El creador de la exitosa serie 'Mad Men', Matthew Weiner, habla sobre su experiencia al frente de la serie y su desenlace. Es el creador y productor ejecutivo de la serie estadounidense y también es conocido por escribir la quinta y la sexta temporada de 'Los Soprano'. Canal+ Series emite el primer capítulo de la segunda parte de la séptima temporada, que dará fin a la ficción, este lunes 6 de abril a las 21:30 horas. Esta emisión se da tan solo un día después de su estreno en EE.UU, en versión original subtitulada.
¿Qué piensas sobre la temporada final?
Es interesante. Algo así como fragmentos distintos, en los que nos vamos despidiendo. En parte se me hace raro, me da la impresión de que empecé solo en una habitación, escribiendo con un ayudante y unas notas, y de que ahora vuelvo al mismo punto. Han pasado catorce años desde que escribí el piloto, una tercera parte de mi vida, y siete años de producción. Casi nadie conserva un trabajo tanto tiempo y todos nos conocemos. Todavía queda mucha gente con la que empecé en el equipo, algo poco habitual y muy emotivo.
Matthew Weiner
Háblanos sobre la creación de 'Mad Men'
Yo trabajaba en un canal de televisión. Era muy similar al mundo de la publicidad, una pelea entre lo creativo y el negocio, entre las finanzas y la creatividad y sé cómo se comportan en el trabajo las personas creativas. También quería hablar de Estados Unidos en su mejor momento, que fue en 1960. Luego me centré en las historias de los personajes. Cuando empecé no sabía que iba a hacer noventa y dos episodios, igual que cuando escribí el piloto no sabía que tardaría siete años en emitirse. Así que... ha sido como un regalo, cada una de las etapas.
¿Cómo ha sido la elección del reparto de 'Mad Men'
Sentí pavor a la hora de elegir el reparto. David Chase me dio un consejo antes de ir a la lectura del piloto y ponerme a desarrollar la serie, un consejo y un cumplido a la vez. Dijo "entrarán y lo leerán, y te parecerá horrible. No cambies nada. Cuando entre la persona adecuada, funcionará, es bueno". Entró la primera persona, y pensé "a ver". El primero que leyó el papel de Don sonaba poco sincero y muy superficial, parecía alguien que imitara una película antigua, que era lo que yo me temía, yo quería que sonara contemporáneo. No quería que fuera algo abstracto.
¿Alguna anécdota durante los castings?
La siguiente en entrar al casting fue Elizabeth Moss, y cuando salió, me fui al servicio de caballeros de aquel sitio, y me miré en el espejo, y me emocioné. Sentí un inmenso alivio. Porque estuvo genial, y era Peggy, sin duda, así que hablé con los directores de reparto, y les dije "psst. Si podéis conseguirme un par de chicas más como ella, elegiré la que más me guste, a ver quién lo hace mejor". Y ellos dijeron "no hay nadie como ella". Jon Hamm entró, hizo su lectura y se fue. Le dije al director de reparto " es nuestro hombre". Cuando Alan Taylor y yo le vimos, estaba claro que era un hombre inteligente y muy atractivo muy versátil como actor, que tenía conciencia y algo que no se podía expresar con palabras, una especie de tristeza... parecía profundo.
Matthew Weiner con parte del reparto de 'Mad Men'
El principal trabajo de Matt: escritor
Sé que existe el término "productor ejecutivo", y también ayudo en el montaje, y contrato gente, y elijo el reparto, y a veces dirijo, pero mi trabajo es escribir. Empiezo a escribir tres meses antes de que entren en escena los demás. Empiezo a escribir dos meses antes de que lleguen los guionistas, y nunca paro, y eso llega hasta la sala de edición, esa es mi profesión. Disfruto realmente viviendo en ese mundo de mi imaginación y no me puedo creer que diga esto en voz alta, pero en realidad... es un refugio.
¿Cómo fue el proceso de creación de la serie?
Aquí no una hay fórmula ni género. Eso, por un lado dificulta el proceso, por otro, da libertad, se puede cambiar la serie continuamente y prestar atención a distintos personajes en cada momento. Para mí, lo más difícil es la historia, y esa es la parte en la que tengo más ayuda. Reescribo muchas cosas, es muy complicado. Pero cuando se está al mando y se tiene la libertad que la cadena y el estudio me ha dado a mi, es mucho más fácil escribir, al menos, un primer borrador. No hay que complacer a nadie, sólo manda la historia. Construir la misma, sin partirla en actos, sin fórmulas, es emocionante y aterrador a la vez.
¿Cómo fue el diseño de producción?
Dan Bishop es, como muchos de los jefes de departamento, un buen amigo mío, y piensa sobre todo en la historia. Dejo que Dan haga lo que quiera. No me siento seguro contradiciéndole, y hago todo lo que puedo para informarle, al final de cada temporada, de si va a haber una elipsis temporal o algo así, para que sepa que tendrá más trabajo.
La séptima temporada de 'Mad Men'
¿Y el diseño de post producción?
Es muy importante la relación con el jefe de edición, hemos contado con algunos momentos geniales en la serie. Pasamos juntos tanto tiempo como los guionistas. Piensan como guionistas y ayudan a los directores y a mí a convertir la serie en lo que es. Blake McCormick, productor de la serie, es el rey de la post-producción. La gente no se hace idea de cuántos efectos especiales hay en la serie. Estoy rodeado de genios, yo sólo paso por allí y digo cosas como "¿puede ponerse más alto?"
¿Qué es lo que más echará de menos?
Yo voy un par de años por delante de Don porque se tardó siete años en producir y verle pasar por puntos en los que yo he estado, o en los que estoy, escribir sobre la ambición, el triunfo, la insatisfacción y la vergüenza, sobre el envejecimiento, el amor, la fantasía y todas esas cosas en la vida de todos los personajes, ha sido increíble.
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¿Qué hace que 'Mad Men' sea genial?
Que tiene algo universal, es una trama básicamente humana. La época nos distancia de la historia en cierto modo y la convierte en algo ligeramente alegórico, pero los problemas de celos, de amor... son universales.