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El 7x10 de esta tanda de siete capítulos, titulado "The forecast" y con la que 'Mad Men' concluirá el próximo mes de mayo nos ha regalado uno de esos episodios indispensables para comprender el verdadero significado de la serie creada por Matthew Weiner. Podemos percibir constantemente a lo largo del 7x10 una sensación de estar delante de algo irrepetible, una mirada a modo de disección y completamente innovadora de la historia -y la tragedia-, reciente de los EE.UU en la que se huye de convencionalismos para presentarnos la más pura realidad de esa época. Todo esto se acompaña y se ve aderezado con uno de los mejores guiones recientes de la serie, incluyendo numerosas dosis de humor a las que ya no estábamos acostumbrados.
Vamos a por el análisis del último capítulo de 'Mad Men'.La vuelta de algunos de los personajes
Es aparecer en la pantalla Betty Draper / Francis y el tiempo se detiene. La ex-esposa de Don podrá caer peor o mejor, pero la serie gana muchos enteros cuando ella ocupa parte del argumento. Y en 'The forescat' ha sido así. A lo largo del episodio vemos a una Betty con chispa, a gusto en esta etapa de su vida y que mantiene un picante duelo con su hija Sally, un modelo de personaje que debería servir de base para copiarlo en todas las series de televisión en las que aparezcan hijos/as adolescentes. Sally está a punto de embarcarse en su primer gran viaje (visitar 12 estados de EE.UU en 12 días), pero justo antes de marcharse recibe la inesperada visita del mítico Glen (interpretado por el actor Marten Holden Weiner), que entre otras cosas viene a anunciarle que se ha alistado al ejército y pronto será enviado a la Guerra del Vietnam, que a principio de los años 70 estaba en su último periodo (los Acuerdos de Paz de París se firmarán en el 1973), aunque la situación sobre el terreno continuaba siendo dramática.
Sally se viene abajo ante el cambio de opinión de Glen, ya que parece ser que él, tiempo atrás, era un casi activista antimilitar pero ahora ha cambiado de idea de manera inesperada.
El speech encargado por Roger
Roger, siguiendo con su tónica habitual de delegar los trabajos menos atractivos, encarga a Don un discurso para celebrar el nuevo rumbo de la empresa (los altos dirigentes de McCann van a invitar a presidentes de empresas filiales a Las Bahamas). De alguna manera ese discurso es una compilación de la historia de Don en la compañía, y además el escrito debe incluir una parte que trate sobre el futuro rumbo de la compañía (dudoso como el del propio Don), pero ningún escrito sobre la actual McCann podría obviar a la original S&C; de hecho Draper pide a su secretaría que le recupere información de cuando SCDP fue fundada en el año 1963. Un guiño a esa gloriosa etapa del cuál la serie, al igual que los espectadores, también tiene la obligación de despedirse; una época donde los habitantes de Madison Avenue eran los reyes del mundo.
La lucha entre Pete y Peggy
El capítulo se reconcilia con los espectadores y seguidores más fieles de la serie al recuperar a Betty, Sally, Glen Bishop... y a una de las parejas clásicas, amigos y enemigos a partes iguales, Pete y Peggy, que discuten sobre el verdadero valor de Mathis como trabajador de McCann. Mathis ha cometido un error en una reunión con potenciales clientes y Pete pretende que no vuelva a presentarse a la siguiente reunión. Mathis habla con Don, y tras aconsejarle este último acerca de la actitud con la que debería afrontar esa nueva prueba, comente un grave error al intentar emular las capacidades comunicativas de Draper (le cuenta su problema con la campaña de Lucky Strike y cómo fue capaz de resolverlo). Tras esa reunión Mathis discute con Don y éste le echa de la empresa, no sin antes criticarle Mathis que lo único que tiene Don es fachada, pero que por dentro está vacío... un símil como la venta de su casa que más tarde trataremos.
Los sueños de Peggy
Nuevamente la señorita Olson, como ha repetido en diferentes ocasiones a lo largo de estos años, se deja caer en el despacho de Don para pedirle algo, o mejor dicho casi reclamarlo, así que sin pensárselo dos veces argumenta que el puesto de directora creativa de McCann debería ser suyo, y de esta manera poder seguir avanzando dentro de la estructura de la empresa. Entonces Don, sorprendido hasta cierto punto por la petición -conoce a la perfección la ambición de Peggy-, le responde: ¿Y después qué?, ¿qué más?... Draper no cede ni un milímetro, y en la tensa conversación entre el mentor y su aprendiz Don le hace ver que siempre querrá más, que nunca se contentará con nada porqué siempre habrá algo que quiera desear. En ese aspecto el orgullo y la ambición que muestra Peggy nos recuerda a 'The hustler' (El buscavidas, 1961), uno de los clásicos de Robert Rossen de la década de los años 60, donde se exhibe a la perfección una muestra de hasta donde puede llegar la ambición humana, en este caso ambientado en el mundo del deporte y del billar.
La conversación acabará en una fuerte discusión entre ambos.
