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Los roces y las tensiones empiezan a ser cada días más evidentes en Cayo Paloma. El hambre y las divisiones que empieza a haber en el grupo dejan como resultado enfrentamientos, gritos y reproches, pero también treguas y reconciliaciones en el grupo de participantes de 'Supervivientes 2015'.
El carácter de Lucía era una premisa con la que el concurso ya contaba antes de empezar, la que fuera concursante de 'Gran Hermano 15' ha querido aclarar varios asuntos con algunos de sus compañeros, y así lo anunció desde que se despertó: "He estado de muy buen rollo hasta que vaya a dejar de estarlo", sentenció Parreño. En primer lugar Lucía se enfrentó a Lola, reprochándole su comportamiento hacia ella, pero la verdadera discusión vino cuando se encaró a Ruben.Lucía le escupe en la mano a Rubén
Lucía a Rubén: "Además de judas eres tonto"
"¿Ruben, tú cuándo me has escuchado cantar por las mañanas? Porque eso fue lo que dijiste en las nominaciones", sentenció Lucía. En la acalorada discusión, la concursante le reprochó a Rubén ser "un falso y un Judas". Tras estas declaraciones, Rubén dijo a Lucía que le hablara a su mano, poniéndola a la altura de su cara, a lo que Lucía le escupió para que la apartara.
Pero este no ha sido, ni mucho menos, la única disputa entre los supervivientes. Otro de los frentes que estaba abierto era el de Suhaila y Nacho Vidal. Los dos participantes estallaron tras varios días de tensiones en una fuerte discusión. Pero, sorprendentemente ambos han decidido enterrar el hacha de guerra y se han reconciliado, haciendo "borrón y cuenta nueva".
Labrador se derrumba
Labrador se derrumba y llora por la falta de comida
Una de las circunstancias que más afecta a los concursantes en la isla es el hambre. La falta de alimentos empieza a notarse en concursantes como Labrador. En días pasados el ex 'Gandía Shore' no pudo soportar el hambre y se despertó a media noche con molestias en el estómago, un malestar que incluso lo llevó al llanto. Tras estar un rato pensando sentado en la playa, Labrador decidió finalmente comerse un coco, aunque después se lo confesó a sus compañeros.
Por otra parte, Elisa en la isla desierta asume su nueva situación de manera sorprendentemente positiva. La italiana ha dicho que "al final no es tan feo estar sola porque muchas veces me quedé sola en mi vida y no me pasó nada". Elisa se construyó un refugio zen, y además consiguió hacer fuego y pescar, por lo que al contrario de lo que muchos pensaban sus estancia en el destierro no está resultando tan difícil.