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Renovación de votos nupciales
Habíamos dejado a los Underwood lanzándose los trastos a la cabeza en el anterior capítulo. En los primeros minutos de este "Chapter 33" vemos a la pareja renovando sus votos nupciales. Algo ha tenido que cambiar, aparte del color de pelo de Claire (será esto lo que nos indique en qué punto temporal estamos).
Unos monjes, que forman parte de un intercambio cultural con el Tibet, estarán en la Casa Blanca un mes. Ese es el tiempo que tardarán en terminar, muy pacientemente, de dar color a un tapiz.
Foto presidencial
Demócratas y republicanos siguen trabajando en el proyecto legislativo que enmienda la ley Stafford que permite al presidente usar los fondos de FEMA. Dunbar les apoya y Jackie se mantiene la margen aunque deberá votar como el resto de congresistas. Si llega a ser aprobada el presidente la vetará. Si invalidan el veto; Frank no la cumplirá.
Frank y Claire se hacen la foto que servirá de modelo para pintar el retrato presidencial. Cuando Francis pone una mano sobre el hombro de su mujer, ésta hace un pequeño ademán de repulsa. Éste le pregunta sobre ese gesto esa misma noche. La primera dama se hace la tonta; "Creo que estás pensando demasiado en algo que no creo que haya pasado".
No, no estamos bien
Frank dialoga con Yates mientras beben y juegan a videojuegos, uno de esos de pegar tiros, junto al cuarto de la primera dama. Es tarde y ésta sale, con su batín, para decirles que, por favor, hagan menos ruido.
Cuando se han marchado a otro cuarto Thomas pregunta al presidente por qué duermen en cuartos separados. Frank le contesta que eso se fue dando a los pocos meses de llegar a la Casa Blanca pero que su matrimonio está bien. Tras pensarlo dos segundos termina admitiendo que han tenido épocas mejores y que no; "No estamos bien".
Tras la confesión de Frank, Thomas admite que escuchó los gritos en el vuelo de regreso de Rusia. El presidente sigue en plan sincero y le dice que esa discusión fue diferente a cualquier otra. Duró demasiado y se dijeron cosas que difícilmente pueden ser retiradas.
Somos igual que los demás
En la reunión de gabinete de gobierno se habla sobre 'AmWorks'; suponen que en dos o tres semanas el congreso aprobará la ley que Underwood tumbará. También se trata el envío de militares a la zona del Jordán.
Interviene Claire para explicar el estado de la propuesta en la ONU; será votada por "Asamblea General" pero está bloqueada por un sabotaje del bloque africano. Esto parece ser consecuencia de una "ayuda" que Israel, no parece del todo seguro con la propuesta, donó a Zimbabue para la "prevención del SIDA", a cambio de este veto.
Claire pide aumentar esta provisión al país africano. Es decir; comprar el voto africano igual que ha hecho Israel. Frank se niega a hacerlo ya que sabe que el presidente de Zimbabue es un corrupto y un asesino. No contento con decirle que no añade que está mal planteado y que "debería pensar antes de traer una propuesta así".
Más tarde, y en privado, el presidente le dirá que aquello fue un "aporte de novatos". A raíz de ese comentario hablan sobre la discusión en el avión y sobre eso de "hacerle presidente". La primera dama se horripila al pensar que se han convertido como "todos los demás", recordando quizás la descripción del matrimonio que Corrigan le describió.
Doug Stamper
Doug Stamper se reune con Orsay. Ha encontrado a Rachel, aparece en una grabación hecha en un semáforo. Sólo sabe que ha cruzado un paso de cebra en Santa Fe. Puede que viva allí, no lo sabe a ciencia cierta pero aquello parece un buen comienzo. A Doug esto le parece insuficiente y sigue sin mover hilos para el desbloqueo del pasaporte del agente del FBI.
La enfermera que ayuda a Doug en su rehabilitación le dice que se marcha a Seattle y le invita a una fiesta de despedida que celebrará en su apartamento. Él decide acudir y así hacer un "break" en los dos trabajos que ahora ocupan su tiempo; aconsejar a Dunbar y vigilar el semáforo de Santa Fe en el que Rachel apareció.
No parece que Doug vaya a ser el alma de la fiesta pero se queda hasta final y termina acostándose con su ya ex-enfermera. Aquello, sabiendo el estado en el que se encuentra el asesor político, podría terminar peor que 'Stockholm' pero la chica no parece arrepentida y él disfruta de esa pequeña tregua que le ha regalado la vida política.
