Peter Florrick for (vice)President
Alicia habla con un cliente, Jacob Rickter (Seth Gilliam), Éste le pregunta acerca de la posibilidad de vender marihuana como producto medicinal, supuesto en el que Florrick no termina de ver muy clara la línea que separa la legalidad de ilegalidad. Tras colgar, habla con Peter. Éste le anuncia que pretende ser candidato a las primarias presidenciales demócratas con la intención final de ser vicepresidente de alguno de los otros candidatos, que no deben tener un perfil tan bajo como para ser segundo de nadie. A Alicia le da la risa. Entiende lo que le cuenta su marido pero aquello parece demasiado disparatado como para tener una opinión seria al respecto.
La conversación es interrumpida por una llamada del cliente con el que Alicia había hablado antes. Éste no dice nada y la abogada sólo recibe un trozo de mensaje grabado en su buzón en el que se puede escuchar como dos tipos le secuestran. Llama a su mujer y ésta le dice que su marido llevaba consigo dinero para llevar a cabo una compra para su negocio.
The Good Wife 6x22
En éstas, aparece el antiguo abogado de Bishop, el señor Lester (Wallace Shawn), preguntando por Kalinda. Se supone, por lo declarado por Alicia en la semana anterior, que habló con Sharma hace poco y que por tanto podría saber algo acerca del paradero de su amiga. Bishop, por supuesto, está muy interesado en esa información y el abogado no duda en amenazar de forma poco sutil a Alicia. Ésta se lo quita de encima amenazándole con utilizar la seguridad que le ofrece ser la primera dama del estado de Illionois.
Cuando Lester se marcha, Alicia llama a Cary para contarle que Bishop está buscando a Kalinda. El abogado estaba en mitad de una discusión con Diane y David Lee. Éste último también abandona esa pelea entre socios cuando descubre que la nueva pasante que han contratado es Simone (Susan Misner), la mujer de Louis Canning.
Homan Square
Alicia ha llamado a la central de detenciones y, según la información que le han dado, Jacob no estaría detenido. Preocupada por su paradero, visita a la mujer de éste para intentar encontrarle. Para ello usan una aplicación instalada en el iphone de ésta para localizar la última ubicación del móvil de su marido antes de que desapareciera.
Así, Alicia acude a la dirección que le ha proporcionado el móvil y ésta se corresponde con la ubicación de una dependencia policial bastante siniestra. Florrick entra y pregunta por su cliente. El oficial que está atendiendo al público afirma que Rickter fue registrado, "hace un par de horas" afirma el policía, para un segundo más tarde negarlo alegando "una confusión". Alicia es entonces echada de aquella estación policial por dos agentes.
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Antes de irse, Alicia hace una fotografía de esa dependencia que más tarde enseña a Finn Polmar. Éste identifica ese edificio; Homan Square. Esta comisaría estaría dedicada a artificieros, a policías de incógnito y a detenciones poco protocolarias, digamos. El cliente de Alicia, según Finn, podría haber sido retenido, que no detenido, y aconseja acudir a un juzgado de guardia para pedir su liberación.
Cuando Alicia va a marcharse, Polmar le dice que quiere ser su compañero y, por tanto, acepta la propuesta que su amiga le lanzó al final de "Don't Fail"; formar un nuevo despacho juntos. Hacía tiempo que nadie le daba una buena noticia a Alicia y ésta se alegra. Ambos se ponen en marcha para representar a su primer cliente ante la ingeniosa jueza Suzanne Morris, interpretada por una genial Jane Alexander, que exige alguna evidencia más para poder hacer lo que le piden, ya que ni siquiera han confirmado la presencia del Rickter en la comisaria.
Apellido de soltera
Diane habla con la señora de Louis Canning. Ésta ha utilizado su apellido de soltera en la entrevista y por ello no había indicios de su presencia en el despacho. Ésta afirma que pueden confiar en ella pese a que su marido sea una competencia directa del bufete. Tras su pequeña reunión, Diane se encuentra con el señor Lester en el pasillo. Éste le dice que Bishop quiere llevar sus negocios legales a 'Agos, Lockhart & Lee', o como se llame, y después pregunta, como si la cosa no fuera con él, por el paradero de Kalinda. Agos es testigo de esto y decide avisar a amiga vía mail. Mala suerte: "Delivery to the following recipient failed permanently".
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Más tarde, los socios del bufete deciden echar a la mujer de Louis Canning con el voto a favor de Agos y Lee y el voto en contra de Diane. Ésta es la encargada de comunicar el despido a la pobre Simone, que ya se imaginaba protagonizando su 'The Good Wife' particular. No tardará su marido en echar la puerta abajo de 'Lockhart, Agos & Lee', o como se llame, para jurar venganza a los tres socios por haber hecho sufrir a su mujer.
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Alicia acude a la estación policial donde estaría retenido Jacob para hablar con el policía que, en un principio, le había confirmado que su cliente estaba en el edificio. Éste se niega a hablar pero parece dudar cuando ésta le amenaza con demandarle si éste sufre un ataque de epilepsia. Tras esto le lanza una tarjeta con el teléfono del presunto médico que le podría confirmar la enfermedad de su cliente.
We'll meet again. Don't know where. Don't know when...
El señor Lester está haciendo la compra cuando se encuentra con Kalinda en la sección de congelados. No había mejor sitio porque todos nos hemos quedado helados al ver su silueta, a lo "Cat Woman". Ésta niega haber traicionado a Bishop y le ofrece una entrevista con él a cambio de que el molesto abogado deje de incordiar a sus amigos.
