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Alicia está afónica, tiene laringitis ("¡no es un resfriado!") y debe enfrentarse a una entrevista crucial ante un consejo editorial. De ésta dependerá que ese consejo que la interroga la apoye, lo que supondría ganar dos puntos del electorado.
Los miedos se desatan cuando Elfman y Marissa Gold dejan sola a Alicia. Antes de hacerlo le piden dos cosas; no ver la entrevista que el mismo consejo editorial ya ha hecho, y publicado, a Frank Prady y apagar el teléfono.
Por supuesto, Alicia no hace ni caso y comienza a ver la entrevista de Prady. Nada más empezar éste afirma que Alicia piensa en pequeño mientras que él piensa en "grandes problemas". Problemas de racismo u otros sociales que igual se escapan de jurisdicción.
Desmontando a Alicia
El acuerdo tácito que existe en 'The Good Wife' para respetar la coherencia entre lo que es real y lo que no lo es se hace añicos cuando "lo que podría ocurrir", según Alicia Florrick, se nos hace visible.
Alicia comienza a imaginar una posible respuesta a una hipotética pregunta acerca de esas cosas pequeñas y esos "grandes problemas" de los que habla Prady. En su imaginación Alicia parece bastante antipática por lo que comienza a sentirse juzgada por Johnny Elfman y Eli Gold. Sus opiniones son como Florrick imagina que serían.
Ambos asesores actúan como los hemos visto en otras ocasiones. Uno es una especie de ángel y el otro un demonio que aparecen sobre los hombros de Florrick para darle consejos. Todo pasa a ser una continua lista de pros y de contras sujetos a compromisos y a los puntillosos comentarios de la "body woman" de la candidata.
No quiero abandonar este mundo dejando esto pendiente
En mitad de esa locura, Alicia recibe una llamada de Louis Canning (Michael J. Fox). Éste le dice que está agotando su tiempo en este mundo y que no quiere hacerlo sin dejar asuntos pendientes. Quiere llegar a un acuerdo acerca de la demanda por desahucio que interpuso contra 'F, A & L'.
"Sr. Canning, lleva ya tres meses diciendo que va a abandonar este mundo. Así que, disculpe mi incredulidad", le suelta Alicia nada más escuchar lo de la demanda. Puede que sea cierto eso de que Alicia no es muy simpática.
Alicia hace otra lista de argumentos que Canning podría decir en su declaración junto a otra lista de hechos que podrían refutarlos. Howard Lyme fue protagonista, o mejor dicho el instrumento, de aquel desahucio y todo se vuelve imprevisible en lo que Alicia imagina que podría pasar.
Canning podría argumentar que el acuerdo escrito que hacía socio a Lyman no es anterior a la del desahucio. Esto podría refutarse con un acuerdo oral previo entre Lyman y 'F, A & L'. Este argumento, a su vez, podría tumbarse con la necesidad de entender el contrato y ya sabemos que el anciano socio se distrae con facilidad... Y así todo el rato hasta que Alicia piensa en la figura de David Lee y en la posición de éste en la demanda.
Acabo de comprar al próximo fiscal del estado
Todo se complica. aún más, en la mente de Alicia cuando Elfman la telefonea para informarle que un blog, llamado "Court Scene", ha publicado que existe una escucha en la que Lemond Bishop dijo; "Acabo de comprar al próximo fiscal del estado".
Alicia entonces imagina a Bishop en su cocina, cómo no, hablando por teléfono con alguien y pronunciando la frase que se cita en el blog. La imaginación de Alicia se bifurca en varios caminos dando continuidad a lo que Bishop dice y adaptándolo todo a lo que mejor le conviene a ella.
La abogada termina transportándose a la cocina de Bishop, imaginar algo aún no es delito, para pedir al mafioso que done dinero a Prady y así éste pueda empatar en financiación a base de dinero sucio. Para no implicarse mucho coloca a Kalinda en su lugar, produciéndose a los pocos segundos un "momento Unamuno" (los personajes que Alicia ha creado se le revelan).
Daños y perjuicios
Todo lo imaginado con Bishop se ha intercalado en la mente de Alicia con el caso de Canning. Éste pide doce millones por daños y perjuicios al haber perdido a un cliente, Seguridad Solis, en ese periodo de tiempo en el que estuvo desahuciado.
