'Constantine' 1x10 Recap: "Quid Pro Quo"

Lo primero que vemos en "Quid Pro Quo" es a un encapuchado, podría tratarse del emperador de 'Star Wars', que está lanzando un conjuro en latín. Mientras lo hace se genera un extraño humo que aparece, de repente, en la habitación de una niña que está peinando a una muñeca a la que llama Tricia. Cuando ésta es rodeada por esa extraña nube se desvanece.

El mapa... Está sangrando de nuevo. Pintando de rojo la Gran Manzana

John y Zed parecen recuperados tras lo ocurrido en "The Saint of Last Resorts II". Ella quiere esconderse para evitar futuros secuestros pero el mago le hace ver que la casa del molino es el mejor sitio para hacerlo. Ya que ha sacado el tema, Constantine le pregunta por los tipos que intentaron raptarla. Ella cede y le explica que se trata de una secta llamada "Cruzada de la resurrección". También le dice que, pese a ser una amenaza humana, le resulta difícil sentirse segura ya que el líder de esa maligna congregación es su padre.

La conversación ha dejado a Zed sumida en una pequeña crisis de confianza por lo que pregunta a John por qué cree en ella. Éste contesta que cree en sus instintos y éstos se muestran favorables a ella. También añade que no está mal tener cerca a una cara bonita.

En mitad de este amago de flirteo el mapa que sangra hace honor a su nombre y señala a New York como foco del mal, "El mapa... Está sangrando de nuevo. Pintando de rojo la Gran Manzana". Chas está con su hija porque este fin de semana le tocaba la custodia. Será Zed la que se encargue de comprar los vuelos.

Don't Fear The Reaper

Vemos a Chas conduciendo mientras suena la maravillosa "Don't Fear The Reaper" de Blue Oyster Cult. Si alguna vez quieren huir, sentirse libre o atropellar a una convicta huida que te cae mal usen esta canción como banda sonora.

La imagen de Chas y la música se desvanecen y un ruido parecido al que hace un avión cuando atraviesa una nube nos indica que entramos en un flashback. Él y John están de juerga en un club nocturno. Nuestro inmortal amigo está llamando por teléfono a su mujer para indicarle que llegará tarde mientras que nuestro mago hace el viejo truco de desaparecer con una chica que acaba de conocer. Antes de hacerlo le lanza un gracioso conjuro a Chas para que éste regrese seguro a casa. Nada más irse comienza un concierto de rock en el que se usan artilugios pirotécnicos. No suenan del todo mal pero la actuación se ve forzósamente interrumpida por culpa de un incendio en el que mueren cuarenta y ocho personas. Chas es una de ellas.

Brooklyn sólo será el principio

Zed y John preparan la maleta para su viaje a Nueva York. Prometen llevar lo básico y por eso a ella le choca que él lleve una especie de escobilla de afeitar y un hilo que, al ser lanzado sobre su muñeca, la deja momentáneamente amarrada al mago. Constantine nos cuenta que éste último artilugio es el tendón de Aquiles y que la brocha perteneció a Aleister Crowley, que si lo buscamos en Chumhum nos dice que fue "un influyente ocultista, místico, alquimista y mago ceremonial inglés". En 'Constantine' se cumple a raja tabla aquello de la 'pistola de Chejov' por lo que más adelante veremos cómo se usan.

Antes de partir les llega la noticia de que en Brooklyn una docena de niños se han quedado en coma y uno de ellos es la hija de Chas. Así lo hemos visto unos minutos antes cuando el amigo de Constantine la encontraba tumbada inconsciente en el suelo junto a su muñeca, Tricia. Se trata de la niña que hemos visto desvanecerse al comienzo del capítulo.

Marca del calor celestial

Zed y John llegan al hospital para comprobar el estado en el que se encuentra la niña. No tiene buen aspecto y tiene los labios agrietados. Es aquí cuando el mago usa la escobilla que perteneció a Crowley. Al pasarla sobre su boca aparecen unas marcas provocadas por quemaduras.

