De vuelta a la normalidad
En el pasado episodio vimos como los Solano se empezaban a plantear volver a la normalidad, pero la desaparición de Tom hizo que aparcasen momentáneamente la cuestión. La familia, especialmente Mark, se volcó en la búsqueda del pequeño y, como es natural, la situación les removió muchas cosas y les hizo revivir las horas de angustia anteriores a la aparición del cuerpo de Danny. Por eso vimos a Beth acercándose a Ellie y por eso después Beth dio un paso atrás en su proceso de duelo.
Ella no tuvo la suerte de recuperar a su hijo, por lo que ahora Ellie no le sirve como apoyo, pero menos aún lo es ver a la madre de la niña asesinada de Rosemont, el otro caso no resuelto de Carver, completamente destrozada por el dolor, mostrándole como un reflejo de lo que podría ser su propio futuro. Es evidente que el dolor seguirá ahí toda su vida haga lo que haga, pero como bien dice su hija Chloe, de vez en cuando está bien tomarse un descanso y relajarse sin sentirse culpable. Al menos los Solano tienen por quién luchar y seguir adelante es la única solución posible.
Nuevo giro en la investigación
Por último, Ellie y Carver continúan enfrascados en la investigación, ahora cada vez mejor coordinados, pero desgraciadamente puede que su relación corra peligro después de que ésta haya descubierto el precario estado de salud de su compañero. Además de sentirse traicionada, es probable que Ellie sienta que han perdido una oportunidad de oro al no poder acorralar a la persona que hurgaba en la escena del crimen, por no decir que no sabía que no podía contar con Carver como apoyo en caso de haber necesitado ayuda.
En cuanto a la investigación, gracias a Susan y su monopatín, las pistas parecen dirigirse a Vincent, pero hasta que no aparezca su perro (es decir, la semana que viene), no soltará prenda. Con tan sólo dos episodios por delante tenemos dos opciones: o es otra pista falsa (muy probable) o la persecución va a centrar el final de la serie (muy improbable), pero lo cierto es que quedan muy poquitos personajes que conozcamos que puedan convertirse en sospechosos (y menos si descartamos al asesino de 'Broadchurch'). ¿Alguien tiene alguna otra idea?