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La tercera temporada de 'The Americans' sigue su magnífico curso con el octavo episodio, titulado "Divestment", donde los Jennings, el topo del FBI y los nuevos encargos de Nina se han llevado el mayor peso, dejando bastante en un segundo plano a Paige y a Stan (Noah Emmerich), ausente en gran parte del episodio debido a que tenía que acudir al funeral de su compañero en Atlanta.
El caso Sudáfrica
Hans, el pupilo de Elizabeth (Keri Russell), decide seguir hasta un almacén a un Philip (Matthew Rhys) disfrazado de rockero de los 80, a una Elizabeth con peluca a lo Robin Wright en 'House of Cards' y a Reuben. Por más torturas a las que le sometan, los dos secuestrados no están dispuestos a hablar. Con todo el apartheid de Sudáfrica, Reuben decide cobrarse su venganza quemando vivo a uno de los dos supuestos espías, dejando con vida al que física y emocionalmente parece más débil, quien, ante todo lo vivido admite, que su misión era poner una bomba en un campus de Washington, pero que nunca llegó a hacerlo. Para su incredulidad, el retenido acaba siendo liberado en una zona despoblada.
Mientras sus padres luchan, a su manera, contra la segregación racial en Sudáfrica, Paige también se interesa por el tema, así como por el pasado de sus padres, y termina dando con un artículo de un diario sobre Gregory, el amigo de su madre, a quien le detuvieron por posesión de drogas y armas. La hija, que se encuentra en un mar de dudas, ya se debería comenzar a oler que el tema de sus padres es, cuanto menos, turbio, pero pese a ello, prefiere compartir sus descubrimientos con su madre.
Más trabajos para Nina
En cuanto a Nina, como nos temíamos, colaborar con el Gobierno soviético no le ha servido para conseguir la libertad, sino para reducir su condena a unos 10 años, tras los cuales, será puesta en libertad. Obviamente 10 años para alguien joven como ella es toda una vida, por lo que le proponen seguir colaborando con ellos a cambio de la libertad, el próximo objetivo: Anton Baklanov, el científico sobre el que pesan sospechas de sabotaje, a quien que conocimos en la segunda temporada. Además, al cargo de la instalación a la que está destinada, también hay una cara conocida de la embajada, Vasili Nikolaevich, quien fue traicionado por la propia Nina.
"Divestment" ha sido un capítulo de muchas historias y personajes. En este episodio también ha tenido peso la embajada soviética, tras unas semanas en muy segundo plano. El ministro de Ferrocarriles quiere a Oleg, su hijo, en la URSS cuanto antes, pero el joven no está dispuesto a abandonar Washington.
Martha se da cuenta de lo que ha hecho
Por otro lado tenemos a Martha, que desde el pasado capítulo está haciendo mucho para convertirse en el mejor personaje de la serie. Consciente de que toda la historia de su esposo Clark (aka Philip) es mentira, no está dispuesta a perder su trabajo de secretaria y acabar enjuiciada por ello, por lo que durante el interrogatorio se mantiene firme en su versión de que ella no tiene nada que ver con la pluma microfonada.
En casa, por fin Martha decide ponerle fin a la bola de su marido: "Han encontrado la pluma, ¿quién eres?". Sin necesidad de una respuesta, pues la secretaria no es tan tonta y ya sabe que ha colaborado con los soviéticos, Philip le vende la moto de que "soy tu marido, el que te ama más de lo que imaginas. Me enamoré sin quererlo", por lo que Martha rompe a llorar, pero las cosas se calman con un "Haré lo que haga falta para protegerte". Algo que sabemos que Philip no hará. Por un momento he temido que a Martha le diera un ataque de locura y usase la pistola.
Como ya comenté la semana pasada, estaba claro que la llegada del agente Aderholt en esta tercera temporada de 'The Americans' iba a despertar atención sobre el topo del FBI. Y así ha sido en el interrogatorio que nos han mostrado en "Divestment". Aunque nosotros sabemos que es inocente, su tono desafiante, bajo el lema "Ser nuevo no es malo", no creo que genere demasiadas simpatías.
Una temporada llena de conexiones
Si algo está haciendo muy bien la tercera temporada de 'The Americans' es darle continuidad a todas las tramas que habían quedado abiertas, trayendo de vuelta personajes de anteriores temporadas. Devido a la cantidad de tramas e historias, sería muy fácil pasar página, pero hay que felicitar al equipo de guionistas por ser capaz de conectar todo de forma coherente.
Este episodio de 'The Americans' nos deja con una Martha que obviamente ya no confiará en Clark a partir de ahora, una Elizabeth que quiere recuperar a su marido mostrándole el héroe soviético en el que se ha convertido su hijo Misha en Afganistán, una Paige cada vez más extrañada y curiosa con el pasado de sus padres y una agencia del FBI patas arriba. Y todo ello con Zinaida, el caballo de Troya ruso, a punto de estallar en cualquier momento.