Constantine, a mitad de camino entre 'House' y 'CSI', nos indica que son señales celestiales dejadas atrás en el momento en el que su alma se marchó del cuerpo. Pinta mal porque tienen un máximo de dos días para solucionarlo, siempre son dos días, y quién lo ha hecho sabía lo que hacía; se enfrentan al "Santo grial de la magia negra".

Aparece la antigua pareja de Chas, Reneé (Amanda Clayton), que parece no alegrarse mucho de ver a John junto a Geraldine, es el nombre de la niña. Aprovecha para dar a Zed un consejo que nos suena familiar; "Cualquiera que sea el camino que coja [Constantine] cuando salga por la puerta, toma el otro". La fallida pareja se queda sola y discuten sobre la conveniencia de la ayuda del mago en este embrollo conociendo sus antecedentes con niños. Ya saben; Newcastle.

Dentro flashback; Chas despierta en un hospital pese a haber sido dado por muerto en el incendio. Las víctimas son ahora cuarenta y siete y su salvación nos deja la preciosa escena del reencuentro con su mujer e hija.

¿Quién se atreve a hablar con una de mis almas robadas?

Zed, Chas y John están en marcha pues no hay tiempo que perder. Visitan a un antiguo "amigo", llamado Fennel (Roger Floyd), que es medium y, a su vez, regenta una tienda de armas. Éste tira de stock cuando ve que Constantine está apoyado en su mostrador. Le amenaza con una escopeta que en cuestión de segundos tiene en contra suya. Chas le deja claro, a su manera, que no va a aceptar un no por respuesta ni ninguna clase de juegos. A los pocos segundos podemos ver que la sesión de espiritismo va a comenzar, con ayuda de agua del río del agua Jordan, sirve de lubricante para la comunicación.

Consiguen contactar con Geraldine, por boca y cuerpo de Fennel, y el diálogo marcha bien hasta que alguien, con voz de ultratumba, pregunta por aquél que osa a hablar con una de las almas perdidas que ahora le pertenecen. Debe ser seguidor de la serie porque reconoce la voz de Constantine cuando éste contesta. Tras ese extraño saludo le advierte que va a perder el tiempo porque nada puede hacer contra él. Para demostrar su fuerza se pone a decir cosas en latín y quema al pobre Fennel.

Zed, te presento a Felix Faust

John piensa que están más cerca de encontrar a Geraldine. No opina lo mismo Chas pero el mago le indica que en base al conjuro que el bicho ha utilizado pueden encontrarle. Una vez localizado un libro que contiene esos versos en latín, Zed lo toca para tener una de sus reveladoras visiones. Ésta logra ver una especie de laboratorio de alquimista donde consigue leer, en una de sus paredes, unas pintadas que indican el nombre del sitio; "Haskins Railroad Yard". Es entonces cuando vuelve a aparecer el tipo disfrazado de Palpatine atacándola con un cuchillo. El susto es grande porque pese a ser una visión Zed se lleva un corte consigo.

Chas busca en "Chumhum maps" la ubicación del depósito y Zed consulta en el teléfono de información de la agencia ferroviaria americana el estado de éste; cerrado hace años. Al llegar al sitio en el que se supone iba a estar no hay nada.

"Más caminos sin salida, más tiempo perdido" dice un cada vez más desesperado Chas. John le responde con un discurso sobre percepción y realidad mientras lanza el tapacubos de un coche hacia la instalación fantasma. Éste desaparece como si entrara en un agujero de gusano o en una de esas puertas que comunicaban diferentes universos en 'Fringe'. Invoca entonces a los cinco elementos para que el depósito sea visible.

Cuando entran se encuentran con que el emperador de Star Wars es en realidad Felix Faust, interpretado por Mark Margolis (el Tío Salamanca en 'Breaking Bad'). Un mago negro de segunda fila que se lo ha debido de currar bastante para conseguir separar las almas de su correspondiente cuerpo.

Aparte del poder que todas estas almas le dan a Faust, por este truco le podrían dar el balón de oro de los magos negros. No todo le sale bien porque parece que un demonio, llamado Karabasan, le está robando parte del poder que obtiene gracias a su triquiñuela. Por ello Faust ofrece a John un trato, un "quid pro quo", que termina aceptando; matar a ese demonio a cambio de devolver el alma de Geraldine.