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La historia de Kalinda Sharma termina cuando de nuevo se encuentra con Lester para anunciarle que no se reunirá con Bishop porque éste ya no pinta nada; el que ahora manda es Dexter Roja. Sí cree tener poder el abogado cuando, una vez más, vuelve con sus sutiles amenazas. La investigadora no se achanta y le informa que tiene también material que le comprometería.
El señor Lester echa en falta el recato que tenían las señoritas de antes pero más en falta echaremos nosotros a Kalinda Sharma.
No a todo
Alicia y Finn creen ganar su primer caso cuando la juez pide que les abran las puertas de Homan Square tras haber probado, con el testimonio del policía que llamó al inexistente doctor, que su cliente estaba detenido ilegalmente. Tras la salida de la vista, Alicia se encuentra con el escritor fantasma que será su sombra cuando vaya a la comisaría donde está Rickler. Allí verá como un policía le da de nuevo largas a la abogada aludiendo a que el detenido ya se encuentra con un abogado que en realidad no existe.
De nuevo, recurren a la jueza esas excusas policiales y ésta solicita la presencia del detenido en esa sala en menos de dos horas. Mientras que éste llega Alicia habla con el escritor fantasma y ve que en sus notas hay comentarios escritos por una tercera persona que parecen dibujar más a una primera dama que a una abogada "hecha a sí misma". Esto se lo reprocha a Eli, autor inconfundible de esas guías literarias, y renuncia a esas memorias y prácticamente a todo; "No a esto. No a ser primera dama. No a todo".
Esperando a Godot
Cuando Jacob Rickter aparece la graciosa jueza aprovecha para compararle con la figura literaria de Godot. Matan Brody, es de nuevo el fiscal contra el que litiga Alicia, entonces anuncia que el acusado habría confesado haber intentado comprar marihuana para su posterior venta. Podrían caerle hasta cinco años ante lo que Alicia y Finn alegan que no le fue proporcionada asistencia legal, aunque parece que no habría caído en la cuenta de pedirla, y que no debió recibir el mejor de los tratos en esa siniestra comisaria.
Tras un día de gracia otorgado por la jueza, Rickter confirma lo mal que lo pasó mientras estuvo retenido y la no lectura de sus derechos, por lo que no pudo saber que podía solicitar a su abogado. Por su parte, el responsable de la detención alega que no estaba detenido sino que velaban por su seguridad cuando éste confesó. Pese al indignado discurso posterior de Polmar no parece que lleven el caso muy encarrilado. Lo tienen bastante claro cuando se toman unos chupitos entre los cuales se produce un incómodo, y sugerente, silencio entre ambos.
El caso se reconduce cuando el oficial al que "acosó" Alicia testifica que no vio nada aunque sí que escuchó que Jacob Rickle era detenido al tratarse de un "10-26 "que en código policial significa eso; una detención.
Tras ganar su primer caso juntos, Finn visita a Alicia para resumirle en un minuto toda la tensión sexual no resuelta que hemos visto en esta temporada y, desde luego, parece un buen motivo para no trabajar juntos.
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Alicia no le abraza. No le besa ni hace nada de lo que hizo con Johnny Elfman. Sólo le deja ir y, a los pocos segundos, se arrepiente. Se llama así misma "estúpida" y se lamenta de no haber intentado nada. Por suerte la puerta suena, "knock, knock", y Alicia abre con cara de receptibilidad que rápidamente se le chafa. "¿Quieres un socio?" Le pregunta Louis Canning.
In My Opinion
Más que un episodio de cierre, "Wanna Partner" ha sido una especie de teaser de la recién confirmada séptima temporada. Donde ponía "recién" había un "aún no" porque la esperada noticia de CBS me ha pillado con el recap a medias.
La parte mala de esta buena noticia es lo mucho que se ha tardado en dar ese "Ok", aunque no me creo que el matrimonio King no lo tuviera por seguro cuando escribieron este episodio porque ya digo que parece un nuevo punto de partida de 'The Good Wife'. En éste, se contaría con más presencia de Michael J. Fox, cosa que se viene diciendo desde hace mucho tiempo, en caso de que la respuesta de Alicia a esa última pregunta, lanzada durante el pitido final del partido, fuera positiva.
Puestos a lanzar preguntas: ¿Una nueva campaña electoral "Florrick" [Peter iría a perder para poder ser VP]? Mi corazón dice "Sí" pero mi cabeza dice "No", aunque no descarta pasar a un "Sí" si Eli Gold se sabe explicar bien. Mi mano se abstiene y se dedica a hacer doble click, o doble "knock", sobre un archivo imaginario llamado "House Of Cards 4x01".
Nada parece compensar la pérdida de Archie Panjabi en esa séptima temporada pero si hay unos guionistas capaces de distraernos de esa ausencia esos son los de 'The Good Wife'.
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Le hemos visto las orejas al lobo de la cancelación y quizás por ello, aparte de criticar sus puntos débiles, debemos valorarla como el gran producto audiovisual que es. A esto se le une su punto de vista crítico, tan pegado a la actualidad que a veces no nos hemos dado ni cuenta. En este sentido, su punto de vista en referencia al racismo (tras los disturbios raciales de Ferguson), "Racismo sin racistas", o su posición ante la construcción de armas con impresoras 3D se unen a otro tipo de casos (se me viene a la cabeza el del activista Aaron Swartz) de anteriores temporadas que siguieron esa misma línea ficticia que tan cerca se sitúa a veces de la real.
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En 'The Good Wife' no hay lecciones, ni es necesaria la correción política porque quién la escribe parte de la base de que tras la pantalla hay alguien capaz de entender lo que le están contando y es capaz de ponerlo en su contexto. Esto debería ser una obviedad pero creo que es algo no habitual en televisión... "In my opinion".