EN 'VIAJANDO CON CHESTER'...

Farruquito: "Mi condena me ha costado la carrera. Hay sitios en los que me han prohibido la entrada de por vida"

El bailaor flamenco ha reconocido a Pepa Bueno que el incidente le sigue haciendo temblar pero que ya se ha perdonado.

Por Ana Quesada El 15 de Junio 2015 | 00:44

Pepa Bueno ha compartido sofá este domingo con el bailar flamenco Juan Manuel Fernández Montoya, conocido popularmente como Farruquito. El artista gitano ha reconocido en 'Viajando con Chester' que viene de una saga que pesa y que precisamente esto le ha puesto las cosas más difíciles, ya que "el listón lo habían dejado muy alto".

"Mi abuelo fue uno de los más grandes, por no decir el que más", ha dicho Farruquito, añadiendo que él le ha puesto al arte flamenco su personalidad para diferenciarse. "Con 12 años tuve que elegir entre las botas del fútbol y las de bailar. Yo lo tenía claro pero también me gustaba el fútbol", ha recordado.

"Me quedé de cabeza de familia con 18 años cuando mi padre murió de un infarto cerebral", ha explicado el entrevistado, a quien se le hizo difícil y más porque su abuelo al morir le dejó al cargo de la familia pero al menos ellos y Dios le han servido para seguir.

Farruquito en 'Viajando con Chester'

"Era justo pagar lo que pagué por el accidente"

Sin duda uno de los temas que siempre van a perseguir a Farruquito fue el accidente con el que mató a un hombre de 35 años. "Ya he pagado la deuda pero esas cosas son para siempre. Han pasado 11 años y es algo que siempre pienso por respeto a su familia y a la mía, que ha sufrido también. Es un capitulo que me hace temblar pero que, al mismo tiempo, los años van apartando un poco. Yo lo he pagado y lo sigues pagando pero ni Dios puede cambiar el pasado", ha comentado reconociendo que algún día contará la historia de cómo la vivió él para que la gente pueda conocerle y que no le juzguen solo por lo que se dice en los medios.

"Intenté contactar con la familia de la víctima y no quisieron hablar y lo entendí", ha lamentado el bailaor, admitiendo que él ya se ha perdonado porque fue un accidente y "no es lo mismo hacer algo queriendo que sin querer". "Sí, era justo pagar lo que pagué, a mí no tuvieron que llevarme porque yo fui. Estaba loco por pagar, sino no podría vivir", ha contestado el entrevistado, diciendo que su caso fue ejemplarizante.

"Hay muchos sitios en los que no puedo trabajar todavía"

Sin embargo, aunque cumplió con la condena impuesta, su caso no ha caído en el olvido. "Me ha condicionado la carrera y hay muchos sitios en los que no puedo trabajar todavía. O no me dan el visado o me han prohibido la entrada de por vida como en Japón", relata con tristeza ya que se define como una persona discreta a la que no le gusta ser mediática: "Yo no me hago notar en los sitios, soy de un ambiente muy familiar. Yo me siento más a gusto con Juan que con Farruquito".

Sobre su situación económica, Farruquito reconoce que no vive mal porque lleva trabajando muchos años pero que no es rico: "El flamenco no da tanto dinero como la gente piensa. Yo no soy rico, vivo de mi trabajo y vivo bien. Invierto en mi espectáculo y nunca he recibido una subvención. Vivo al día".

Farruquito junto a Pepa Bueno

Por otro lado, ha dicho que "muchos bailaores conocidos no hacen flamenco puro pero sí sirven para abrir las puertas al resto". "Joaquín Cortés es un bailarín clásico, no flamenco. Es un pedazo de artista pero es clásico", ha declarado el artista, quien ha reconocido que uno de sus ídolos en Michael Jackson, cuyos bailes intenta llevar a su terrero.

"La prueba del pañuelo lo hacen las mujeres que quieren"

Farruquito se declara gitano orgulloso pero comenta que él siempre ha estado rodeado de otras culturas y que actualmente un gitano es igual que un payo aunque a algunos les gusta más conservar las tradiciones. "Machista es el hombre que lo es, no la cultura gitana. Se oye más maltrato de otras culturas, aunque también somos una minoría", ha manifestado el entrevistado.

Por último, el bailaor flamenco ha hablado sobre su aparatosa boda, admitiendo que él no vendió nada sino que fueron los invitados quienes difundieron las fotos: "No me sentí traicionado porque sabía que iba a pasar. Fueron los propios periodistas quienes dieron las cámaras a los invitados".