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La cuarta entrega de 'Pekín express' trajo un importante cambio durante la primera etapa. Se tuvieron que formar parejas mixtas para realizar la primera parte de la carrera hacia el libro rojo. Los nuevos emparejamientos fueron los siguientes: Yareli y Ángel, María del Amor y Bea, Charo y Lourdes, Lorea y More, Aitor y José Luis y Ángel y Manuel.
La mayoría de los concursantes agradecieron poder desconectar de sus parejas habituales y así conocer a su nuevo acompañante. Sin embargo, mientras unas aprovecharon para tener noche de chicas como María del Amor y Bea o para congeniar como Charo y Lourdes, Ángel y Manuel lo tuvieron más difícil por las exquisiteces del gemelo extremeño que se negó a dormir con un monje ciego y a ducharse antes de acostarse, por lo que la pareja acabó siendo invitada a abandonar la morada donde iban a pasar la noche.La primera pareja en reencontrarse fue la de Lorea y Ángel, que disputó la inmunidad con las canarias. Tuvieron que liar cigarros mientras intentaban adivinar qué número de cigarros había en un capazo. Finalmente fue la pareja de blogueros los que se llevaron el gato el agua.
Los concursantes durante la Asamblea
El momento más tenso se vivió en la Asamblea. Ángel y Bea se sintieron traicionados por los gemelos al haberles prometido dejarles firmar primero en el Libro Rojo por haberse sumado a su transporte durante la etapa y finalmente incumplir su palabra. "Yo no les iba a votar, pero con la putada que nos han hecho hoy, por supuesto", aseguró Bea muy enfadada. Los gemelos y Lourdes y More fueron los más votados como "Ovejas negras", pero los inmunes decidieron que fueran el matrimonio quienes portasen el brazalete negro. Pero ser inmune guardaba un beneficio más para Lorea y Ángel, además de recorrer 20 kilómetros en coche pudieron elegir a dos parejas para realizar la misma distancia en coche pero en el sentido contrario a Yangón. José Luis y Manuel y Lourdes y More fueron los elegidos, que hasta el final no supieron del regalo envenenado que acababan de realizarles.
Tras mucho sufrimiento durante el cuarto programa, fue la pareja de cuñados la primera en llegar a la meta y, por tanto, la que logró hacerse con el amuleto valorado en 5.000 euros. María del Amor y Yareli fueron segundas. La tercera pareja más rápida fue la formada por los desconocidos Charo y Aitor que contaron con la ayuda de los inmunes que quedaron cuartos. Con los gemelos en quinta posición, fueron Lourdes y More los que tuvieron que despedirse de "La ruta de los mil templos". La próxima etapa de 'Pekín express' tendrá lugar en Malasia, de modo que este lunes los participantes se despidieron de Myanmar (Birmania).
Lourdes y More, últimos expulsados de 'Pekín express'
Positivo cambio de "parejita"
Los cambios de pareja sacaron la sonrisa a más de uno. Yareli hizo migas con Ángel, el bloguero. Durante su día de viaje congeniaron y aprovecharon para conocerse mejor, tanto que la canaria no pudo evitar fijarse en su nuevo compañero. "La primera vez que lo vi me fijé en él, me parece un chico guapo", se confesó Yareli.
Antes de irse a dormir, Ángel incluso ayudó a la canaria a lavarse el pelo. Sin embargo su aventura solo duró un día, lo que dio mucha pena a la pareja. "Yo quiero seguir contigo", aseguró la joven. Los roces que la canaria ha mantenido con su pareja habitual ha contrastado con el buen rollo que tuvo con Ángel. La pareja de blogueros ya se ha asegurado un voto menos en las Asambleas y es que Yareli ha confesado que nunca les votará por mucho que diga María del Amor.
Bea con la serpiente en la feria
"Tenemos un tito en Bangkok"
Uno de los momentos más graciosos del cuarto programa lo protagonizó la pareja de cuñados.Tras el desencuentro con los gemelos, buscaron un lugar donde descansar, pero un hombre insistió en llevarles a la feria del lugar. "Tenemos un tito en Bagkok", bromeó Bea.
Entre luces y atracciones, la pareja aprovechó para reírse y pasar un buen rato. "El tito iba lleno de dinerito y compraba todo lo que quería la niña", aseguró Bea entre risas, pues el birmano no tenía reparo en invitar a la pareja a dulces y atracciones. Incluso ella se atrevió a ponerse una pitón sobre el cuello. Sin duda un respiro entre tanta tensión.