ESCÁNDALO

Rubén Castro, jugador del Betis y pareja de María Hernández ('MYHYV'), procesado por delitos de agresión contra su exnovia

La juez considera que el futbolista habría agredido a la mujer en 4 ocasiones y le habría mandado mensajes amenazantes.

Por Redacción El 2 de Diciembre 2014 | 12:30

La juez de Violencia sobre la Mujer de Sevilla ha dictado un auto por el que considera que Rubén Castro, futbolista del Real Betis, habría agredido físicamente y sexualmente a su exnovia en varias ocasiones y le habría mandado un mensaje de texto amenazante a su teléfono móvil.

Tal y como informa Europa Press, el delantero del club sevillano, actual pareja de María Hernández -tronista y pretendiente de 'Mujeres y hombres y viceversa'-, presentará un recurso contra la apertura de procedimiento dictado.

Una relación conflictiva

La juez ha decretado y constatado que la relación entre el futbolista y su exnovia era "conflictiva" por ambas partes y estaba caracterizada por actitudes "de control, celos y agresiones". La juez considera probado que Rubén Castro habría agredido físicamente en cuatro ocasiones a su expareja, lo que ha cerciorado a través de los partes de lesiones adjuntados a la denuncia y de las declaraciones emitidas por varias amigas de la joven, que aseguraron que vieron en la chica "marcas" y "lesiones físicas".

Una denuncia producida en mayo de 2013

Fue el pasado mes de mayo del año 2013 cuando la expareja del jugador de fútbol canario denunció ante la Jefatura de la Policía en Blas Infante que, sobre las 03:00 horas del día 27 de mayo tras finalizar el partido entre el Real Betis y el Zaragoza, la pareja se encontraba en una discoteca y comenzaron una discusión en la cual Castro le habría propinado "varios puñetazos y bofetones".

Según la denuncia de la exnovia del delantero, la pareja salió del local y Rubén Castro la obligó a entrar en su vehículo, llevándola hasta un hotel donde presuntamente se habría producido una agresión sexual. Este percance motivó que Rubén Castro fuera detenido por la Policía al finalizar un entrenamiento, siendo trasladado al Juzgado de Violencia de Género.