Este miércoles 11 de marzo finaliza una de las temporadas más exitosas de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' en la que ninguno de sus programas ha bajado del 10% de media. Diego, uno de los pretendientes, se presentaba al programa para encontrar a su musa. Se definía como director de cine "raro". Tras varias semanas de concurso ha ido eliminando a cada una de las participantes, y antes de la final repasa en FormulaTV.com sus cinco mejores y peores momentos en el programa.
Los mejores momentos
Las chicas
¡Qué decir de las chicas! No es por desmerecer a las demás, pero las mías eran las mejores a primera vista. Recuerdo el speed dating con especial cariño porque es el momento en que nos conocemos en condiciones. Dan poco tiempo, pero como siempre se me iba la olla y estaba más tiempo con cada una de ellas. ¡Cómo para no querer compartir tu tiempo con semejante amalgama de mujeres de todas formas y colores! Además aún quedaba la magia que después se irá perdiendo.
Diego se besa con una de sus pretendientas
Darme cuenta que todo es "real"
Siempre he sido fan de los realities y '¿QQCCMH?', junto con el mítico 'Confianza Ciega', es mi favorito. Siempre he sido fan del programa pese a que la primera edición me costó engancharme porque era un producto totalmente nuevo para el espectador español. Todo lo que en un principio me echaba para atrás terminó convirtiéndose en la fórmula de mi fanatismo por el programa.
'¿QQCCMH?' es la suma perfecta de reality + dating + sitcom de humor absurdo. Este último punto es el que más se ha debatido... ¿Somos actores? ¿Hay guión?¿En serio existe gente tan absurda? Yo me lo preguntaba y a veces no quería saber si se trataba de una absoluta genialidad por parte del equipo de casting o una pantomima totalmente guionizada. Pues bien, todo es real e hiriente como la vida misma. No somos personajes, de hecho os invito a hacer un ejercicio: fijaos en la gente que va a una discoteca un sábado por la noche. Ahí sí que hay personajes que parecen extraídos de las viñetas de "Predicador" o de una revisión 2.0 de lo valleinclanesco.
Diego y su madre en '¿QQCCMH?'
El magnífico equipo que hay detrás
Como si me poseyera el espíritu de Jose Luis Moreno, sin banda de rumanos eso sí, me deshago en alabanzas con el equipo que es "grandioso", "fabuloso", "espectacular". Mucha gente califica '¿QQCCMH?' y otros programas de índole similar como "telebasura" y piden su retirada. Desde aquí les pregunto, ¿qué es telebasura? Si vieran por un momento la de gente que hay detrás y su esfuerzo se callarían. No puedes pedir la cancelación de un programa que mueve a tanta gente entre cámaras, sonido, editores, producción, dirección...Yo además me he llevado buenas amistades. Ya que con las chicas tampoco podías tener largas conversaciones, ya que no te dejaban, así que siempre quedaban los trabajadores.. Divertidos, honestos y llenos de experiencias. Una de las razones por las que entré era por aprender y sin duda lo hice con este equipo.
La experiencia
Lo típico y tópico de estos casos pero muy cierto además es lo único que vas a llevarte del programa. Si quieres fama fácil, ya sabes, pierde tu dignidad cada momento que estés delante de la cámara, miente, insulta, jode a los demás... No te llevarás ni un solo amigo pero llamaran a tus puertas ofreciéndote dinero fácil.
Yo no quería caer en eso y me he llevado hostias y aprendizaje. La primera lección es que tu madre es sagrada. Yo pese a las discusiones lógicas con ella, ahora la admiro y quiero más si cabe. Mi madre detectó las artimañas de algunas de las chicas desde el minuto uno. Yo me cegué un poco porque tampoco me tomaba en serio lo que estaba sucediendo dado lo inverosímil de la situación. Por advertir y ser buena madre, la pobre ha quedado a veces de dura. Mejor eso que quedar de falsa.
Además, del aprendizaje, es una experiencia divertidísima si en ningún momento te la tomas en serio. Si desde un momento crees que es tu vida real estás perdido, por un lado vas a aburrir al espectador porque la realidad es aburrida y lo segundo, no lo vas a vivir al 100%.