Alicia, imaginariamente, argumenta que ese cliente le abandonó por otro bufete que también andaba, por aquel entonces, sin oficinas. Más Howard Lyman, y su afición por dormir la siesta en paños menores.
La única dosis de realidad la aporta Kalinda cuando informa a Alicia que David Lee está compinchado con Canning, durante la última semana se han cruzado veintidos llamadas. Conscientes de estas llamadas, 'F, A & L' basarán su estrategia en minimizar daños.
No hablamos así y tú lo sabes
Kalinda también ha pasado por la mente de Alicia. Lo ha hecho de forma muy sugerente visitando a Peter Florrick. Ambos mantienen un forzado flirteo, lleno de frases imposible sacadas de telenovelas, que finaliza cuando ambos personajes se revelan en un nuevo "momento Unamuno"; "No hablamos así y tú lo sabes".
Los casos vuelven a mezclarse y suele ser Canning el que medra en todos. Antes le había robado una frase a Bishop,"Podría apoyar a Frank Prady", y ahora azuza a los entrevistadores de Alicia para que sean más agresivos con ella, que le hagan preguntas que un fiscal le haría.
Alicia visita la Web que ha publicado lo de Bishop. Cuando lo hace empieza a sonar el ruidito de un anuncio de tarjetas de crédito en el que un hombre trajeado cuenta todas sus ventajas; "¿Qué quiere en una tarjeta de crédito? Todo".
La voz del anuncio le tan resulta familiar a Alicia que se pone a pensar en Will Gardner. No piensa en los malos momentos sino en aquellos más íntimos que añaden a su locura mental un aspecto sexual que parece dejar lo de su entrevista y lo de Canning en un segundo plano.
Todo lo que Alicia siempre quiso saber sobre el sexo (pero nunca se atrevió a imaginar)
A Alicia le sale humo de las orejas y no sabemos si es de tanto pensar en Bishop y Canning o le pasa por recordar sus momentos íntimos con Will. Decide salir por patas, dar una vuelta mientras escucha música en móvil.
Suena 'Pa Bailar' de Bajofondo & Julieta Venegas, no es precisamente un bufete de abogados. La canción tiene un toque "electrolatino" que incita al "perreo" y no ayuda a rebajar el calentón. Mientras camina sustituye a Will por John Elfman en sus recuerdos eróticos.
Más tarde prueba con Finn Polmar sin que la temperatura emocional de Alicia se modere. Parece que la abogada ha sincronizado sus sentimientos con el reproductor del móvil y cuando suena 'La Luna' de Lucy Schwartz sus sensaciones se vuelven más románticas sin que eso mejore su estado porque aparece de nuevo la sombra de Will Gardner, que no se parece nada a Will Gardner.
Acordes y desacuerdos
Una nueva trama entra en la cabeza de Alicia cuando recibe en su móvil un mensaje que va dirigido a Grace de parte de un tal Evan que le dice "Dios te quiere. No te rindas". Al segundo es Grace la que escribe "No me rindo. Estoy harta".
Deberían emitir las cosas de Grace en Disney Channel, o en 13Tv, para que éstas no se mezclen con el resto de temas serios que se tratan en 'The Good Wife'. Por suerte llega una versión de 'Sweet Jane' de Lou Reed, que estás en los cielos, para volver a la vida adulta. La música se mezcla con la imagen de un vagabundo en silla de ruedas para transportarnos, de nuevo, a una discusión con Canning.
'Sweet Jane' hace que Alicia sea de todo menos dulce con el mermado abogado. Éste ahora aduce que sus problemas de salud empeoraron a raíz del desahucio y que eso le impidió poder dedicarse a su cliente en plenas facultades físicas. Florrick le ataca y vuelve a insinuar que sus problemas son fingidos y muy convenientes según el caso. El pobre Canning se siente asediado y le grita "¿Por qué me atacas así?".
"¡No soy yo! ¡Es la música!", dice Alicia mientras cambia la canción. Ahora suena Bach; su estado de ánimo se atempera y suaviza. Entiende que deben ceder, en parte, con Canning. Llama a Diane y Cary para mostrar su opinión y estos le dicen que no habrá declaración ya que el estado del abogado ha empeorado y ha sido ingresado en un hospital
¡Hipócrita!