La ex-familia Draper
El mejor momento de este 7x10 ha sido el protagonizado por la vuelta del personaje de Glen y las consecuencias de esa visita como comentábamos en los párrafos previos. El antiguo vecino de los Draper ha mantenido el contacto con Sally a través de cartas, y se presenta transcurrido un largo periodo de años en la casa de ahora los Francis para recoger a Sally e irse de fiesta (marihuana, etc.), como si se tratara de la última fiesta antes de incorporarse a la Guerra del Vietnam. Betty en un primer momento no reconoce a ese chico que mezcla un cierto atractivo con una peculiar imagen y actitud física. Betty, por un momento, parece quedarse embelesada por el chico y tontea con él delante de su hija.
Tras la discusión con el debate de la Guerra del Vietnam como telón de fondo Glen regresa a la casa de los Francis para intentar despedirse de Sally, pero ella no está en casa en ese momento. Glen, que sigue enamorado platónicamente de Betty intenta un último acercamiento hacia ella, pero la señora Francis consigue aguantar la tensión y se despide del chico de una manera muy afectuosa y cariñosa pero nada más.
La aventura de Joan
Uno de los momentos más crueles de "The forecast" es cuando Joan parece que le grita a la canguro de su hijo cuando realmente lo que está haciendo es gritarle a su hijo pequeño, pero ¿por qué actúa de ese modo? Recapitulemos... Joan, mientras trabaja en un nuevo posible cliente durante un viaje por California entabla conversación a causa de un equívoco con un apuesto hombre de edad ya madura que además resulta ser multimillonario. Los dos disfrutan de un par de encuentros sexuales y suntuosas cenas; él -Richard Burghoff -, llega a viajar a Nueva York, pero en el momento en el que es consciente de la situación personal de Joan decide cortar unilateralmente esa relación. Joan, en un primer momento no quiere volver a saber nada de este miserable hombre, pero tras recapacitar decide sacrificar a su familia por su felicidad, un acto respetable pero que esconde otro de los referentes de la serie de Weiner: la gloria, ya sea personal o profesional... triunfar de alguna manera, y aunque sea a costa de su hijo Joan dará un giro inesperado a esa nueva relación que veremos donde acaba.
La brutal crítica de Sally
Uno de los momentazos de este "The forecast" es cuando Don invita a su hija Sally y a unas amigas antes de marcharse de viaje a un restaurante chino, donde comentan los tópicos y las típicas creencias populares hacia este tipo de comida, pero lo más interesante será el flirteo de una de sus amigas -de 17 años-, con su padre. Sally se da cuenta perfectamente que Don le sigue el juego, y antes de subirse al autobús para iniciar el viaje / experiencia (se trata casi de un walkabout), ella le recrimina su actitud -añadiendo también a la crítica la de su madre con Glen-, gritándole que ella espera no ser nunca como ninguno de ellos dos, a lo que Don le replica: "eres nuestra hija, te parecerás quieras o no". Gran momento familiar de los antiguos Draper enlazado por el juego y el coqueteo de dos personas adultas con adolescentes, momentos que les devuelven fugazmente a una etapa más feliz de su vida donde no existían las preocupaciones, los dilemas, etc.
La metáfora de la casa
Si algo tiene 'Mad Men' es esa capacidad visual de expresar con pocas palabras toda una catarata de sentimientos y sensaciones. La venta de la casa de Don es un ejemplo fantástico con el que Weiner juega con el espectador: uno de los mejores publicistas de New York no comprende como su casa / apartamento no se vende, ya que él entiende que tiene la mejor campaña de publicidad por el simple hecho de estar en el Upper East Side y el precio que pide por ella. Pero la casa, al igual que Don, no está cuidada (todavía conserva la mancha de vino del 7x08 por absoluta dejadez), y necesita algo más para llamar la atención de los posibles compradores; la casa es como Don: su apariencia externa es muy buena pero no se puede confiar todo a esa carta.
Justo al final del episodio Melanie, el personaje -también nuevo como Richard- que está llevando a cabo la operación de venta de la casa de Don, ha conseguido su objetivo, pero ese momento es interrumpido precisamente por la llegada de Don a su casa tras un largo día de trabajo. Al encontrarse con la novedad de que la casa finalmente se ha vendido y para no interrumpir la firma Melanie le aconseja que salga del interior para no intimidar a los nuevos propietarios en el momento de la firma. Don se ve expulsado de su casa y queda en el medio del pasillo abandonado a su suerte. Si en el final del 7x09 Don estaba en el interior de su casa sin ningún mueble a los que aferrarse -simbólicamente representan los recuerdos de la vida de Don-, ahora ha empeorado su situación y es expulsado de su antiguo paraíso como Eva y Adán donde tantas veces disfrutó -como el mismo recuerda-, a lo largo de los años anteriores.
El drama y el humor presentado simultáneamente. "The forecast" nos ha devuelto la magia de la 'Mad Men' más irónica.
La próxima dosis de 'Mad Men' llega el domingo 26 de abril con "Tine & Life".