Diego le pide a Angie que vuelva al programa
Ver el programa terminado divierte
Pese a que yo no he sido el gran personaje de la edición (el no ser guapo y el ser autoconsciente de dónde estaba ha jugado en mi contra y así se ha reflejado en el montaje final), ha sido gracioso ver qué sentido le dan los editores. De todos es sabido que gran parte de la gracia del programa es el montaje, un montaje que le da el verdadero sentido a todo y que ni mucho menos se va a parecer a lo que ha grabado. Ahora además, he podido disfrutar de las bonitas palabras que me han dedicado las pretendientas como "hijo de puta", aunque quién sabe si también es cosa del montaje y en realidad la frase entera es "¡qué hijo de puta, qué arte tiene!". Pero bueno, a mí por no ponerme no me ponían ni sonidos.
Los peores momentos
Las chicas
Aquí es donde más tela hay que cortar para bien y para mal. La mayoría de espectadores lo sabe y sino lo repito: no van a buscar el amor. Las pretendientas no te conocen, les das exactamente igual que seas el millonario de la edición, el friki, el gay o incluso el operador de cámara. De hecho el casting supuestamente "a medida" deja que desear y algunas chicas son solo intercambiables como cromos en un recreo. Un mercado de la carne si puedo ser más bruto. Sino, ¿a qué viene que yo tenga a la rusa con ínfulas de millonaria malvada y el candidato rico a una simpática cosplayer? Pasan los días con las chicas y, como todo en esta vida, pues a lo mejor se enamoran de ti porque bueno, convives con ellas pero en realidad pocas o ninguna lo harán. Pasan los días y ya solo huelen el bolo, el trono de 'Mujeres y hombres y viceversa' o la escena porno que van a grabar y se ciegan, dejándoles de importar el programa, el candidato, la madre y el espíritu santo.
Las polémicas
Mucha gente cree que las polémicas benefician al programa y lo único que hace es perjudicar el formato y restarle una credibilidad ya de por sí escasa. Esta última edición ha estado rodeada de polémicas entre las sexualidades confusas, personajes que mostraban su actual relación antes de terminar el programa o intentos desesperados de llamar la atención para mendigar una portada de Interviú. Pero bueno, parece que la jugada ha salido bien y sirve para llenar un poco el frigorífico. Yo he preferido mantenerme al margen de polémicas, he podido entrar en discusiones y beneficiarme de situaciones, pero no todo vale para conseguir dinero y no quiero prostituir mi imagen.
Diego con sus pretendientas
No poder disfrutar del programa
Era mi mayor frustración cuando me reencontré con todos mis compañeros y estaba en la ceremonia final. ¡Ya sabía todo! ¡No podía disfrutar del programa porque tanto yo como amigos míos estaban en él! Tras mi ceremonia quería aislarme y enterarme de lo mínimo, así que me fui a una pizzería cercana a aprovecharme del buffet libre y aislarme del programa y su final en una orgía de queso y masa fina. Pero claro, era inevitable saberlo. Aún así, y por lo que me contaban mis compañeros, mis ganas de ver todo lo que habían liado era muy grande. Los detalles de la historia de David no podían dejar de sorprenderme con esos elementos castizos berlanguianos mezclados con toques de brujería que ni al película Häxan. Sin duda, una de las historias más reivindicables de la edición.
Lo que se queda fuera
El equipo de edición es brutal. Hay mucha gente que se cree que hay solo un par de editores o uno solo. ¿Estamos locos o qué? En fin. Retomo lo mío. El equipo es muy bueno y tiene la difícil tarea de montar todo de manera simpática, añadir sonidos absurdos y poner temazos sincronizados con la acción creando lo que se llama el efecto "mickey mousing". Pero también tienen la difícil tarea de elegir que se emite y que no. En horas y horas de emisión muchos momentazos se quedan fuera. De mi parte hay sitios y situaciones que debieron considerar demasiado extrañas o absurdas para el espectador medio. Puedo decir que he sido víctima de los recortes y esta vez no ha sido por Rajoy.. Se nota que mi "personaje" no era para el público mayoritario pero bueno, mejor salir poco y bien que mucho y haciendo el imbécil.
Lo más leído
El capítulo 3
No recuerdo episodio más aburrido y sin sustancia que este y está mal que lo diga yo que fui participante. Lo que pudo haber sido una road movie de la chorrada fina (lo digo con conocimiento de causa por lo que grabé y que se quedó en el tintero). Ni el Manantial de luz pudo levantar una falta de ritmo que por suerte pudo resolverse en posteriores episodios.