John piensa que Faust sigue siendo un mago mediocre venido a más por las alteraciones que está provocando la "Oscuridad Creciente". Chas sigue poniendo pegas a todos los planes y piensa que habría bastado con matar a Faust para haber liberado a todas las almas. Al verle nervioso John le manda de vuelta al hospital, "es un maldito barril de pólvora".

47 Almas

Karasaban, una especie de felino translúcido, aprovecha que sus víctimas están en coma para "comerse sus vísceras y aspirar sus vidas". John prepara el terreno para su devolución al infierno pero ésta resulta complicada en unas alcantarillas. Aún así lograr matarle, no de la forma esperada sino con una más violenta.

Chas vuelve al hospital con un nuevo flashback. Se trata de una antigua conversación con John en la que hablan de las cuarenta y siete víctimas que murieron en aquel incendio donde también debió morir Chas. Constantine cree que éste resucitó gracias al "conjuro chorra" que le había lanzado en aquel bar para que llegara seguro a casa. Se trataría de la materialización de un mito, una antigua leyenda; "Merlin lo creó y lo echó a petición del Rey Arturo. Si algún Caballero de la Tabla Redonda bajo ese hechizo era asesinado en compañía de caballeros menores, él absorbería todas las vidas de aquellos que estuvieran alrededor suyo".

Un trato es un trato

John, tras matar a Karasaban, recoge a Chas en el hospital. Su parte del trato está hecha y deben decírselo a Faust para que cumpla con la suya.

Quedan unos catorce minutos y me da que algo no ha salido del todo bien. Así lo confirma Faust, al reprocharle a Constantine que se haya cargado al bicho de mala manera, por "dispersión de energía" en lugar de "enviarlo al infierno", ya que por eso sólo ha podido recoger una parte del poder esperado.

Tras cambiar los términos del trato, en este punto reconozco que no me queda claro qué demonios pide Faust ahora, rechaza liberar a Geraldine. El caso es que John parece tragar mientras que Chas sigue pensado en una solución más rápida. Así, le traslada su discrepancia dándole un puñetazo que deja al mago inconsciente.

Chas está fuera de control y tras dejar KO a John le mete en el taxi, como si fuera un saco de patatas, y le dice que su familia ha sufrido mucho por su culpa. Regresa de nuevo al depósito donde ofrece a Faust un nuevo trato; las treinta y dos almas que le quedan, deducimos que ha debido gastar unas quince vidas, más la suya a cambio del alma de su hija. Faust no parece tragarse lo de las vidas por lo que nuestro inmortal, o treinta y dos veces mortal, amigo se pega un tajo en el cuello para probarlo. Una vez más; han matado a Chas. Suicidio en este caso.

Zed se ha quedado con Renee en el hospital. Ambas hablan de sus cosas y la psíquica le confiesa su paranormal condición. La madre de la hija de Chas le pide que, por favor, se comunique con ella. La comunicación comienza siendo todo lo normal que un diálogo de este tipo puede ser hasta que Zed colapsa. Esto provoca un revuelo de médicos que hace que su bolso caiga mostrando un papel, que Renee coge, en el que aparecen las señas del depósito abandonado en el que se encuentra en ese instante Chas muriendo o quizás ya resucitando.

Tienes que invertir este hechizo

John se despierta justo en el momento en el que Chas recupera la vida; el contador se pone a treinta y uno. Faust, impresionado, acepta el trato. Cuando va a sellarlo con un apretón de manos aparece el talón de Aquiles, que habíamos visto al comienzo de "Quid Pro Quo", en la muñeca del mago negro y éste queda atrapado con Chas que saca una granada de su bolsillo que lanza a sus pies.

Segundos antes de la explosión aparece Renee en escena, no ha debido pillar mucho tráfico. John y ella se tiran al suelo para evitar los efectos de la onda expansiva.

Mientras Chas se recompone, digamos, se nos ofrece un nuevo flashback en el que éste le pide a John que anule el conjuro ya que le resulta difícil cargar con el peso de todas esas almas. Constantine no lo ha logrado y sólo puede hacerle la sugerencia de que aproveche esas vidas para salvar otras muchas junto a él. Es imposible decir no ante determinadas propuestas.

