La semana pasada en 'Anatomía de Grey' vivíamos un momento de total desconcierto cuando Meredith realizaba esa llamada telefónica a Derek y recibía respuesta de una mujer. Esa contestación hacía saltar todas las alarmas, ¿estará el doctor Shepherd engañando a su esposa?, ¿habrá comenzado una nueva vida olvidándose de su familia? A lo mejor, simplemente le han robado el teléfono o ha contestado alguna compañera mientras Derek está en alguna operación o reunión. Sea lo que sea, Meredith vuelve a ver peligrar su matrimonio.
En este decimosexto episodio titulado "Don't Dream It's Over", el estado de salud de un paciente desencadena una conversación entre Richard y Maggie sobre el Alzheimer. Mientras tanto, April y Jackson luchan para recuperar su vida normal, Arizona se enfrenta a la realidad de que Callie está siguiendo con su vida sin ella y Amelia y Owen intentarán comenzar una relación juntos. Por su parte, Meredith revela sus más grandes temores sobre Derek.
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Vuelven las dudas y los temores
El capítulo comienza justo por donde lo dejamos la semana pasada, con Meredith llamando por teléfono a Derek y descubriendo que la interlocutora es una mujer que cuelga rápidamente. Por si acaso, Meredith comprueba si ha llamado al número de su marido y, efectivamente, la llamada es correcta. Rauda acude a contarle lo sucedido a Karev y, sin quererlo, también a su medio hermana Maggie. Ambos le aseguran que Shepherd no le está poniendo los cuernos.
Si hay alguna experta en tema de cuernos en el hospital, esa es la doctora Torres. Así pues, cuando Meredith se encuentra con Callie no pierde ni un instante y aprovecha para preguntarle si se enteró de que estaba siendo engañada antes de que se lo contaran (recordemos que tanto George como Arizona le pusieron los cuernos). Ante la sorprendente cuestión, Torres le pregunta a su amiga qué es lo que le pasa. Meredith no tiene más remedio que confesarle la verdad.
El principal temor de Meredith es que Derek esté haciendo lo mismo que hizo con Addison, mudarse a una ciudad diferente, encontrar un trabajo nuevo y conocer a una mujer que le devuelva la felicidad. Pero lo que Meredith olvida es que en aquella ocasión fue porque Addison le engañó con Mark, su mejor amigo. Como bien le tranquiliza Callie, ella y Derek son la prueba fehaciente de que el amor existe, han pasado mil pruebas y Shepherd le ha demostrado una y otra vez que está enamorado de ella. Es imposible que le esté engañando con otra mujer.
Aunque las palabras de todos sus amigos y compañeros suenan tranquilizadoras, Meredith no puede evitar plantearse una y otra vez la idea de que su marido le esté engañando con otra. Quizá sólo le hayan robado el móvil o la llamada fuera contestada por una compañera mientras Derek estaba en una operación, pero las dudas son imposibles de disipar hasta que converse en persona con su esposo. Mientras está enfrascada en sus pensamientos y trabajos, por sorpresa aparece Derek por la puerta. ¿Qué tendrá que decir respecto a la mujer que contestó el teléfono?
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Recuperar la pasión
Tras su primer día en el trabajo tras el aborto inducido, April se muestra muy emocionada y excitada, tanto que no duda en hacer uso del matrimonio con Jackson en la primera sala que encuentra, pero la pasión se esfuma en un segundo cuando Avery se preocupa sin motivo por el estado de su mujer. April no entiende la razón por la que su esposo se interesa tanto por cómo se encuentra, sólo quiere que le deje de tratar como si fuera frágil, como si se fuera a romper en cualquier instante, quiere volver a sentirse ella y a ser mujer. Finalmente, ambos se dejan llevar disfrutando del amor que sienten.
Otros que también disfrutan del momento son Amelia y Owen. Si la semana pasada les dejábamos disfrutando de la pasión desenfrenada y celebrando el éxito del trabajo bien hecho, en este capítulo descubrimos que realmente no pudieron culminar su amor, ambos vieron interrumpido el instante de pasión por los típicos avisos de urgencias tan inoportunos. No obstante, ha quedado claro que entre los dos hay mucho más que tensión sexual no resuelta, aquí tenemos a una pareja que esperemos dure hasta el final.
Ahora es mi turno
Tras acudir al hospital por un aviso urgente, Callie es descubierta por Arizona besándose con una chica con la que estaba teniendo la primera cita. Entre ambas se produce una conversación incómoda en el ascensor sobre lo que acaba de suceder y, aunque Torres siente que tiene que disculparse con Robbins, ¿por qué debe hacerlo? Su relación hace tiempo que terminó y pueden verse con otras personas, tener citas con otras mujeres u hombres y, como bien recuerda Meredith, Arizona ya estuvo con otras mujeres cuando todavía estaban casadas. ¿Qué culpa tiene Callie de querer rehacer su vida sentimental?
Finalmente, Callie opta por dejarle las cosas claras a Arizona, no tiene que entrometerse en sus citas ni preguntar cuánto tiempo lleva viéndose con otras personas ni interesarse por ella. Pero Arizona solo quería advertirle sobre su nueva chica, sobre Heather, una mujer con la que ya estuvo saliendo ella y que se enganchó demasiado rápido e incluso quería que llevaran tatuajes a juego y cuando le dijo que no, se puso bastante brusca. Menos mal que Callie ha sido advertida y que Arizona ha dejado claro que no eran celos lo que sentía, ¿o quizá sí?
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El conductor del vehículo siniestrado llega también al hospital en un estado muy alterado y parece que incluso ebrio. Cuando Maggie intenta reconocerle para ver el alcance de los daños, recibe un fuerte puñetazo que provoca que se golpee en la cabeza y caiga inconsciente al suelo. En ese momento. llega la mujer y explica que Martin, su marido, no está borracho, lo que le sucede es que tiene Alzheimer desde hace cinco años.
A pesar del fuerte golpe recibido y de parecer un tanto mareada, Pierce asegura estar bien y decide entrar en quirófano y realizar la intervención junto con Webber y Ben. Durante la operación, Maggie mete la pata hablando sobre el tema del Alzhéimer delante de Webber, la chica no llega a entender cómo alguien es capaz de dejar sola a una persona con tal enfermedad, pero claramente, Pierce desconoce lo de Adele y se disculpa rápidamente. Para sorpresa de todos, al despertar de la operación, Martin recuerda absolutamente todo, ¿le han curado del Alzheimer?, ¿es eso posible?
Debido a lo increíble del caso, recurren a la ayuda de la doctora Shepherd. Unas resonancias permiten a Amelia aclarar que Martin nunca tuvo Alzheimer, todo era por un líquido que ejercía presión en una parte del cerebro, provocando las pérdidas de memoria y, gracias al accidente, el líquido se desplazó, liberando la presión. Ese es el verdadero motivo por el que el hombre ahora es consciente de todo. Martin se recuperará pero ahora viene lo peor, enfrentarse a la realidad del accidente y descubrir que por su culpa una mujer embarazada ha muerto.
Tras ser informado de lo ocurrido, Martin ya no quiere someterse a la operación que le devolverá a su estado normal para siempre, quiere olvidar que es un asesino, aunque eso suponga el sufrimiento de su mujer y no recuperar su vida. Tras atender al paciente, Maggie ybRichard tienen un acercamiento en el que Pierce le confiesa a su padre que sabía lo de su predisposición genética al Alzheimer y le explica que se alegra que no sea por su parte, fundiéndose en un abrazo.
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