Franking y Eleanor Roosevelt
Los Underwood desayunan en silencio hasta que Francis le pregunta a su mujer si le acompañará a la ceremonia que conmemora el ochenta aniversario de la seguridad social a la que el presidente asistirá. Ésta parece estar más ocupada que los budistas, que continúan con la elaboración de su tapiz.
El presidente da su pertinente discurso. Aprovecha el tono social que tiene el sermón para meter su particular cuña de 'America Works'. El plan estrella del presidente está teniendo sus primeros resultados y ya hay congresistas, de ambos bandos, que se atreven a apoyar al presidente.
Tras su discurso visita el memorial dedicado a los Roosevelt. Se detiene primero ante la escultura dedicada a Franklin y más tarde se para ante la de Eleanor, que tuvo el mismo cargo que tiene ahora Claire, delegada de EEUU en la ONU.
Eso parece abrirle la mente, o simplemente le enternece, porque cuando vuelve a ver a Claire le dice que le dará los fondos que sean necesarios para poder hacerse con el voto africano en la 'Asamblea General' de la ONU. Pasan a lo personal para hablar de los monjes, de su trabajo en equipo. Quieren algo así para ellos; "Tenemos que hacer algo", sentencia el presidente.
Sin Claire no estaría en la Casa Blanca
Claire decide teñirse el pelo, recupera su color natural, antes de la ceremonia mientras que Frank se prepara vistiéndose con un traje blanco.
Tras la celebración, Frank y Thomas visitan la primera casa que los Underwood compartieron. El presidente confiesa al escritor que sin Claire no estaría en la Casa Blanca. Ésta le apoyó desde sus comienzos, con la aportación de dinero de su suegro a su primera campaña, hasta los últimos días, por inspirarle esa falta de conformismo.
Frank admite que llegó a sentirse "avergonzado" tras casarse con con ella; "No la merecía". Ante esto Thomas también se sincera y admite que no escribió su primer libro. Lo hizo su amigo, el protagonista de la historia, antes de suicidarse. Él lo terminó y publicó pese a que éste le había pedido que lo rompiera.
Thomas decide hacer el viaje de vuelta con la caravana de periodistas. Allí empezará a confraternizar con el azote del gobierno; Kate Baldwin.
Enfrentamiento con Israel
Cuando Frank regresa a la Casa Blanca los monjes tibetanos ya se han ido. Tras un mes de esfuerzo elaborando el tapiz, éste ha terminado disuelto en las aguas de un río. Un buen ejemplo de arte efímero. El presidente pide a Edward Meechum, Nathan Darrow, que le consiga una foto del resultado.
Claire acude a una recepción diplomática para hablar con la embajadora israelí, Eliana Caspi (Jenna Stern). La primera dama le informa que su marido ha aprobado una ayuda a Zimbabue que duplica la antes hecha por Israel. Así, el país africano retirará la enmienda y le dice que espera que Israel no retire su apoyo.
La israelí le dice que esas no son formas de pedir apoyos. Esto enfada a Claire que pasa de "pedir" a "exigir". Ambas embajadoras olvidan sus dotes diplomáticas y discuten sobre el presidente y su valentía. Eliana presume de haber estado en el ejercito a lo que Claire responde que es más valiente tomar decisiones que provocan muertes que estar parada con una pistola.
Claire regresa triunfal a la Casa Blanca y, tras encontrar sobre su cama la foto que Francis encargó a Meechum, decide volver a dormir en la misma cama que su marido.
Knock, Knock
El inicio de "Chapter 33" ha sido desconcertante pero en 'House of Cards' todo tiene un porqué. Éste ha sido explicado sin necesidad de contarlo todo. Desayunos con silencios incómodos o discusiones, igual de incómodas, que se solucionan cuando uno, de los dos que están peleados, cede.
Me ha gustado como se ha gestionado el tiempo en este episodio. El color de pelo de Claire o el traje blanco del presidente nos hacía saber si estábamos en ese presente o un mes antes. En este sentido también me ha gustado que esa distancia de tiempo haya coincidido con el empleado por los monjes tibetanos en realizar su tapiz.
La entrada de Israel en la pelea puede darle una dimensión más a la guerra, fría, entre Estados Unidos y Rusia.
Chapter 34
Un huracán amenaza la costa Este americana y pondrá en riesgo el plan de empleo por el que tanto ha luchado el presidente Frank Underwood. Ya emitido en NetFlix