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I'm alive and I'm feeling, feeling fine
Vemos unos bonitos paisajes mientras suena 'The sun is shining down', de JJ Grey & Mofro. Rachel aparece en una triste habitación antes de ducharse en un baño compartido. Tras esto cruza el paso de cebra que tanto ha vigilado Doug para pasar a un bar llamado 'The Devils Spoke'.
La letra de la canción dice algo así como "Estoy vivo y me siento bien". La situación de Rachel no es la mejor pero está viva y a veces no se necesita nada más para estar bien. Tiene dos trabajos; limpia en el bar al que ha entrado al comienzo y es reponedora en una especie de supermercado.
Doug vuela hacia Caracas para encontrar a Gavin. En un asiento cercano hay un periódico llamado 'El Nuevo Páis' en cuya portada aparece Frank Underwood y un curioso titular acerca de la operación encubierta en el Jordán que parece haber sido traducido del inglés con el traductor de Chumhum.
Orsay vive en un barco en Caracas. Cuando va a pelar una cebolla le sorprende Doug, que le da una ración de bastonazos hasta que éste accede a decirle donde está Rachel. Si la información es incorrecta volverá para matarle.
Nos hemos mentido
Se retoma la conversación/monólogo entre Frank y Claire con el que había terminado el anterior chapter. Escuchamos de nuevo ese "Nos hemos mentido", desde otro punto de vista. Cuando Francis le pregunta a qué se refiere ella decide, una vez más, callárselo.
La campaña electoral prosigue. Heather Dunbar ataca a Frank Underwood por mentir en lo de la operación encubierta en la que un soldado murió y en lo de no cumplir su promesa de no postularse para 2016. "Es un tipo peligroso". Estas imágenes contrastan con la descripción que hace Claire de Frank durante una presentación.
Al regreso del mitín, Claire pide a Frank que se la folle. Va más allá cuando le da un tortazo y le dice que quiere sexo duro con él. Vuelve a arrearle y Frank parece que va a responder pero la sorpresa puede con su excitación y éste termina pidiendo un cuarto para la primera dama. Hasta nueva orden permanecerá en Washington.
La ausencia de la primera dama en Iowa empieza a llamar la atención y le prohíben que salga a correr para no aumentar esta falta. Se debe conformar con la máquina de remos con la que los Underwood aliviaban tensiones en anteriores temporadas.
Cassie Lockhart
Rachel ha comprado una nueva identidad; Cassie Lockhart. Doug ya se encuentra en Santa Fe. Allí compra una furgoneta muy vieja y artilugios como lejía, acetona y una pala que hacen pensar que algo malo va a ocurrirle a su antigua amiga.
Doug secuestra a Rachel cuando sale de trabajar. La ata a la furgoneta y cuando ésta se despierta se disculpa por lo que le hizo. También dice que sintió alivio cuando supo que había sobrevivido a su ataque, rezaba por él. Doug le dice que nada de lo que le cuenta le hará cambiar sus planes.
Cuando llegan a una especie de zona abandonada y bastante desértica él se baja con la pala. Cava una especie de tumba y le dice a Rachel que respire profundo de un tarro para que se desvanezca y así no sienta dolor alguno.
Rachel se resiste. Grita pero nadie puede escucharla. Cuando se calma le dice a Doug que en realidad no quiere matarla. Le habla sobre la diferencia entre Rachel y Cassey. La primera ya está muerta mientras que la segunda sólo quiere huir lejos; ser invisible.
Todo lo que cuenta Rachel parece hacer cambiar la idea de Stamper. La suelta y se marcha en dirección contraria hasta que se para y da media vuelta para terminar haciendo lo que había planeado.
Más tarde Doug visita a Frank. Ambos apenas hablan pero por sus gestos entendemos que el presidente estaba al tanto de todo. Aquello no era tan personal como parecía y bien se le podría llamar crimen de estado a ese asesinato.
Preferiría imaginar quién podría ser usted a ver quién es en realidad
Frank telefonea a Claire para pedirle que esté a su lado en la noche del caucus y aunque la relación sigue fría entre ambos acepta. Esa noche, la primera dama hace llamar a Yates para hablar "honestamente" sobre lo ocurrido en New Hampshire cuando ella se desmayó. Él lo vio venir pero no hizo nada, la dejó hablar aunque no recuerda qué dijo.
