Mila colgó, por segunda vez, el delantal en la tercera edición de 'MasterChef' tras cometer los mismos errores del pasado. La valenciana entró con mucha energía en la repesca y dispuesta a llegar a la final, pero su fuerza se desvaneció pronto y no fue capaz de alcanzar el nivel de sus compañeros.
"Te has mostrado insegura en la prueba de eliminación y tu cocina es desordenada y caótica. No puedes cometer tantos errores a estas alturas", dijo el jurado. Sus compañeros estuvieron de acuerdo y Kevin, el concursante que consiguió el delantal dorado en la primera prueba, pasando así directamente a la semifinal, opinó que sus fallos eran no escuchar ni atender cuando se le explican sus errores, algo que pasa factura en las pruebas grupales.
Mila repite expulsión en 'MasterChef'
A pesar de todo, Mila volvió a abandonar las cocinas con la energía que le caracteriza. Dijo estar muy agradecida con la segunda oportunidad que se le había dado y concluyó diciendo que "'MasterChef' ha supuesto un sueño cumplido, un renacer. Y voy a seguir tan guerrera como siempre".
El firmamento de Michelín
En la primera prueba del concurso los aspirantes tuvieron como invitados especiales a 35 estrellas Michelín entre los que se encontraban Dani García, Francis Paniego o María Marte. En esta prueba los aspirantes se jugaban el delantal dorado para alcanzar la semifinal mediante un pase directo.
Kevin pasa a la semifinal de manera directa gracias al delantal dorado
Para conseguirlo tuvieron que elaborar platos inspirados en la cocina francesa. El aspirante que tocó el cielo en este reto fue Kevin con una receta de buey a la borgoñona. El catalán clavó el guiso de esta elaboración y consiguió el delantal dorado, que le dio la inmunidad y el pase directo a la semifinal del programa.
La carrera hacia la final
Falta muy poco para conocer el nombre del próximo MasterChef España y la competición se pone cada vez más interesante. Carlos y Sally, considerados los aspirantes más fuertes y claros rivales entre ellos, se habían dormido en los laureles en las últimas semanas, pero volvieron a ponerse las pilas. En la prueba de exteriores, el azar quiso que formaran equipo y triunfaran.
Sally y Carlos entran en la semifinal trabajando juntos
Andrea y Antonio son el claro ejemplo de cómo con constancia y ganas se puede llegar lejos. No son considerados los favoritos, e incluso a ellos les falta algo de confianza, pero su esfuerzo y empeño les ha permitido llegar a las puertas de la final.
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Por último, Lidia, también pasa a la semifinal, pero después de varias semanas sorprendiendo con sus elaboraciones y su ascendente progreso, parece haberse estancado. La nutricionista vivió una de sus peores noches y estuvo al borde de la eliminación. "He pasado un mal trago. A pesar de ser mi octava la prueba de eliminación es la primera vez que estoy entre los peores platos", afirmó Lidia, que se mostró deprimida durante todo el programa.