Esta tercera temporada de 'The Americans' es una temporada con muchas tramas, algunas de ellas inconexas hasta el momento, pero que conforme evolucione, se irán atando cabos. El drama de espionaje sigue su curso con un debate abierto sobre el futuro de Paige que en los próximos capítulos habrá que resolver. A día de hoy la balanza podría inclinarse hacia cualquier lado: tanto Elizabeth (Keri Russell) como Philip (Matthew Rhys) luchan por ganarse la confianza de su hija para así acercarla cada cual a su posición. Por otro lado, el matrimonio Jennings sigue aproximándose poco a poco a los miembros de la CIA que han participado en la operación afgana. Mientras que su vecino Stan, incapaz de aceptar que su mujer le ha abandonado, dedica gran parte de su tiempo a proteger a Zinaida, una desertora soviética. En Moscú, Nina sigue encerrada por traición a su patria, pero, gracias a un contacto, sus días en prisión podrían llegar a su fin en breve.
Kimberly, vía de acceso a la CIA
Puestas las fichas sobre el tablero, "Dimebag", el cuarto episodio de la tercera temporada de 'The Americans', arranca con Kimberly, la hija de Isaac Breland, el jefe de la CIA de la operación en Afganistán, haciendo homenaje al título del episodio al comprar una bolsita de marihuana. En argot, una "dime bag" viene a ser una bolsa de hierba que cuesta unos 10 dólares. Obviamente Elizabeth, con una de sus pelucas, la observa desde la distancia.
Ya en casa, la figura de Kimberly genera un debate moral entre los Jennings, porque en el fondo tienen muy en mente a su hija Paige. Philip no ve con buenos ojos tener que utilizar a alguien tan joven para llegar a su padre, el verdadero objetivo. Y hablando de Paige, justo en ese instante, llega su hija a casa sin muchas ganas de querer hablar con sus padres. La joven ya ha demostrado que cada vez es más fuerte e independiente, pero ante la continua insistencia de sus padres para que dé una fiesta de cumpleaños en casa, junto a amigos, accede, aunque invitando solamente a Tim, el pastor de la iglesia en la que colabora, y su esposa.
Elizabeth y Philip durante el cumpleaños de su hija Paige
Ya por la mañana, los Jennings no aprovechan sólo para hablar de su hija, sino que también se ponen al día de sus vidas fingidas como espías, con Philip volviéndole a comentar a Elizabeth que Martha quiere niños en su vida. "¿Quién lleva los pantalones en esa casa?", le remarca Elizabeth, como si en villa Jennings ella no terminara imponiendo siempre sus ideas sobre las de Philip.
Stan sigue pensando en Sandra
Stan y Philip continúan acudiendo juntos a las charlas de autoayuda para que el primero consiga superar sus problemas e, iluso, recupere así a su mujer, Sandra. Precisamente el agente del FBI, un tanto cohibido y cerrado a la comunidad, es el elegido en esta ocasión por el gurú para recrear una situación con su ex-mujer. Allí conoce a Tori (Callie Thorne), pero Stan no está para otras mujeres, sigue creyendo que se reconciliará con Sandra y que, como si nada hubiera pasado, todo volverá a la normalidad de antes.
Pero por la noche, Philip debe seguir sus labores como espía. Con peluca y gafas, consigue acercarse a Kimberly y sus amigas, que no han conseguido acceder a una discoteca. El miembro del KGB, como buen samaritano que pasaba por allí, consigue entablar conversación con ellas al asegurarles que un amigo suyo podría conseguirles carnés auténticos. Sin ser consciente de ello, Kimberly ya ha dejado entrar a un espía soviético en su círculo.
Paige durante la celebración de su cumpleaños
Ya con Philip en casa, éste ayuda a Henry a repasar las capitales de estado mientras intenta sonsacarle información sobre su hermana Paige y todo el tema religioso. Aunque se dedique al espionaje, es un tanto torpe de puertas para dentro, pues no se da cuenta de que la hija pulula por el salón y ha oído la conversación.
Elizabeth se reencuentra con Lisa
A Elizabeth también le toca noche de trabajo. Ella, en modo Michelle, acude a ver a Lisa (Karen Pittman), aparecida previamente en el noveno capítulo de la segunda temporada, la madrina de Alcohólicos Anónimos.
Tras pasar la noche allí, algo que incomoda a Maurice, el marido de Lisa, ésta comienza a explicarle sus problemas a Michelle aka Elizabeth. Tras estar su marido cuatro meses sin trabajo, Lisa se ha visto obligada a mandar a sus hijos con su hermana.
Volviendo de nuevo a Philip, el espía, que usa el nombre falso de Jim, se reúne con Kimberly y sus amigas, que ya tienen las fotos para sus carnés. Jim les cuenta que es un abogado que pertenece a un lobby que quiere que el congreso fije un límite de edad igualitario en toda la nación para el consumo de alcohol.
Por la noche, y gracias a Kimberly, Philip trata de ganarse a su hija con un vinilo de Yaz, consciente de que cualquier detalle podría servir para desequilibrar la balanza. El padre ha utilizado las últimas ausencias de Elizabeth para su beneficio, acercándose a su hija y ha querido dejarle claro a su esposa que ahora quien manda en casa es él, al decidir la cena del cumpleaños de Paige.
El pastor Tim y su esposa durante el cumpleaños de Paige
Pero el trabajo de espía nunca se detiene. Tras recibir una llamada de Kimberly, Philip/Jim queda con ella, con quien comparte porros, música de Yaz ("Only You") y abrazos. ¿Hasta qué punto se verá obligado a llegar Philip con una menor como Kmberly para acercarse al objetivo?
Tras esta conversación, la rusa no tarda en abrirse a su compañera, a la que anteriormente había ninguneado, dándole charla. Tras pedirle perdón por su comportamiento previo, Nina se inventa una historia, pero ahora quien decide cerrarse en banda es Evi.
Con el paso de los días, Nina sigue intentando acceder a Evi y le cuenta que ha sido acusada de traición al país y que, antes de su detención, formó parte de las filas del KGB en Washington. Allí fue descubierta mandando dinero a su familia desde Estados Unidos, pero la inteligencia estadounidense la descubrió, por lo que se vio obligada a colaborar con ellos. Tras confesar, los soviéticos le dieron otra oportunidad, pero también la fastidió. ¿Se ha inventado Nina toda esta historia para ganarse la confianza de Evi o de verdad está confesando con pelos y señales su pasado antes de entrar en la embajada?
Sea como sea, tras una pesadilla ¿fingida?, el mensaje de Nina consigue hacer efecto en Evi, que acaba envolviéndola en un abrazo.
La gran muestra de desconfianza la vemos en una cafetería en la que acuden a cenar Stan y Zinaida. A pesar de que Stan sospecha de ella durante su visita al baño, el agente no quiere mostrar todavía sus cartas e intenta complacerla y fingir que todo sigue igual que antes con algo tan simple como una chocolatina o abriéndose ligeramente sobre su reciente separación.
Mientras suena "Don't Go", de Yaz, de fondo, Stan vuelve al café en el que previamente ha cenado junto a Zinaida para inspeccionar metro a metro el baño de mujeres. Pero tras revisar todos los huecos, recovecos y techos sin éxito, decide hacerle una visita a Sandra, a quien pide perdón y le confiesa que le fue infiel con otra mujer. Consciente de que su marido sigue sin captar que ella ya ha pasado página y rehecho su vida, pega un portazo, a ver si así Stan despierta de una vez de su mundo de fantasía.
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