Según una nota de prensa, Foro del Espectador apoya la alarma lanzada por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica sobre la urgente necesidad de cambiar la programación infantil y juvenil de las televisiones y "por ello pide al Gobierno que actúe rápidamente sin que se vean afectados los derechos de libertad de expresión".
Por otro lado, solicita que las cadenas de televisión tanto públicas como privadas cumplan la normativa vigente y que sean creativos en la programación infantil y juvenil.
Según ha manifestado Foro del Espectador "la televisión es el más grande agente sociabilizador que haya existido jamás. Ha reemplazado en muchos casos a la familia, institución básicamente transmisora de afectos, modelos, y a la escuela, institución básicamente transmisora de conocimientos, porque, a menudo, ninguna de las dos instituciones trasmite valores para la plena integración social de las personas". A fin de cuentas, asegura Foro del Espectador, "los mensajes televisivos no hacen más que llenar el vacío de información que les deja la sociedad".
La promiscuidad, el desenfado en el mal uso del lenguaje, la profusión de palabras obscenas, la irreverente invasión a la intimidad de pésimo gusto, chismorreos forzados, banalidad, griteríos y otros gruesos defectos que deforman los principios de la educación cívica, son permanentes en la TV española.
Las declaraciones del Defensor del Pueblo
La televisión española está clasificada entre las que peores y más deformantes programas emiten, lo cual ha motivado que Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, haya realizado unas declaraciones que no han caído en saco roto, al exigir en el Congreso medidas contra la telebasura, sobre todo, en horario infantil y juvenil.
Denunció que la televisión está repleta de contenidos e imágenes "violentos y zafios" y "de cotilleos inútiles y abyectos", que ponen en peligro la adecuada educación de los menores.
El Defensor del Pueblo planteó la necesidad de abrir sin demora un debate público solvente sobre la telebasura y sonó la alarma al comparecer ante la Comisión Mixta del Congreso donde presentó un informe de su institución correspondiente al año 2003.
El funcionario criticó con dureza los contenidos que emiten las televisiones dirigidos a los más pequeños. Según Múgica, se trata de una programación "poco propicia a la sedimentación de los valores o la información" que reciben en los colegios. "Se les adoba con un lenguaje fácil y pobre al borde del grito; con situaciones en las que sobrenada la violencia y la zafiedad, con la miel de unos cuerpos atractivos y tentadores que todo lo experimentan sin dificultad, en un clima de falso compañerismo, indolencia, pasotismo y dolce far niente", dice su informe.
Su colega, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, apoyó a Múgica. "El Defensor Constitucional ha sido valiente y lo que dice refleja el sentir de toda la sociedad al manifestar, casi su angustia, en un momento clave para esta institución, la presentación de su informe anual". "Más claro no se puede ser y espero que la sociedad en general, el Gobierno, los grupos parlamentarios, el comité de sabios, todos ellos, escuchen esta llamada al compromiso de las televisiones con los menores" insistió Núñez Morgades.
Una petición voluntarista e inútil
Para la AUC, en las actuales condiciones la autorregulación de las cadenas es imposible y aboga por una mayor rigor de la Administración en el cumplimiento de la Ley y por una mayor autoexigencia de los espectadores
Con motivo de las declaraciones del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, la Asociación de Usuarios y Consumidores ha querido manifestar lo siguiente:
- Aún estando de acuerdo con las manifestaciones de Enrique Múgica, creemos que para que las quejas no se queden en los consabidos y cíclicos lamentos a lo Casandra, tan voluntaristas como inútiles, sería conveniente que cada agente involucrado en el consumo televisivo asumiera su cuota de responsabilidad.
- Las cadenas de televisión, salvo honrosas excepciones han demostrado tener una torpe visión del negocio basada en la rentabilidad a corto plazo, vendiendo de espectadores a los anunciantes por su cantidad y no por su calidad, con parrillas inestables y, al mismo tiempo, cada vez más miméticas. Con ello han conseguido convertir a la televisión española en una de las peores de Europa y en la más saturada de publicidad.
- La Administración ha asistido impasible al incumplimiento sistemático de la Directiva de la Televisión sin Fronteras. Por ello ha sido apercibida en varias ocasiones desde la Comisión Europea. Además, seguimos siendo el único país de nuestro entorno sin Consejo de lo Audiovisual. Consecuencia de esta impunidad, además del exceso de telebasura y de saturación arriba señalados, es la emisión generalizada de contenidos inadecuados para los menores en el horario en el que teóricamente deben estar protegidos,
- Los padres permitimos a nuestros hijos ver la televisión hasta horas inusualmente tardías, si las comparamos con las de otros países europeos. Con ello multiplicamos así las posibilidades de esos niños de exponerse a contenidos perjudiciales para su desarrollo.
Lo más leído
- Los telespectadores, si aceptamos los datos de audiencia, nos aprestamos a consumir con deleite y fruición aquellos contenidos basura que hipócritamente denostamos en público. Es decir, no aplicamos al consumo televisivo el nivel de autoexigencia que generalmente aplicamos en la adquisición y uso de otros bienes y servicios. Quizás por la falsa percepción de que ese consumo es gratuito.