Si algo hace grande a 'The Americans' es que nunca sabes por dónde va a salir la serie, es una de las más impredecibles actualmente en emisión. Si hace unos capítulos, sin esperarlo, el descubrimiento de un micrófono en las oficinas del FBI producía un gran giro, en "Stingers" lo que nos ha dejado boquiabiertos ha sido la conversación entre Philip (Matthew Rhys), Elizabeth (Keri Russell) y Paige, que sabíamos que llegaría, aunque no en este momento, sino como cierre de la temporada. Pero ésta no ha sido la primera escena del episodio que nos ha descolocado, vayamos por partes.
Zinaida, una espía de la URSS
Antes de los títulos de crédito, también hemos descubierto que la teoría de Stan (Noah Emmerich) y Oleg sobre Zinaida es cierta. Como sospechan, y quieren sospechar para así tener una carta con la que poder salvar a Nina, la desertora forma parte de una operación soviética y es en realidad una espía que, gracias a su nueva condición, tiene acceso a las altas esferas estadounidenses. Mientras Zinaida y Stan ven "Tootsie" en el cine, la rusa aprovecha su visita al baño para dejar un mensaje en el que informa de las amenazas recibidas por parte de un ruso -Oleg-, lo que en la embajada soviética interpretan como un caos de mando dentro de la URSS.
Philip le explica a su hija Paige que son espías rusos ante la atenta mirada de Elizabeth
Mientras Stan y Oleg tratan de recuperar a Nina desde Estados Unidos, la rusa intenta conseguir la libertad por ella misma, sin esperar a que llegue un milagro. Por ello sigue tratando de sonsacarle cualquier tipo de información valiosa al científico que le han asignado.
Paige descubre que sus padres son espías soviéticos
En casa de los Jennings, Paige se huele algo. Las llamadas telefónicas y sus continuas salidas nocturnas no son algo normal, y la hija mayor lo sabe. Si a esto le sumamos que la joven descubrió en la hemeroteca que Gregory, el amigo de su madre, traficaba con drogas, no es muy difícil llegar a la conclusión de que sus progenitores se mueven en algo turbio.
La adolescente, que parece contar con el pastor Tim como confidente y mediador entre ella y sus padres, decide hacer una visita a la agencia de viajes de los Jennings, lo que descoloca un poco a sus padres y a nosotros, y es que es la primera vez que la vemos por allí.
Ya de noche, a altas horas de la madrugada, Paige sorprende a sus padres, esperando en la cocina, en plan madre que espera a que su hijo vuelva de fiesta. "Si me queréis, contadme la verdad". Y es entonces cuando llega el gran momento, no sólo del capítulo, sino de la temporada y, me atrevería a decir, que será uno de los más destacados del año en televisión. "-Nacimos en otro país. -¿Qué? ¿Dónde? -En la Unión Soviética". Atónita ante lo que está oyendo, y hasta cierto punto incrédula, sólo es capaz de soltar con un hilillo muy fino de voz un "¿Sois espías?", a lo que los progenitores alegan que luchan por sus derechos y su causa y que no son tan malos como desde Estados Unidos y el mundo capitalista se le hace creer a la población. Ahora Paige es una cómplice del secreto de los Jennings.
Paige se siente dolida al descubrir el secreto de sus padres
Dolida por la traición de sus padres durante tanto tiempo, la joven parece entrar en un estado de depresión. Es un mazazo de golpe y la chica no encuentra fuerzas ni para levantarse de la cama, aunque sí para probar que el nuevo descubrimiento sobre sus padres es cierto: "Hablad en ruso". No me quiero ni imaginar qué sucederá cuando descubra que la Central la quiere ya mismo en sus filas.
Henry y Stan, el inicio de una amistad
Por otro lado, ahora que Paige conoce el secreto de sus padres, parece que Henry comienza a ganar peso en 'The Americans'. El chaval, ajeno a todo lo que sucede en casa, parece que sólo piensa en sexo y juegos, cosa de la edad. Mientras en su escritorio guarda fotos con mujeres ligeras de ropa, entre las que se encuentra Sandra Beeman, en la sala de estar se dedica a jugar a un videojuego de fútbol que en 1982 sería el no va más, pero que ahora hasta parece ridículo.
Al margen de la frase sin sentido de cada episodio de Henry, en "Stingers" parece haber nacido una especie de amistad-síndrome del nido vacío muy bonita entre el pequeño de los Jennings y su vecino Stan. El agente del FBI echa de menos a su hijo y aprovecha que Philip y Elizabeth pasan bastante de Henry para llenar el hueco con él y, de paso, hablar con alguien sobre el divorcio, aunque sólo sea un niño y no tenga perspectiva.
Sigue la operación afgana
En cuanto a las operaciones de espionaje, la serie sigue con la trama de Afganistán, por la que Philip debe volver a visitar a Kimberly (Julia Garner) para tener de nuevo acceso al maletín de su padre, en el que hay un dispositivo de grabación de voz. La cinta les ha conducido hasta un hotel en el que Elizabeth, con sus artes seductoras, se ha ganado al recepcionista del hotel.
Philip y Elizabeth aguantan como pueden la reacción de enfado y dolor de su hija Paige
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Con todo esto, "Stingers" se convierte en el mejor capítulo de la tercera temporada de 'The Americans' hasta el momento, dejando un enredo dentro de la embajada soviética del que tarde o temprano se terminará enterando Oleg. Por otro lado, también deja a Paige totalmente cambiada respecto a la semana pasada, consciente de un secreto que, de revelarlo a su confidente -el pastor Tim- o a su vecino Stan, podría terminar con su familia.