'Aquí Paz y después Gloria': Ojalá todo acabe siendo un sueño

Tras pasar por 'talleres', Telecinco estrenó anoche con éxito 'Aquí Paz y después Gloria', logrando reunir a 3.681.000 espectadores y un 20,7% de share. Esta versión renovada de 'Vaya par de gemelas' nos presenta a dos hermanos gemelos muy diferentes: el párroco y el corrupto. Cuando el sacerdote entra en coma a causa de un accidente, el timador suplanta su personalidad para intentar huir de todos sus problemas.

Como si de 'El Ministerio del Tiempo' se tratase, la serie nos ha hecho viajar a otra época. Sin duda, gracias a unos guiones, decorados y puesta en escena más propios de una producción de principios de los noventa que de 2015. Aunque debemos salvar las distancias, en esos años se hicieron grandes ficciones que nada pueden envidiar a la ficción producida por Mandarina ('Un tiempo nuevo', 'Piratas').

Desde su primera secuencia ya nos hace presagiar que nada bueno puede pasar. De hecho, la mejor opción que se plantea el telespectador es que todo acabe siendo un sueño de Antonio Resines ('Los Serrano'), protagonista absoluto de la ficción. Su cabecera no puede ser más noventera, recordándonos a la mítica 'Ay señor, señor' con la que guarda algunas similitudes tanto en la estética de su intro como en otros aspectos.

En una época donde el uso de cromas parecía ser una asignatura superada con series como 'Velvet', 'El Príncipe' o 'El Ministerio del Tiempo', nos encontramos con un decorado que pretende dar realismo a sus calles de cartón piedra con la ayuda de los efectos digitales. Pero, justamente, consigue el efecto contrario. Si no hay presupuesto para lograr un buen resultado, vale la pena usar el típico forillo (pintura realista que nos ayuda a simular un espacio abierto) como se hacía antaño y que hoy en día sigue utilizándose en algunas ficciones con mejores resultados que algunos cromas.

No podemos dejar pasar las secuencias en las que vemos a Resines duplicado cuando ambos hermanos coinciden en un mismo plano. No hay manera de creérselo. Ni siquiera cuando uno de los supuestos hermanos está de escorzo nos conseguimos imaginar que sea su gemelo. No por poner un señor calvo se convierte por arte de magia en un doble del señor Resines.

Uno de los grandes cambios que sufrió 'He visto un ángel', nombre inicial de la serie, en su paso por 'talleres' fue el cambio de algunos actores de su reparto. Tras la salida de María Barranco, Miguel Rellán o Julieta Serrano, llegaron nuevos rostros como Antonio Molero, Mónica Estarreado o César Camino. Resulta complicado hasta para los intérpretes más solventes sacar adelante este proyecto. Tal vez, debamos destacar a Molero, el inolvidable Fiti de 'Los Serrano' o Poli en 'Médico de familia'. El actor consigue que no veamos a su anterior personaje como le ocurre a Resines, que sigue siendo "mayormente" Diego Serrano con sotana.

Es curioso el cambio radical que ha sufrido el personaje interpretado por María Hervas. En el piloto inicial daba vida a Rebeca, una joven con firmes creencias religiosas que espera regalar su virginidad al marido ideal. Mientras que en la nueva versión interpreta a Melany, que podría ser perfectamente una ex concursante de 'Gandía Shore' que trabaja en la peluquería del barrio. El resultado final es un horror.

En una época tan dorada para la ficción nacional, donde series como 'Los Misterios de Laura' o 'Pulseras Rojas' son adaptadas en Estados Unidos, resulta complicado que una serie así tenga cabida en nuestra televisión. Aunque, en España nunca se sabe, puede que tenga su público.

Una vez vista la versión final de 'Aquí Paz y después Gloria', cuesta imaginarse cómo sería el primer piloto que no gustó a Mediaset. Aunque si nos podemos imaginar los motivos por los que la cadena decidió no hacer un pase previo para los medios. Por ahora, todavía no sabemos si finalmente todo será un sueño como en 'Los Serrano', o si se quedará en una siestecita como ocurriera en 'Cheers'. De momento, es todo un éxito. Misterios de la ciencia...