Alicia se encuentra en el hospital donde ha sido ingresado Canning. En una conversación mental el abogado le pregunta por qué ha acudido a verle. Ella le dice que él habría hecho lo mismo, a lo que éste confiesa que no. Está claro que Canning no deja de ser un borde ni en los mejores sueños de Alicia.
El tema de Grace monopoliza por un rato la mente de Alicia ya que la falta de fe de su hija parece suponer un problema, de confianza, para ella. Empieza a imaginar embarazos no deseados y cuelgues a base de pegamento. En su mente se produce un debate sobre fe entre el Pastor Isaiah Easton, Gbenga Akinnagbe, y el evolucionista Richard Dawkins (pensaba que se trataba de un cameo pero se trata de Michael Siberry).
Alicia aprovecha la ocasión para pedirles consejo acerca de mentir en su entrevista, ante una posible pregunta sobre la financiación de Bishop. El pastor le aconseja decir la verdad, visualizando tras esto una situación idílica en la que Alicia logra el apoyo de sus entrevistadores. Todo son risas hasta que Eli le devuelve los pies a la tierra, de forma imaginaria.
La mujer de Canning (Susan Misner) le agradece su presencia en el hospital. La abogada le pregunta si puede hacer algo por ella o por Canning y ésta le dice que sí; "Puede rezar por él... Para que sobreviva esta noche". Alicia duda, se lo piensa y termina diciendo que sí. Dwakins y el pastor se ponen de acuerdo para gritarle "¡hipócrita!" al unísono.
Un final made in Hollywood
Cuando Alicia está preparándose para acudir a la entrevista habla con su hija acerca de lo ocurrido con los mensajes. También le pregunta por el estado de su fe a lo que Grace responde con respuestas vagas. "Espero no influenciarte para no creer" le dice la abogada, tras delegar en ella la oración que le había prometido a la mujer de Canning por "educación".
Elfman la lleva a la entrevista y Alicia, tras otro diálogo mental con Prady, sigue con sus dudas acerca de la verdad; de hacer el bien. Su asesor le dice; "La única forma de situarte en un lugar que te permita hacerlo bien es ser elegida. Esa es la mayor verdad. Y si no eres la elegida algún otro va a tomar ese lugar y va a hacer las cosas mal".
Alicia mira embobada a Elfman mientras en su MP3 emocional de vuelve a sonar 'La Luna' de Schwartz, que no deja de repetir, una y otra vez, la palabra "Love".
In my opinion
"Mind's Eye", por razones obvias, ha sido un capítulo completamente diferente al resto. Habíamos visto algún amago de locura en los capítulos en lo que intervenía Elsbeth Tasciani pero en esta ocasión se lleva al extremo cambiando totalmente la estructura y desarrollo del episodio.
Resulta también obvio decir, queda claro en los títulos del recap, que este episodio me ha recordado a muchas escenas vistas en películas de Woody Allen, En algunas de ellas el protagonista, en un momento dado, podía transportarse a su niñez, consultar una inquietud a un rabino o preguntar dudas sobre seducción a un imaginario Humphrey Bogart. En este sentido, en "Mind's Eye" no ha existido mesura a la hora de recurrir a este tipo escenas aunque toda evocación de Alicia Florrick tiene un porqué detrás que da coherencia dentro de la locura.
De nuevo el tema de la fe de Grace estorba en un episodio así. No sé que pretende 'The Good Wife', a veces, cuando le da tanta importancia a eso de creer o no creer en algo. Entiendo que en la sociedad americana puede ser un tema interesante pero me aburre si se centra en las dudas de una adolescente que aparece en la serie de forma ocasional.
Supongo que "Mind's Eye" tendrá tantos detractores como aduladores. Creo que en este sentido podría desdoblarme y situarme como fan absoluto en mi rol de espectador mientras que como redactor de recaps de 'The Good Wife' siento un profundo odio hacia quien tuvo la brillante idea de hacer de este capítulo algo indescriptible.
Open Source
Frank Prady ataca al gobernador como táctica electoral y Alicia tendrá que plantearse si hace lo mismo. El bufete lidiará con un caso en el que un hombre resulta herido con una pistola creada en una impresora 3D. El capítulo contará con el marido de Diane como experto en balística. Se emitirá el próximo Domingo en la CBS.