Serie relacionada
Tras el divertido vodevil en que se acabó convirtiendo la tradicional cena de Acción de Gracias, los personajes de 'Modern Family' vuelven a la rutina en "Strangers in the Night", un episodio lleno de recelos, desconfianza y, como toda sitcom que se precie, muchos, muchos malentendidos.
La rosa de la discordia
En casa de los Dunphy, cada miembro de la familia tiene asimilado su papel: Claire es la madre controladora, Phil el soñador, Haley la "sex symbol", Luke el inconsciente y Alex es y siempre será la cerebrito. Así que cuando empiezan a llegar flores sin remitente ni destinatario, nadie se plantea siquiera que pudieran ser para Alex (salvo ella misma, claro). ¡Si es que hasta Phil se postula como posible destinatario por delante de su hija! Humillante ¿verdad? Pues la cosa aún puede ser peor. Porque una cosa es que nadie de tu familia vea posible que tengas un admirador secreto y otra muy diferente (y mucho más grave) es que, como le pasa a Alex, nadie se crea que puedas tener novio.En defensa de los Dunphy hay que decir que Alex no les pone las cosas nada fáciles. Repasemos: Alex nunca antes les había hablado de Alec, su novio modelo, justo cuando les quiere enseñar una fotografía suya, el móvil no funciona y, casualmente, sobre la mesa hay un folleto de un supermercado en el que aparece. Todo cuadra demasiado bien para ser cierto. Pero si esto es complicado de creer, lo que le sigue ya es para nota: que en una hora Alec le deje, tenga una nueva cita con un tal Teddy Keys (alias Osito Llaves), y que éste además sea el remitente de las flores misteriosas. Claro que en vista de cómo acaba resultado ser el admirador, apuesto a que Claire y Phil hubiesen preferido que el tal Teddy fuese una invención de Alex a lo Keyser Söze.
Una cosa bonita
Cam y Mitchell, por su parte, deciden darse un capricho y autoregalarse con motivo de su boda un sofá 'blanc de blanc" hecho a mano de Edgar Vanderkoff, un objeto quizás demasiado caro y delicado para una casa en la que corretea una niña con tanto carácter como Lily (por no decir que ese sofá en esa casa no pega ni con cola). Es de suponer que antes de comprar un sofá de diseño sopesaron si les compensaba el esfuerzo que iba a suponer mantenerlo impoluto pero a priori, y por muy bonito que sea, no parece que merezca la pena tener bajo vigilancia constante a Lily, y mucho menos si, encima, la hacen sentir como a una delincuente mientras que supuestamente aprende a respetar la propiedad común. Es que es el colmo.
Por otro lado, es comprensible que los Tucker-Pritchetts sientan la necesidad de recuperar una parte de su vida pre-Lily con una cosa bonita que no tenga ni dibujitos de caballos ni sea a prueba de niños, tras siete años se merecen un respiro, pero tal vez se pasaron de ambiciosos (tendrían que haber empezado por algo pequeño y, a poder ser, que pudiese colocarse a cierta altura fuera del alcance de Lily). Por suerte para Lily, el karma coloca las cosas en su lugar enviando a sus padres el castigo de Brenda, la depresiva compañera de trabajo de Mitchell, que con su mascarilla de arcilla, sus llantos, sus estornudos y su copa de vino, 'estrena' el sofá y abre la puerta a la pequeña para que se siente o haga lo que quiera sin que la regañen. Total, peor no lo dejará.
Golpe frustrado
Mientras tanto, Jay pone a prueba sus capacidades creando una complicada estrategia para librarse de un compromiso social de Gloria utilizando, a su vez, un compromiso social de Stella (sí, la bulldog) que sabía de antemano que haría sentir mal a su mujer (y con razón, todo hay que decir). Pero las maquinaciones del patriarca Pritchett acaban haciendo aguas por culpa de Manny, que convence a Gloria para que se sacrifique por su marido, dejando a Jay sin excusa posible sin proponérselo.
Lo más curioso es que, a pesar de que Manny se ha ganado a pulso la fama de listo, en esta ocasión se acaba librando de un problema por casualidad, concretamente gracias a Paul Newman y Robert Redford, como tantas y tantas veces le sucede al inconsciente de Luke, todo un genio involuntario.
"Strangers in the Night" en general es un episodio tan equilibrado como poco memorable pero hay que reconocer que tiene varios momentazos como el homenaje a 'Sospechosos Habituales' o el "Bark Mitzvah" que probablemente hacen que en conjunto luzca mejor de lo que es. De todas maneras, y como decimos siempre, ya les gustaría a muchas series tener la efectividad de 'Modern Family' incluso en sus episodios menos brillantes.