Chas recupera la vida, dejando el contador de vidas a treinta y uno y sin dejarse ningún trozo en el proceso, y vuelve a casa para comprobar que Geraldine ha recobrado el alma. Lleva consigo un álbum de fotos con las cuarenta y siete almas que ha portado en su ser y comienza a explicar a su hija la vida que está asociada a cada una de las imágenes.

¿Qué pasa con mi madre?

John está junto a Zed cuando ésta vuelve en sí. Le dice que aún no está preparada para el tipo de comunicaciones que ha intentado hacer. Ella le dice que vale, para que su amigo le deje de regañar, y de paso le comenta que su madre le ha dicho que no murió por su culpa. Tras esta revelación se duerme. "¿Viste a mi madre?" pregunta John sin obtener respuesta. Éste se echa a su lado satisfecho por haber retomado una trama olvidada en aquel lejano primer episodio piloto.

Mihi Videtur

Pese a ciertos momentos algo edulcorados y pese a saber que a los guionistas de 'Constantine' les "encanta que los planes salgan bien", de nuevo un previsible final feliz, este episodio me ha gustado mucho más que el anterior. Creo que la serie gana mucho cuando se centra en una de las tramas que se supone importante y dedica menos tiempo a temas episódicos que no conducen a nada.

Tengo reciente la lectura de 'El Periodista deportivo' de Richard Ford en la que el personaje principal decía "para mí, no hay esperanza a menos que olvidemos las cosas que han pasado y que se han dicho". Creo que si a Constantine le diera por buscar esperanza debería decir justo lo contrario a la frase que dice el personaje de Ford. Son las cosas sucedidas en el pasado, que nos han contado y no desarrollado, las que pueden hacer de esta serie un producto interesante. El futuro, pese a mejorar ligeramente sus cifras, de 'Constantine' sigue siendo incierto.

Desde el capítulo piloto, el primero de ellos, se nos viene soltando una serie de temas ("Lo de Newcastle", la infancia de John, la búsqueda de su madre, el pasado de Zed...) que cumplen el propósito de poner en situación a los personaje principales. En vista de que no surgen nuevas tramas, más allá de las autoconclusivas, y las que ya existen apenas han evolucionado creo que es buena idea la de explicar los porqués de la situación presente de los personajes protagonistas.

En este caso, ha sido interesante saber el porqué de las resurrecciones de Chas. Era inevitable caer en flashbacks, cosa correcta aunque chirría algo la actitud de la mujer de Chas. Tras volver de la muerte le reprocha a su pareja que apenas pasa por casa porque está por ahí salvando vidas, como si fuera un ejecutivo obsesionado con su trabajo. Misteriosa actitud la de este personaje.

Curiosidades

Al comienzo de 'Quid Pro Quo', en el momento en el que vemos a Chas conduciendo un coche, suena la canción 'Don't Fear the Reaper' de Blue Oyster Cult. Es una gran canción a la que han recurrido muchas series en momentos claves de su desarrollo. Lo hizo 'A dos metros bajo tierra', en el octavo capítulo de su segunda temporada, y 'Orange is the New Black' en los instantes finales de la última temporada emitida.

Dos de los personajes que aparecen en este episodio y que están vinculados al "universo Constantine" son personajes sacados del cómic Hellbrazer; Felix Faust y Fennel.

La muñeca de Geraldine, la hija de Chas, se llama Tricia. En el cómic ese es el nombre de la nieta del propio Chas. Es hija, por tanto, de Geraldine.

No todo va a ser ficción en 'Constantine'. Se nombran a dos personajes reales; Aleister Crowley, ocultista británico, y Bill de Blasio, actual alcalde demócrata de Nueva York.

A Whole World Out There

Un experimento, llevado a cabo por unos estudiantes para probar una teoría, tiene un terrible resultado. El ángel Manny pedirá ayuda a John para que intente arreglar la situación. Será emitido en la madrugada del próximo Viernes en la NBC.