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Tras prácticamente un mes de descanso, 'Modern Family' vuelve con las pilas cargadas y con un episodio que se sale un poco de la norma dispuesta a demostrar que todavía no ha quemado todos sus cartuchos y que le queda cuerda para rato. "The Day We Almost Died" es uno de esos episodios (uno o dos por temporada) que Levitan, Lloyd y su equipo se aflojan o se quitan de encima el apretado corsé de la estructura clásica de sitcom y se dan el gusto de experimentar un poquito pero manteniendo siempre la esencia de la serie.
Una experiencia transformadora
En esta ocasión el detonante de la historia es el no-accidente de los Dunphy (y Manny), esa experiencia cercana a la muerte que tantas veces hemos visto en cine y televisión y que siempre, siempre provoca que los personajes se replanteen su vidas. Aquí no iba a ser diferente, claro, porque la gracia no está en el qué sino en el cómo. Está en ver cómo cada personaje reacciona al no-suceso y en las cosas que cada uno decide cambiar en consecuencia. Cosas que, por cierto, dicen mucho de cómo se ven a sí mismos.
Claire, por ejemplo, es absolutamente consciente de que es controladora, por lo que tiene toda la lógica del mundo que su primera reacción sea decidir tomarse las cosas con más calma y hacer un hueco en su apretada agenda para divertirse un rato con su hermano Mitchell, tan controlador como ella. ¿Será que no se atrevía a dar el paso sola? Puede ser, pero tal vez podría haber pensado algo mejor para convencer a su hermano de la necesidad de cambiar de vida que arrastrarle a patinar y obligarle (queriendo o sin querer) a enfrendarse a uno de sus mayores miedos. Sin comerlo ni beberlo, el pobre Mitchell acaba viviendo, no una, sino dos experiencias cercanas a la muerte (el robo y el casi-atropello). Con lo tranquilo que estaba en su despacho con panel lleno de citas programadas sin redondear...
De amores fraternales y maternofiliales
El caso de Alex y Haley es algo diferente porque parte de un malentendido que, seamos sinceros, sólo es comprensible si aceptamos que la experiencia le ha causado tal trauma a Alex que su entendimiento se nubla temporalmente. También es verdad que no es la primera vez que vemos malentendidos relacionados con la estima que se tienen las hermanas, siempre con los mismos resultados, por cierto, pero en esta ocasión sólo el trauma, repito, explica que Alex se deje realizar un cambio radical por su hermana sin rechistar hasta que llegan a casa y ve la fatídica fotografía del depilado. Eso sí, al menos hemos visto que Alex está aprovechando bien sus clases de judo.
Y hablando de estima, el amor también juega un papel clave en la trama de Manny. Éste ya traía un trauma de casa debido al robo del móvil de Gloria que no se atrevió a evitar (tampoco es que pudiera haber hecho demasiado ¿no?), así que el suceso no hace más que duplicar sus problemas. Sólo Gloria, que lo conoce mejor que nadie, podría conseguir que Manny superase sus miedos, y lo hace echando mano del amor incondicional de su hijo y gracias a una estrategia de manipulación muy parecida a la de Claire con Mitchell y el túnel pero que, por suerte para él, tiene resultados totalmente opuestos a pesar de las dos víctimas colaterales (Mitchell y Jay).
El lado más salvaje de Phil
De todos los implicados en el no-accidente, al que mejor le sienta el cambio radical de actitud es a Phil, que aparca su lado conciliador y se enfrenta a todo bicho viviente que osa tocarle las narices, empezando por el pesado de Gil Thorpe que, si lo pensamos bien, es un poco el culpable de todo. Esa situación, de por sí, ya es bastante graciosa pero la mera presencia de Cam duplica o incluso triplica su efecto. Lo de sus caras, sus gestos y su "¿es Phil sexy?" ya es para nota.
Para el final me he dejado a Luke que, una vez más esta temporada, tiene un papel testimonial hasta el punto de que su trauma, que lo cubren en menos de veinte segundos, ni siquiera deriva del accidente en sí sino de que no se ha enterado de nada, lo que le lleva a proponerse a dejar de posponer sus sueños, incluída la experiencia de subir unas escaleras propulsado por Mentos en refesco de cola.
Una estructura diferente en un episodio como los de siempre
Como decía al principio, los guionistas de 'Modern Family' en "The Day We Almost Died" se han desprendido de la plantilla fija de las tres (o en algún caso dos) tramas para experimentar formalmente, aunque en esencia casi todo sigue funcionando de la misma manera. Sólo una cosa cambia, y es que debido a la gran libertad de movimientos que proporciona esa estructura de racimo, se dan el lujo de guardar "lo gordo" para el final, lo cual provoca que Phil y Cam, dos de los personajes más potentes de la serie, no tomen el protagonismo hasta prácticamente el último cuarto del episodio (de hecho Cam ni siquiera aparece antes), algo realmente insólito.
Con mejores o peores resultados, "The Day We Almost Died" tiene toda la pinta de ser un episodio pensado para ser enviado a los Emmy para su selección en la categoría de mejor guión por eso de salirse de la norma (sabemos que a los académicos eso les encanta). Que lo consigan ya es otro cantar.
