La cancelación del programa que presentaba Ernesto Sáenz de Buruaga, 'Así de claro', espacio de debate y tertulia política que emitía TVE, ha saltado al Congreso. Tras la petición de comparencia del diputado socialista German Rodríguez por el "uso adecuado de los recursos públicos", el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha tratado el tema esta misma mañana.
Como recoge el Diario.es, tanto populares como socialistas se han acusado de causar la crisis en la que se encuentra inmersa TVE. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha apuntado directamente al gobierno de Mariano Rajoy de utilizar la cadena pública para "pagar la propaganda del Gobierno con el dinero de los españoles".
El programa que presentaba Buruaga, 'Así de claro', ha sido cancelado envuelto en una gran revuelo
Montoro por su parte, no ha querido hacer valoraciones sobre la parrilla de televisión de TVE insinuando que "no es su tarea, ni la de ningún ministro, pero que a lo mejor los ministros de Zapatero sí lo hacían". Además, en su intervención, ha culpado a ese gobierno de ser de la debilidad de los presupuestos del ente público que "se produjo a partir de la retirada de la publicidad, decisión de ese gobierno".
También ha habido reproches respecto a la pérdida de pluralidad de TVE desde que comenzará el gobierno del PP. Sánchez ha dejado claro que el panorama de la televisión cambiará después de las elecciones. "No se preocupe señor Montoro, que los ciudadanos le pondrán en su sitio y volveremos a tener una televisión pública de calidad y no al servicio de sus amigos."
El coste de 'Así de claro' y las malas críticas
Y es que si por algo se ha caracterizado el espacio de debate, que solo ha emitido tres programas, ha sido por las duras críticas que ha recibido, tanto por los colaboradores que participan y sus opiniones, como por el coste que le suponía a la televisión pública y la mala imagen que estaba cosechando.
Un solo programa de 'Así de claro' conllevaba un gasto total de 67.000 euros, una cifra bastante elevada para el presupuesto de TVE, y algo bastante comentado por los espectadores que parecían haber dado la espalda al formato desde el primer día, como reflejan los bajos datos de audiencia.
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Esta críticas han llegado hasta las instituciones como muestra el debate en el Congreso. Pedro Sánchez ha lamentado que un programa "rancio y desfasado que ha cosechado una audiencia lamentable del 5% costara a 67.000 euros" y acusa al espacio de ser síntoma de haber "quitado la independencia y la pluralidad" del ente público.