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Cuando todos esperábamos que el gran giro de 'The Americans' llegara con el personaje de Paige, para el que ya nos llevan preparando desde el final de la segunda temporada, el drama de espionaje, original como él solo, nos ha vuelto a romper todos los esquemas en el séptimo capítulo, "Walter Taffet".
El episodio, que sirve como ecuador de la tercera temporada, que desafortunadamente no está consiguiendo buenos datos de audiencia en Estados Unidos, ha introducido un descubrimiento que podría hacer tambalear el gran secreto de los Jennings, del que los espectadores somos cómplices, y no por su hija, sino por Martha.¿Quién se ganará a Paige?
Pero no nos avancemos. Tras la charla con su madre en el barrio de Gregory (Derek Luke) -el amante de Elizabeth (Keri Russell) al inicio de la serie-, a Paige le ha entrado curiosidad por la historia reciente. Estos cambios sorprenden a Philip (Matthew Rhys), quien no tarda en descubrir que su esposa ha intentado acercar a su hija a su posición bajo el pretexto de que sus progenitores lucharon por los derechos civiles para terminar con los guetos de la capital estadounidense.
Obviamente todo el plan de Elizabeth no le hace ni pizca de gracia al marido, que siente que su matrimonio últimamente se está ocultando muchas cosas de forma mutua. Pero Philip no tira la toalla y, aunque sin éxito, trata de ganarse a su hija con placeres del mundo capitalista en el que vivimos como es la comida rápida.
Philip finalmente acaba compartiendo pizza con su vecino y amigo Stan (Noah Emmerich), que entre confidencias, le suelta que su nuevo compañero en el FBI es un poco raro y hace muchas preguntas. Algo que me da que traerá muchas consecuencias a partir de la próxima semana.
Alerta: hay un espía en el FBI
Y es que en la agencia ha aparecido un transmisor en el bolígrafo de Frank Gaad, el supervisor de Stan, que fue colocado por Martha, a petición de su marido- hace ya muchos capítulos. La secretaria, conocedora del lío en el que está metida, ha destruido rápidamente los circuitos de la otra parte del aparato transmisor. Poco le ha faltado para ser descubierta.
Walter Taffet (Jefferson Mays), personaje que da nombre a este capítulo de 'The Americans', trabaja en el Departamento de Responsabilidad Profesional y es el elegido para liderar la investigación de espionaje dentro de las oficinas del FBI. Taffet tiene claro que el responsable es alguien de dentro. Por lo que me da que Stan va a comenzar a sospechar de su compañero, el agente Aderholt, por su extraña forma de ser.
Aterrorizada y ofreciéndonos su mejor capítulo de la temporada, Martha ha descubierto con todo esto que su marido Clark, aka Philip, no trabaja para el Gobierno de Estados Unidos como auditor y creo que se empieza a oler lo que realmente sucede, por ello prefiere ocultarle todo lo ocurrido a su esposo.
¿Hasta dónde llegará Martha?
El actual estado de Martha y las imágenes recurrentes de su pistola que no paran de mostrarnos me dan mucho miedo. Creo que próximamente sucederá una desgracia de la que Philip podría salir muy mal parado, poniendo así fin al falso matrimonio que actualmente sólo parece mantenerse por el placer sexual.
No sé exactamente qué planea Martha al obligarle a Clark a pasar la noche en el pisito de éste, pero está claro que la relación entre ambos ha llegado a un punto de inflexión determinante para el futuro de la serie.
Philip se sincera con Elizabeth
Pero mientras las mentiras entre Martha y Philip son mutuas, el esposo de los Jennings ha decidido ser más sincero con su mujer Elizabeth, confesándole que tiene un hijo, "otro hijo", de una relación anterior que ahora, a sus 20 años, se encuentra luchando en Afganistán.
Por otro lado, "Walter Taffet" también ha tenido su dosis de acción gracias al caso del espía sudafricano al que los Jennings investigan por encargo de Gabriel. Disparos, muertes y secuestros por parte del matrimonio. Todo ante la atenta mirada de Hans, el aprendiz de Elizabeth, que queda atónito. La realidad es mucho más cruda que los entrenamientos.
Sandra quiere el divorcio
También tenemos a Stan y sus problemas amorosos que, perfectamente darían para spin-off. A pesar de que intenta pasar página con su mujer Sandra (Susan Misner), por destino, o quizá insistencia, acaba cada vez más cerca de ella. No sin antes dejar Sandra claro que su relación amorosa es imposible, pidiéndole el divorcio.
Al igual que en el episodio anterior Elizabeth hizo con Paige, Stan ha hecho con su hijo Matthew, tratando de ganárselo al explicarle su pasado como agente secreto, fingiendo una vida que no era la suya con tal de acceder a determinados objetivos, lo que le causó muchos problemas.
Ahora que estamos ante la mejor temporada de 'The Americans' hasta la fecha, es una pena que la audiencia no acompañe y, tras tres años, quede inconclusa, con muchas dudas y sin un cierre. Espero que en FX prime la calidad y decidan, al menos, darle un buen final encargando una temporada extra más corta o con algún tipo de episodio especial de cierre.