El enfado entre José María Íñigo y el representante de Edurne: "Lo de este individuo es de Juzgado de guardia"

La candidatura de Edurne en el Festival de Eurovisión 2015 sigue dando de qué hablar, aunque en este caso la noticia no se centre en la cantante ni en la canción que representará a España en el certamen europeo.

José María Iñigo, el relevo de Uribarri como comentarista del festival, y Óscar Tarruella, manager de la cantante madrileña, han protagonizado un sonado encontronazo mediante Twitter por motivo de unas declaraciones del conocido comunicador vasco en una entrevista a la revista TP. Criticando la falta de "un estribillo", el periodista afirma que "los grititos" de "Amanecer" "los escuchas tres veces y ya está. Falta un núcleo de canción".

Óscar Tarruella defiende a su representada

Óscar Tarruella, el manager de la cantante, no ha tardado en defender a su representada por medio de las redes sociales, contestando a José María Íñigo tras sus controvertidas opiniones sobre el tema que ésta defenderá en Viena ante de millones de espectadores de todo el mundo.

"Lo de este individuo ya es de Juzgado de guardia", afirma el también representante de la cantante y presentadora Mónica Naranjo mediante su cuenta en Twitter. "Ahí, apoyando siempre a otros países en vez de al suyo".

José María Íñigo aclara la situación

Después de la trascendencia que los medios han dado a sus polémicas opiniones ,en la entrevista realizada a la conocida publicación televisiva, el comentarista del Festival de Eurovisión 2015 ha querido defenderse y expresar su versión de lo ocurrido.

"Vengo apoyando a Edurne desde que se supo que iba a Eurovisión. Es una excelente cantante. No entiendo nada", afirma Íñigo vía Twitter. "Creo que estáis equivocados. Apoyo a Edurne desde el primer día. Es una excelente cantante. ¿A qué viene esto?"

"Sacar una frase fuera de contexto para hacer un titular escandaloso es una practica malsana usada por periodistas desaprensivos", criticaba minutos después de sus primeras declaraciones, afirmando que la publicación había reducido "una idea a la mínima expresión, que no se ajusta a la realidad, y a un titular sensacionalista".