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En el último capítulo de la temporada y seguramente de la serie, "Deadcheck", 'State of Affairs' no consiguió remontar las bajas audiencias que la acompañaban desde prácticamente su comienzo, y que la tienen en peligro de cancelación desde hace semanas. La serie fue vista por 4.480.000 espectadores y consiguió un 1 de rating en la franja de edad entre 18 a 49 años.
El desenlace
Charlie dimite de la CIA, porque no puede con su vida tras descubrir que Fatah la ha estado engañando desde que le conoce. Así que coje un avión, eso sí, con el beneplácito de la presi, que como todo apoyo le da un número de teléfono personal (así me gustan a mi las amigas), y del director de la CIA (que parece que sigue vivo, aunque bastante magullado), y se va camino de Afganistán, con un macuto que le ha dado Syd (que seguimos sin saber exactamente quien es) equipado con lo básico; ordenador con conexión vía satélite discretito y supongo que también, algún tipo arma automática.Charlie quiere acabar ella solita con Fatah. Se lo debe a si misma. Se va por su cuenta, sin saber donde está Fatah exactamente, sin contactos en Afganistán y sin apoyo táctico, menos por aquel que le pueden ofrecer sus ex compañeros de la CIA a través del móvil, y claro, por supuesto, sin plan de extracción, como si se creyera Natasha Romanov o algo así, aunque claramente no lo sea, porque yo aún no la he visto hacer nada que merezca la pena en combate, vamos, que ni siquiera fue capaz de avisar a la presidenta de que todo el tema de Fatah era mentira antes de que la otra lo soltara todo por la tele, comprometiéndose en una mentira que puede acabar totalmente con su reputación y con su vida política, ya de por si bastante dañada.
Gracias a los chicos de la CIA y a sus flashbacks en retrospectiva hablando con Nick, ¡¡Oh Nick!! Chalie llega al campamento de Fatah y empiezan los tiros. Ella va muy en plan Rambo, dispuesta a todo, aunque realmente se la da fatal. Menos mal que recibe ayuda exterior. Un francotirador que no conocemos se lía a tiros y la salva de acabar acribillada por la balas, porque recordemos; no es espía, no es militar, no es una heroína de los comics y tampoco es Sydney Bristow, es una analista de la CIA, de las que analizan situaciones, que tiene bastante suerte con alguna de sus predicciones, pero que normalmente está muy sobre valorada tanto por parte de sus compañeros, como por parte de sus jefes. Y seriamente, si lo que quería era suicidarse, por muy en contra que este del tema, no hubiera hecho falta irse tan lejos.
Bueno, pues gracias a la ayuda inesperada del francotirador, consigue encontrarse a solas con Fatah ¿y qué hace? ¿Matarlo y salir corriendo a casa? Que se supone era el plan ¡Pues no! En serio ¡¡Se pone a pedir explicaciones!! Sí. ¡En serio! De verdad de la buena. Pero un rato... un rato largo. Al final para nada, porque le acaba matando. Dos tiros en el pecho y uno en la cabeza. Fulminado. Para que este bien muerto. Pero todo esto muy tarde, o por lo menos a la presi, o al Grupo Krieg, o alguien más que andaba por allí le parece muy tarde, porque mientras Charlie intenta llamar a la presidenta, a su número personal, oro en paño (que solo tiene su marido y la NASA) para decirle que el tema esta finiquitado la mujer no se lo coje y para más tema, de repente alguien se la pone a hacer señales desde un coche ¿Será el francotirador? ¿Será del Grupo Krieg? ¿Será Nick? ¿El francotirador y Nick serán la misma persona? ¿Nick estará vivo? ¿El amor habrá vencido en la adversidad? Pues lo más probable es que no, porque mientras Charlie llama por teléfono y mira al coche que se le acerca, la mujer escucha lo que seguramente es un arma de destrucción limitada, limitada a ella y tal vez a Nick, si es él, que se le acerca rápida y peligrosamente.
FIN.
Y sí, esto se conoce como un final abierto.
Conclusiones
"Deadcheck" cierra la mayoría de las tramas que ha ido desarrollando 'State of Affeirs' a lo largo de esta temporada, para abrir otras, con las vistas puestas en una futura temporada que no sabemos si existirá. Sea como sea el futuro no se le presenta muy halagüeño a Charlie Tucker. Por otro lado, el tema de los chalecos, todo un dolor de cabeza en otros momentos, se solucionó rápido y favorablemente, gracias a... como no, Charlie, que no sabe resolver sus problemas, pero resuelve los de sus amigos en la distancia.
La presidenta se queda sola, su marido la "deja" para volver a su casa en San Francisco porque no aguanta en quien se ha convertido. David la deja, pensando en su futuro o en su presente, para aliarse o no, en breve o a largo plazo, con el Senador Burke. ¿La presidenta deja a Charlie? ¿Es la presidenta capaz de vender a su única aliada, Charlie, a cambio de que el Grupo Krieg la guarde las espaldas? La política apesta, no es algo que no supiéramos, pero esta serie es especialmente cruda y desgraciadamente realista en ese tema.
Kurt no sé como acabará, pero parece que ha vuelto al redil y el "ship" de esta serie vuelve a cobrar fuerza. Va viento en popa a toda vela. Aunque como no sé exactamente hasta que punto llega el control mundial de Víctor, no sé si acabara muy bien parado. Eso sí, definitivamente Víctor contrata prostitutas muy listas y bien preparadas. A la chica sin nombre, porque mira que tiene alias, ¿no le da vergüenza?
'State of Affairs' ha arrastrado como a un peso muerto, durante 13 capítulos, a un personaje principal rozando lo irrisorio, en algunos momentos, que impedía con su supremacía en pantalla un desarrollo más tridimensional del resto del elenco, que a veces quedaba relegado a menos que una mera comparsa, cuando tenían posibilidades. El ritmo de la historia principal ha sido realmente desigual, de muy rápido, a sumamente lento y había veces que parecía, no tenían muy claro que querían contar. De todos modos, para mi el mayor problema de esta seria es que se ha tomado demasiado en serio a si misma, mucho más de lo que cualquier espectador hiciera y de lo que su desarrollo le permitía, lo que por otro lado es curioso ya que en el lado positivo, nos encontramos con que la serie tenía una historia principal sólida, con giros de guión, sorpresas constantes y personajes con dudosa moral que podían haber dado más de si. Y un tema de fondo, desgraciadamente, siempre de actualidad y con numerosas lecturas.
Y de estas maneras, 'State of Affairs' dice adiós.