'Vis a vis', la reinvención de los desayunos de Globomedia

Una cárcel de mujeres, altas dosis de drama y thriller, desnudos justificados, fragmentación narrativa, espectaculares decorados... Sí, 'Vis a vis' no es la típica serie de Globomedia. Tampoco es 'Orange is the new black'. Estamos ante un drama carcelario que encierra un thriller con píldoras de humor negro. Una nueva gran apuesta de Antena 3 que sigue fiel a su filosofía de arriesgarse con producciones atípicas, que le han convertido en un referente de ficción nacional de calidad.

Desde principios de los años noventa, Globomedia ha sido una productora pionera en ficción española, fueron los responsables de la industrialización del sector. Sus series eran sinónimo de éxito, convirtiéndose en la empresa audiovisual de referencia en este país. Pero, poco a poco, quedaron estancados en su vieja fórmula del éxito. Ahora, 1+1 ya no suman 7. Ya no funciona hacer un 'Médico de familia' ambientado en una taberna, en un cabaret, en una redacción... La audiencia necesita más, es más exigente. El listón está muy alto con series de gran calidad como 'Bajo sospecha', 'El Ministerio del Tiempo' o 'Sin Identidad' y, por fin, han decidido romper con todo, con sus propios estigmas, y recuperar el trono que nunca debieron abandonar. Lo sentimos, pero los desayunos de Globomedia ya nunca serán como antes. Se acabaron las botellas de Puleva, los churros, la desconcertante alegría matinal y las reuniones familiares a primera hora de la mañana. Ha llegado el momento de dar paso a su serie más arriesgada que rompe con sus anteriores producciones.

'Vis a vis' no es 'Yellow is the new black'

La serie gira en torno a las vivencias en prisión de una nueva reclusa, Macarena (Maggie Civantos), una joven frágil e inocente que nada más ingresar se ve inmersa en una serie de conflictos que pondrán su vida en peligro. Sí, lo estás pensando, el punto de partida y la protagonista tienen muchas similitudes con la exitosa serie de Netflix 'Orange is the new black'. Piper Chapman (Taylor Schilling) y Macarena Ferreiro comparten el mismo ADN. Pero, si profundizamos un poco más descubriremos que no estamos ante 'Yellow is the new black', el fondo es diferente. La serie americana tiene una mayor dosis de comedia que da un respiro al telespectador ante la dramática situación que viven sus protagonistas. Mientras que la ficción española explota más el drama carcelario y se decanta por el thriller, ofreciendo el humor en cuentagotas. Pero no sería justo compararla únicamente con este ejemplo americano, ya que existe una tendencia mundial de series carcelarias con cientos de similitudes inevitables, todas ellas se desarrollan en el mismo lugar: una cárcel.

La clave de sus personajes es la verdad

El primer episodio utiliza un documental, que graban unas reclusas, como recurso narrativo para presentarnos a todos los personajes variopintos que habitan en esta prisión: Mujeres que transmiten verdad. De hecho, este pseudo documental parece un fragmento de 'Callejeros', no hay diferencia y, en este caso, eso es bueno. Estos momentos sirven para descongestionar tanto drama con pequeñas píldoras cómicas que nos ofrecen los momentos más divertidos del capítulo.

La serie cuenta con un acertado casting, prácticamente desconocido para el espectador y eso juega a su favor. Los habituales rostros de la pequeña pantalla son un gran reclamo para ciertas producciones pero una mala opción para un proyecto donde la verdad de sus personajes es la clave. Todas las reclusas se desnudan emocional y literalmente. Aunque aquí, los desnudos no son una transición entre secuencia como ocurría en 'El Internado' o 'El Barco', los desnudos están más que justificados, nos cuentan algo de los personajes y el drama que están viviendo.

Maggie Civantos es la conductora de la historia, la guía de nuestro viaje, una compañera que comienza con miedo, como su personaje, pero que va ganando conforme avanza el capítulo. Cabe destacar a Najwa Nimri y Alba Flores, antagonistas de Macarena, solamente con su presencia iluminan la secuencia o, más bien, la oscurecen. Seguramente nos harían cambiar de acera si nos las cruzamos por la calle a altas horas de la noche. No podemos olvidarnos de María Isabel Díaz Lago, la "madre adoptiva" de la protagonista en la cárcel, su humor negro y ácido es el contrapunto perfecto para el drama de Macarena.

Un impresionante decorado que permite girar la cámara 360º

Para llevar a cabo una serie de tal magnitud, la cadena y la productora han puesto toda la carne en el asador. Siguiendo la filosofía de las última producciones de Atresmedia, huye de los habituales decorados de cartón-piedra en platós convencionales para trasladarlos a un gran edificio donde se ha construido la cárcel Cruz del Sur. El resultado es realmente sorprendente. Se trata de un inmenso decorado donde la cámara puede girar 360º, ofreciendo múltiples posibilidades a su solvente director, Jesús Colmenar, que consigue una interesante riqueza visual gracias, también, a una cuidada y atractiva fotografía de Migue Amoedo.

Tal vez, el único problema del decorado y del vestuario es que no terminamos de identificarlo con el tipo de cárceles españolas que tenemos en nuestro imaginario colectivo. Todo es demasiado nuevo, moderno y extremadamente limpio como para que encaje dentro de nuestro concepto de cárcel que, posiblemente, esté esteriotipado. Sonia Martínez, directora de ficción de Atresmedia, ha dejado claro en la rueda de prensa que la prisión "no está basada en el régimen carcelario español", ya que "se trata de una empresa privada, tal y como existe en muchos países", aunque no en España. Entendemos las múltiples posibilidades creativas que les ofrece alejarse del sistema español, pero a la vez limita las posibilidades de identificación por parte del espectador.

Globomedia viene dispuesta a reconciliarse con la ficción de calidad. Ya no desayuna con alegría y eso nos gusta. Se aleja de su querido "multi-target" pero sin olvidarse de que se emite en una televisión generalista donde hay que alcanzar ciertos datos de audiencia. 'Vis a vis' tiene los ingredientes suficientes para enganchar al público, a ese público que ha quedado desamparado tras la resolución del caso de 'Bajo sospecha'. Un cuidado thriller carcelario que nos mantendrá prisioneros de su historia de la que no querremos fugarnos. Probablemente, estemos ante otra de las sorpresas de la temporada.