Mila, concursante de Masterchef, se convirtió este martes en la séptima expulsada de la tercera edición del programa culinario de La 1. Mila no vivió su mejor semana, tanto en la prueba por equipos, en la que no aportó templanza entre sus compañeras Andrea y Lidia, como en la prueba de eliminación, en la que la participante tuvo su peor momento de la edición. El jurado y los concursantes fueron unánimes: ella tenía que abandonar los fogones.
Este martes, en la prueba de eliminación, dos monjas acudieron al plató para descubrir a los aspirantes los secretos de la repostería más tradicional. La propuesta de las hermanas se basó en la elaboración de una tarta adornada con buñuelos. La participante, entre sollozos, fue incapaz de hacer los buñuelos, algo que le impidió acabar la receta de forma correcta. Cuando el jurado preguntó a los aspirantes quién creían que debía abandonar el programa, todos contestaron que Mila.
Mila no consigue hacer los buñuelos
"MasterChef me ha hecho más fuerte y creer más en mí", declaró Mila. Durante un tiempo se convirtió en la "mala" de las cocinas por robarle el pollo a Lidia, pero con su marcha quedó demostrado que eso está olvidado y ahora las aspirantes son buenas amigas, aunque, aún así, dijo que lo ideal es que Lidia abandonara el concurso por su inminente maternidad.
Los churribuñuelos de Pablo y la bronca a Lidia
La prueba de los buñuelos dio mucho de qué hablar. Por un lado, Pablo, después de muchos llantos por no conseguir hacer el postre, elaboró lo que denominó unos "churribuñuelos" ya que era un intento de buñuelo con la textura de un churro. Este hecho no costó su expulsión y seguirá una semana más en el concurso.
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Por otro lado, el juez Jordi declaró a Lidia que "si por mi fuera no seguirías en 'MasterChef'". El comentario vino tras la presentación de su tarta en la que se intuía que se habían colocado los buñuelos sin escurrir el aceite antes, dando un aspecto muy desagradable a la tarta.