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El segundo capítulo de la tercera temporada de 'Orange is the New Black' titulado "Bed Bugs and Beyond" sigue la línea del primer episodio, aunque en esta ocasión descubrimos algo más de las que parecen las principales tramas de la temporada y continúan los flashback del pasado de nuestros protagonistas. En concreto, en este episodio, la llegada de unas molestas inquilinas alterará la convivencia en la cárcel y Alex descubrirá el verdadero motivo por el que ha regresado a la prisión.
Las latinas tienen chinches
Un sorprendente descubrimiento se ha producido en la cárcel: en la zona de las reclusas latinas hay chinches. Por este molesto y a la par divertido motivo todas las chicas no tienen más remedio que quemar sus colchones y lavar toda su ropa, quedándose en ropa interior o, con suerte, con unos trajes de plástico mucho menos favorecedores que el mono naranja. Aunque para ellas es una auténtica pesadilla, los momentos que nos regalan son bastante divertidos.
Gracias a esta invasión, Caputo descubre el verdadero motivo por el que han liberado a tantas presas en un espacio de tiempo tan corto y la razón por la que no le otorgan más presupuesto para conseguir recursos y colchones nuevos para las reclusas: piensan cerrar la prisión muy pronto. Esta noticia supone el fin de su carrera aunque le hayan asegurado otra plaza, pero sus compañeros se verán en la calle y las reclusas deberán ser organizadas para trasladarlas a nuevos destinos. ¿Conseguirá frenar el cierre o tendrá que aguantar la decisión?
La vida de Bennett
Después de que Aleida le robara a su hija Daya la carta de la madre de Méndez, la señora Powell se presenta en la cárcel. La mujer llega dispuesta a adoptar al bebé y a ofrecer a su nieto los cuidados que se merece para evitar que termine como sus padres. Sin embargo, la otra abuela, Aleida, se muestra reticente y no quiere separar a su hija de su nieto. Pero la mujer pronto cambia de opinión cuando el dinero se pone por delante y por una suma importante, le dejará quedarse con el bebé.
Tras llegar a un acuerdo con la señora Powell, Aleida les comenta la conversación a Bennett y a Daya. Obviamente ambos se niegan, sobre todo Bennett, que es el único dispuesto a formar una familia y a hacerse cargo del pequeño que viene en camino. Aunque, finalmente, a Daya parece que la idea de que su hijo tenga una vida apacible le convence. Dispuesto a no darse por vencido, Bennett le pide matrimonio a Daya con la promesa de que en cuanto salga de la cárcel comenzarán una nueva vida los tres juntos.
Dispuesto a conocer a la familia de su prometida, Bennett se presenta en la casa de César, para aprovechar también y llevarle un regalo a la pequeña Lucy. Nada más entrar se lleva una gran sorpresa al descubrir que César ha vuelto a ser padre y que engaña a Aleida con otra mujer, que además vive con él y el resto de los niños en la casa de Aleida. Ante la situación, Bennett decide actuar como si nada y le cuenta que le ha pedido matrimonio a Daya, cosa que alegra a César, aunque no termina de esconder su fuerte carácter, sobre todo con los niños.
Seguimos descubriendo cosas del pasado de nuestros protagonistas y, en esta ocasión, le toca el turno a Bennett. Mediante varios flashback somos testigos de su vida pasada en el ejército donde su sargento le consideraba un cobarde a pesar de que él quería meterse en el frente y combatir para salvar vidas. Sin embargo, también se dedicaba a bailar y a pasárselo bien con el resto de compañeros, siempre tiene que haber tiempo para todo. Además, descubrimos cómo Bennett perdió su pierna por un ataque cuando estaba en el ejército.
El mundo es mejor en blanco y negro
Red acude al despacho de Haley para pedirle que añada a su abogado a la lista de visitas y retire a su marido. Después de descubrir que su negocio ha quebrado y no han tenido más remedio que cerrar, Red no quiere volver a saber nada de su esposo. Sin embargo, Haley le echa la bronca y le dice que no puede tirar su matrimonio por la borda, negándole así la petición.
Después de vivir un bonito reencuentro, Piper y Alex pasan el tiempo juntas en la cárcel, sin embargo, Piper no soporta más ver a su chica culpándose de haber vuelto a la cárcel y encima sin saber el motivo exacto de su regreso. Por este motivo, finalmente Piper decide contarle la verdad a Alex y confesarle que ella es la culpable porque llamó a su agente de la condicional para decirle que había violado las normas. Al enterarse de la verdad, Alex reniega inmediatamente de Piper al no creer que haya sido capaz de traicionarle.
Red regresa a su anterior cama junto con Piper y le explica que le odia porque le mintió acerca de su negocio y nunca da segundas oportunidades a los mentirosos. Durante la conversación Piper se da cuenta que Alex tiene razón y es una manipuladora y, peor aún, que se ha convertido en su madre, en ese ser que tanto detesta. A partir de ahora ha decidido que sólo dirá la verdad. Finalmente, tras empezar peleándose y desahogándose, Alex y Piper acaban enrollándose y dando rienda suelta a toda la pasión que llevan dentro.