Yates le dice que habló sobre odio y asco por cuanto se necesitaban mutuamente ella y Frank. Ésta le pregunta por lo que el escritor ve en ella y éste responde que "preferiría imaginar quién podría ser usted a ver quién es en realidad".
¿Victoria?
Frank ha ganado el caucus de Iowa. Dunbar da su discurso de concesión mientras que el presidente debe dar el suyo sin tener a Claire a su lado, al final pospuso su vuelo y fue informado por Meechum de su encuentro con Yates. La primera dama observa el discurso desde la cocina de la Casa Blanca.
El matrimonio vuelve a encontrarse en el despacho oval. Frank le dice que espera que aquello que la molestaba se le haya pasado. Cuando Claire va a coger un cigarro encuentra el huevo negro del "Chapter 27".
Claire se sincera y empieza aclararle a qué se refería con aquello que dijo acerca de haber estado mintiéndose. No se siente como Yates les ha descrito sino que ella se ve subordinada y asqueada por tener que pedirle favores para prosperar en su carrera, como lo de la ONU. A todo esto le suma el rechazo que sufrió cuando Frank no quiso mostrarse violento cuando ella se lo pidió.
Francis escucha pacientemente lo que su mujer le dice mientras manosea el huevo negro. Esa aparente paz termina cuando Claire le dice "Eres tú quién no eres bastante" cuando éste le había preguntado si la Casa Blanca no era suficiente para ella.
Esa frase desata al huracán Underwood. Éste se levanta y camina en dirección a su esposa diciendo barbaridades. Ésta cada vez se hace más pequeña y termina desapareciendo cuando su marido le coge de la cara y le dice que mañana volará a New Hampshire para hacer campaña junto a él.
A la mañana siguiente, Claire informa a Francis de que no viajará con él a New Hampshire ni a ninguna sitio porque le abandona. "Te dejo" le dice la aún primera dama mientras abandona elegantemente la Casa Blanca. De fondo vemos a un Frank Underwood que poco a poco va difuminándose y haciéndose más pequeño.
Knock, Knock
El cierre de temporada de 'House of Cards' no ha defraudado. Sí que es cierto que no ha logrado superar el épico final de la temporada anterior, era prácticamente imposible, pero en conjunto ha conseguido cerrar todas las tramas que hemos visto en estos trece capítulos.
La victoria de Underwood en el caucus de Iowa podría asegurarle la candidatura a presidente, así suele ocurrir y de ahí la importancia que se le ha dado, aunque no sabemos hasta qué punto afectará el abandono de Claire a sus aspiraciones. Espero que la marcha de ésta de la Casa Blanca no reduzca su participación en la ya confirmada cuarta temporada.
Brillante Robin Wright, es difícil mostrar humanidad y matices dentro de la coraza en la que vive su personaje y ella lo logra con mucha facilidad. En un momento dado todo se le vino encima, como a Tippi Hedren en 'Pájaros' sólo que a ella no le estaba permitido pestañear, gritar o arrugarse el vestido.
La subtrama de Rachel se cierra con esa venganza de Doug Stamper de la que el presidente era consciente. Este tipo de actos nos recuerdan que Frank Underwood es un ser despreciable y que quizás no deberíamos reirle ciertas gracias o colgar pósters con alguna de sus frases en nuestros cuartos.
En ese sentido, Frank Underwood entró hace tiempo al olimpo de hijos de puta ficticios que nos provocan cierta empatía real. Mucha culpa de esto tiene Kevin Spacey dominando sus continuas mutaciones; de político demagógico a maltratador psicológico o, lo que es lo mismo, de Frank a Francis.
Cuarta Temporada
Hay que agradecer que NetFlix siga confiando en 'House of Cards' y haya anunciado que habrá una cuarta temporada. Pese a la inmensa oferta de series actual es difícil encontrar una que ofrezca tanta calidad sin que se pierda de vista el entretenimiento.
Así, podríamos decir que 'House of Cards' logrará terminar su legislatura pero habrá que esperar a 2016 para poder verlo. Mientras tanto tendremos que conformarnos con la mediocre política real.
