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"Adán y Eva", el dating show de Cuatro presentado por Mónica Martínez, tendrá una segunda temporada. Emitido por primera vez el pasado 21 de octubre, el espacio se convirtió con un 14,8% y 2.816.000 espectadores en el estreno de entretenimiento más visto de la historia de Cuatro. Tras seis emisiones, "Adán y Eva" ha registrado una media de 13,3% de share y 2.550.000 espectadores, una cifra que sube casi dos puntos hasta marcar un 15,2% en target comercial.
Precedido por este éxito de audiencia, Cuatro ha encargado a Eyeworks España la producción de una segunda temporada del programa. Para ello, hoy mismo, 1 de diciembre, se ha abierto la convocatoria de casting de los nuevos participantes. Como únicos requisitos de los candidatos están las ganas de encontrar el amor y sentirse cómodos con su cuerpo, ya que esta segunda edición el espacio seguirá presentando parejas dispuestas a conocerse en un paraíso terrenal libres de prejuicios... Y de ropa.'Adán y Eva', renovada por una segunda temporada
Culebrón en el jardín del Edén con un final inaudito
¿Los opuestos se atraen? La séptima entrega de "Adán y Eva" llega este 2 de diciembre a Cuatro con una turbulenta y apasionante historia de amor, pasión, sexo, celos, desencuentros, traición, mentira y arrepentimiento. Todo concentrado en unos pocos días vividos de forma inolvidable por sus protagonistas.
Raquel, una canaria risueña y atrevida, es una mujer desinhibida y sin prejuicios, aunque con un límite infranqueable: no soporta la mentira y nunca se acercaría a un hombre infiel. El concepto de infidelidad no entra en su cabeza y su resentimiento viene de fallidas relaciones anteriores. Ahora, llega a la isla en busca del hombre perfecto.
Hasta allí llega un Adán de los que ya no quedan: se trata de Daniel, atleta, entrenador personal, guapo, con valores tradicionales, con pocas relaciones a sus espaldas y con ganas de encontrar a una mujer para formar una familia. Busca una chica como él, seria y formal, que no piense en relaciones de una sola noche.
Tras el encuentro inicial ocurre lo que parecía imposible: el amor surge desde el primer momento y la pasión se desata en un escenario dispuesto para el amor. Todo es felicidad hasta que llega el tercer invitado a la fiesta. El nuevo Adán, Paco, se presenta como un caramelo irresistible para Raquel, que se encuentra ante la disyuntiva de su vida: ¿estabilidad o locura?
La isla se convierte en un campo de batalla en el que pelearán dos Adanes por el amor de una Eva sumida en un mar de dudas. Y en la guerra, como en el amor, todo está permitido y todo puede ocurrir, como sucede en el insólito desenlace de este capítulo, no apto para cardiacos.