SENTENCIA

El juez condena a Telecinco a pagar 150.000 euros a Esther Cañadas por atentar contra su honor

Mª Eugenia Yagüe, Pepa Jiménez y Jaime Peñafiel hicieron comentarios no verificados en 'Está pasando' en 2007

Por Diana López de Diego El 27 de Febrero 2015 | 14:45

Esther Cañadas

Esther Cañadas, en julio de 2007, demandó a Telecinco y a tres periodistas, Mª Eugenia Yagüe, Pepa Jiménez y Jaime Peñafiel, por atentar contra su honor en un reportaje del programa 'Está pasando' en el que se cuestionaba la acogida de una niña india en su casa. Ahora, y según comunica Vanitatis, la modelo ha ganado la batalla y el Tribunal Supremo ha condenado a los demandados a pagar 150.000 euros de multa, la mitad de lo que pedía la interesada. Únicamente Susana Jurado, periodista que también aparecía en la demanda, ha sido absuelta.

Francisco Marín Castán, el juez del caso de Cañadas, también ha condenado a Telecinco a difundir la sentencia en el mismo programa, 'Está pasando'. Sin embargo, al no seguir en antena hoy en día y desde 2009, deberá ser emitida en el programa que actualmente está ubicado en la misma franja, es decir, 'Sálvame'.

En cuanto a los periodistas también demandados, el juez les condena a abstenerse de realizar nuevas intromisiones ilegítimas en el derecho al honor y a la intimidad de Esther Cañadas con relación a la acogida de la pequeña Farzana Khatun.

La versión de los hechos según la Justicia

Esther Cañadas solía viajar a Calcuta entre 2001 y 2004 para visitar una escuela de adolescentes. En una de sus visitas, la modelo conoció a Farzana, una niña de dos años que más tarde adoptaría. El compromiso de adopción se realizó el 23 de diciembre de 2004 y tuvo como testigo a la Fundación Sabera. La madre de la niña le cedió la tutela por escrito a Cañadas, quien hizo que construyeran una casa a la familia en Calcuta.

Farzana entró en España con un visado turístico de tres meses, que más tarde Esther prorrogó. Después, la modelo decidió formalizar un acogimiento de acuerdo con la ley española, procedimiento que se realizó con el total consentimiento de los padres.

Tras diez meses de acogida, Cañadas devolvió a la niña por deseo de sus padres. La entrega se hizo efectiva el 29 de septiembre de 2004, después de que la madre de la pequeña lo pidiese el 19 del mismo mes. Todo el tiempo que la Farzana ha estado con Esther, la madre biológica ha estado informada de su estado de salud y sus condiciones de vida.

Jaime Peñafiel

La versión de los hechos según Telecinco

Tres años después, 'Está pasando' emitió un reportaje en el que se pueden ver unas páginas con un sello en el que pone "Informe confidencial de Esther Cañadas" sobre el que se preguntaban el porqué de la devolución de la niña a La India.

En el informe ponía: "La modelo firmó un compromiso para tenerla con ella tres meses, telefoneando cada 15 días a la madre. En el tercer mes, las llamadas se fueron distanciando. Esther llamó a la India comunicando que no tenía intención de regresar con la niña a Calcuta, ya que se había iniciado el proceso para obtener la residencia en España del bebé, y si éste salía de España el proceso se paralizaba. Los responsables de Sabera le pidieron que no lo hiciera, pero ella se empeña. Los responsables cedieron y convencieron a la madre para que la niña se quedara en España y que más adelante viajaría a Calcuta. Siete meses después, fue la propia Esther quien se puso en contacto con un colaborador de la ONG y le dijo que se llevase a la niña de regreso a la India".

"Ante los consejos que le daban de que una cosa así no debía hacerse y más después de la que había liado, Esther, que en ese tiempo comenzó su relación con Sete, alegó que se encontraba mal anímicamente y que deseaba ingresar un mes en un sanatorio para recuperarse. Se le propuso cuidar de la pequeña mientras ella se recuperaba, pero la modelo, una vez más, decidió actuar por su cuenta. Justamente, en ese tiempo, era cuando conocía a Sete. Su asistente personal viajó con Indira a Calcuta y se la entregó a sus padres sin dar ninguna explicación", emitió el programa.

La intervención de Mª Eugenia Yagüe se resume en que ella pensaba que un niño "no es como un mueble que no te gusta, que lo tienes en casa y luego lo devuelves porque no te hace juego con la alfombra". Pepa Jiménez, por su parte, dijo: "Si esto va a convertirse en una compraventa de niños, apaga y vámonos. Hay unas leyes y unos compromisos que tienen que cumplirse porque si no, mañana me voy a la India me compro una niña y me la traigo".