El sexto programa de la de la tercera edición de 'MasterChef' trajo consigo mucho amor, lágrimas y, por supuesto, la quinta expulsión del talent show culinario. En la prueba final los participantes se encontraron con una serie de desperdicios alimenticios (pieles de patatas, vainas de guisantes, cabezas de doradas...) que tuvieron que reutilizar como les indicó el chef Juan Mari Arzak, ganador de tres estrellas Michelín. A Mireia se le atragantó el reto de la "cocina de aprovechamiento", por lo que su plato recibió duras críticas por parte del jurado.
"Lamentable, fallido y repugnante" fueron algunos de los calificativos que recibió el plato de la murciana antes de ser la elegida para abandonar el programa. "Me voy porque no estoy al nivel que exige 'MasterChef'", reconoció minutos después, a pesar de ello se marcha feliz de la experiencia vivida: "Hay que sonreírle a todo". La ya exconcursante aseguró que jamás podrá separar sus dos pasiones: la cocina y la política, de modo que seguirá aprendiendo y cocinando, especialmente postres.Por su lado, Pablo, el concursante considerado más débil hasta el momento, sorprendió en esta prueba final, de modo que pudo subir las escaleras junto a sus compañeros y así continuar una semana más en la competición.
La expulsión de Mireia
La "Noche del Amor" de 'MasterChef'
En la primera prueba, los aspirantes cocinaron con más pasión que nunca debido a las cartas de amor que recibieron de sus parejas y familiares. Entre esas palabras de cariño se encontraba el nombre de un plato muy especial para cada concursante y que hicieron las delicias de 11 parejas de enamorados que también pudieron disfrutar de los cócteles de Diego Cabrera, uno de los mejores en su especialidad.
La lectura en voz alta de las cartas ante todos provocó muchas emociones, incluso los jueces y la presentadora se tuvieron que morder los labios para no romper a llorar, algo que les resultó complicado.
Emotiva "Noche del Amor" en Master Chef
Un homenaje al mundo de la moda
En la prueba exterior, los aspirantes rindieron homenaje al mundo de la moda en Platea. En ella tuvieron que preparar un catering para la inauguración de una exposición que cuenta con piezas de algunos de los diseñadores más importantes del país como David Delfín, Roberto Verino o Hannibal Laguna.
Cada aspirante de manera individual tuvo que elaborar una de las once suculentas creaciones de cuatro prestigiosos chefs: Paco Roncero, Ramón Freixa, Pepe Solla y Marcos Morán. Fueron evaluados de manera individual también, en una sofisticada prueba que por su organización y compañerismo se salvaron Sally y Andrea por parte del equipo rojo y Antonio, Víctor y Fidel del equipo azul.
