'The Americans' continúa dando respuestas al final de su segunda temporada. Tras un prometedor arranque, el segundo capítulo de la tercera temporada, titulado "Baggage" debido varios singulares transportes de equipaje que tienen lugar en él, no sólo se centra en la evolución de Philip (Matthew Rhys) y Elizabeth (Keri Russell) como pareja ante la complicada situación de su hija Paige, sino que nos trae de vuelta a Nina, un regreso muy esperado, al menos para mí.
Nina y su paso por prisión
De hecho, el episodio arranca en Moscú, en la penitenciaria de Lefortovo donde cumple condena una Nina muy diferente a la que conocimos en suelo estadounidense, su cara larga lo dice todo. Tras un tiempo encerrada, llega una compañera de celda belga, Evi, pero prefiere mantener las distancias con ella y hacer como si no existiera, por mucho que la otra intente acercarse. Sea como sea, parece que en los próximos capítulos conseguirá abandonar la prisión, pues recibe la visita de Igor Pavlovich, el Ministro de Ferrocarriles, quien, además de hablar de Oleg, le asegura que la va a sacar de ahí.
Nina en una cárcel soviética
Paige sospecha que su padre es infiel
Mientras tanto, en casa de los Jennings, Paige comienza a sospechar, aunque no de que sus padres sean espías. Las continuas ausencias de su padre, que siempre se queda "trabajando hasta tarde" en la agencia de viajes, le hace pensar que Philip le está siendo infiel a su madre, por lo que decide compartir su teoría con ella. Pero Elizabeth la tranquiliza asegurándole que su padre no le está poniendo los cuernos con nadie. Paige ya se ha dado cuenta de que hay algo raro en el matrimonio de sus padres, es sólo cuestión de tiempo. Durante la escena, en la que Elizabeth recibe una llamada de Philip para pedirle ayuda, también es importante destacar el dolor de boca de Elizabeth, creo que será clave de alguna forma en los próximos episodios.
Ataviada ya con otra peluca, Elizabeth acude al hotel en el que están Philip, Yousaf y una muerta Annelise, con un gran maletón -primera referencia a "Baggage"-. No hace falta estrujarse demasiado la cabeza para saber quién terminará en su interior. Tras retorcerle las piernas y brazos a Annelise, terminan escondiéndola en la maleta, no sin antes hacerle una foto a Yousaf junto al cuerpo para un posible chantaje.
Philip y Elizabeth se deshacen del cuerpo de Annelise
Yousaf, nuevo colaborador de los Jennings
Yousaf, obligado a colaborar con la pareja de espías, es citado al día siguiente por Philip. Allí, el agente del KGB le pide ayuda para elaborar una lista de nombres que participan en las operaciones de Afganistán (la que perdió Elizabeth en el capítulo anterior), pero éste asegura que sólo sabe sus nombres de pila. La alternativa: reunirlos a todos en la habitación de un motel, mientras Philip se encarga de fotografiarlos a todos mientras Elizabeth observa a través de unos prismáticos.
Pero el plan sale mal: Yousaf se sube al coche del primer invitado en llegar, dirigiéndose a un bar en el que espera el resto de compañeros. No le queda otra a Elizabeth que subirse rápido a un vehículo e ir tras ellos. ¡Cómo echaba de menos las persecuciones de coches!
Tras fotografiar las matrículas de los coches de los agentes de la CIA, los Jennings deciden acudir al bar para espiar al grupo desde la distancia y tomarles unas cuantas instantáneas.
Zinaida llega a Estados Unidos
Por otro lado, en el aeropuerto internacional de Washington-Dulles, un equipo del FBI, entre el que se encuentra Stan, recibe una gran caja de madera. En su interior -segunda referencia a "Baggage"-, Zinaida Preobrazhenskaya, si los rusos descubren de su paradero, su vida correría serio peligro. Ya instalada en el hotel, la desertora, arrepentida con sus actos, da una rueda de prensa en la que explica que ha decidido cambiar de bando porque se ha dado cuenta de todo el mal que ha hecho el ejército soviético ha hecho en la población civil afgana. Ni que los estadounidenses hayan sido unos santos en las guerras en las que han participado.
Las apariciones púbicas de Zinaida molestan mucho en la embajada soviética en la capital estadounidense, por lo que Tatiana decide encargarle el trabajo a Oleg. "La propaganda es lo más importante. Quiero que empieces a entenderlo".
Zinaida no parece demasiado consciente del poder con el que cuenta el KGB fuera de la URSS y se muestra sorprendida al descubrir que los espías soviéticos podrían ir a por ella hasta en tierra estadounidense.
Stan, al borde de la muerte
Tras haber sido seguido durante varios días por Oleg, finalmente Stan se da cuenta, pero para entonces ya es algo tarde. Pistola en mano, el soviético obliga al agente del FBI a arrodillarse, algo a lo que éste se opone, no sin antes confesar su amor por Nina; "Si quieres dispararme, dispárame por la espalda". Tras conseguir salir con vida, Stan no duda en hacer una llamada fallida a su hijo y su ex-mujer. Cuando se está cerca de la muerte, se cambia la forma de ver la vida, por lo que, todavía con el susto en el cuerpo, decide ir a visitar a su ex-mujer, Sandra, que ha rehecho su vida con otro hombre. Tras un momento de acercamiento, ella prefiere poner distancias, está claro que Stan está falto de mujeres y me gusta que 'The Americans' toque el tema desde este punto de vista, pues en prácticamente todas las ficciones estadounidenses, son las mujeres quienes dependen de los hombres y no al revés. Me da a mí que con Nina en Moscú y Sandra distanciada, Stan terminará acercándose a Zinaida. Y es que el agente del FBI es uno de esos tipos que necesitan a una mujer en su vida.
El padre de Elizabeth, un desertor
Los flashbacks del capítulo nos trasladan a la juventud de Elizabeth, entonces Nadezhda, en la Unión Soviética. Gracias a una discusión junto a su madre descubrimos que su padre fue un desertor, por lo que los soviéticos se vieron obligados a matarlo. Esa educación recibida explica por qué Elizabeth está tan metida en la lucha por la causa y me hace temer que Philip no reciba un final similar como cierre de la serie. Aunque hasta entonces todavía pueden darse muchos giros en la historia.
Tantas referencias a la madre de Elizabeth, que está a punto de morir, me hace pensar que es posible que la veamos en uno de los próximos capítulos para despedirse de su hija. Philip ya ha dejado caer que la Central le debe un favor a ella.
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De momento tenemos que conformarnos con la visita de Elizabeth a Gabriel, con quien comparte recuerdos e información sobre su madre. Y sobre Paige. Para Gabriel es muy importante que Elizabeth se gane la confianza de su hija para que, en un hipotético momento de decisión, se decante por seguir a su madre. Se avecinan disputas por el control de Paige entre el matrimonio Jennings ahora que la pareja pasa por fríos y tensos momentos.