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Tras la resaca de la conmoción que supuso para los concursantes de 'Gran Hermano 15' ver, tocar y hablar con sus familiares en la gala del pasado jueves, estos celebraron la noche del viernes 28 de noviembre una fiesta manchega.
Con productos típicos de Castilla y la Mancha, en honor a Alejandra y Yolanda -las primas de Albacete-, los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra se lo pasaron en grande entre copas, golosinas y juegos infantiles.Azahara besa a Juanma mientras juegan a la botella
Yolanda y Azahara, hechas un lío
Los concursantes van digiriendo poco a poco el shock que les supuso volver a encontrarse con sus familiares y amigos después de dos meses de reclusión voluntaria en la casa de Guadalix de la Sierra. Mientras algunos de ellos se ven claramente afectados por la información que los "suyos" les trasmitieron del exterior, otros prefieren mantener la misma actitud que han llevado durante todo el concurso.
Pese que su madre trasmitiera a Yoli que su actitud con Jonathan no estaba siendo la correcta y que debería marcar distancias con el primo valenciano y abandonar su actitud sumisa, la rubia sigue con la cabeza hecha un lío. Azahara, por su parte, ha podido ser vista en la casa bastante afectada. El motivo más evidente de su tristeza es que su novio decidió no visitarla y transmitirle sus ánimos, por lo que sospecha que las cosas no deben estar yendo muy bien con él.
Tras la cena con productos típicos manchegos, los concursantes disfrutaron de una divertida fiesta en la que la organización del programa les propuso divertirse jugando a populares juegos infantiles y comiendo golosinas. Entre las conversaciones dadas después de la cena, destaca la producida entre Luis y Juanma. Ambos concursantes se mostraron dispuestos de concursar en 'Supervivientes' tras su aventura en 'Gran Hermano'. El torero, de hecho, fue un paso más allá y se postulaba a él mismo con un gran "asesor del amor" en 'Mujeres y hombres y viceversa', el programa que presenta Emma García.
Los concursantes desatan sus pasiones encubiertas mientras juegan a la botella
Tras las conversaciones iniciales y la agradable cena, los concursantes se metieron de lleno en la fiesta que la organización del programa les propuso. Entre copas y chupitos, los habitantes de la casa de 'Gran Hermano' se dispusieron en el suelo para disfrutar del popular juego de la botella.
Luis, que al principio se sentía un poco cortado por besar a sus compañeros, en seguida se vino arriba y propuso unas sencillas normas para jugar a la botella al resto de habitantes de la casa: "Primero con piquitos y luego ya vamos pasando lengua". Mientras que Paula insiste en jugar a pasarse cubitos de hielo con los labios, el torero sigue planteando inquietudes: "¿Pero los chicos con los chicos también, no?".
Tras establecer las normas básicas del juego, los concursantes comenzaron a girar la botella y a besarse los unos con los otros. Yolanda abrió la veda dándole un pequeño beso a Hugo. La rubia de Albacete aprovechó el juego para poco después para besar a Jonathan. Azahara y Juanma fueron los encargados de seguir juntando los labios pese a la reticencia de ambos en un principio. Por su parte, Paula admitió que se quedaba con las ganas de besar a Luis.
Yolanda derrumbada tras espiar a Jonathan en el confesionario
Yolanda derrumbada tras espiar a Jonathan en el confesionario
Tras la fiesta y más de una bronca sin importancia entre Azahara y Alejandra por la negativa de la manchega de dejar a la andaluza coger chucherías, Jonathan se dirigió hacia el confesionario para dejar claros sus sentimientos a la audiencia.
Yolanda aprovechó el momento para saber lo que pasaba por la cabeza del valenciano y decidió espiarlo detrás de la puerta del lugar en el que los concursantes emiten sus nominaciones. Mientras Jonathan habla entre el "cacao" que tiene en su mente entre su "chica especial" de fuera de la casa y Yoli, la de Albacete se derrumba y llora desconsolada.
A altas horas de la madrugada, acabada la fiesta y mientras todos duermen, Yoli sigue deambulando por la casae deambula por la casa afectada por lo que acaba de oír. Llorando y expresando sus sentimientos en voz alta, la rubia no duda en gritar: "Oh Dios mío de mi vida, ¡¿qué estoy haciendo?! ¡Me estoy volviendo loca!". La prima de Alejandra da vueltas por toda la vivienda y se para en varias ocasiones en el dormitorio para ver a Jonathan dormir, entre sollozos. Poco después, la manchega abandona sus pensamientos para ir a dormir pensando quizás que el día siguiente sería otro día.