La semifinal de 'Pekín express' se liberó de inmunidad y de las "Ovejas negras" para dejar a dos parejas expulsadas y dos parejas finalistas. Estas lucharán el próximo lunes 13 de julio por hacerse con la victoria de "La ruta de los mil templos".
Dividida en dos tramos, la competición comenzó con un miembro de cada pareja encadenado y treinta llaves de las cuales sólo abriría una el candado. Además, Lorea y Ángel, al haber sido salvados la semana pasada con la tarjeta verde, contaron con un handicap: un krishna malayo perteneciente a la casta superior, por lo que sus deseos eran órdenes. Por su parte, Aitor y Charo, inmunes de la etapa anterior, dieron veinte llaves más a las amigas canarias.
Lorea y Ángel han de ir acompañados por un krishna
Sin mapa ni hoja de ruta, los concursantes encontraron una pista de hacia dónde se tenían que dirigir una vez desencadenasen a su pareja. Aitor y Charo tuvieron dificultades para averiguar hacia qué medio de transporte tenían que dirigirse, aunque al final encontraron a los cuñados y, siguiéndolos, continuaron la carrera. Lorea y Ángel tuvieron que rendirse a los deseos del krisnah que los retrasó enormemente, haciéndoles perder el metro por sus caprichos de rezar o comprar una botella de agua. Fueron los últimos en llegar hasta Batu Caves donde Cristina Pedroche esperaba a las parejas para hacerles una pregunta y facilitarles información sobre cómo continuar. Ángel y Bea fueron los primeros en encontrar a la presentadora tras subir 272 escalones. Estos fueron preguntados por el número de escalones ascendidos, por lo que tuvieron que volver a bajar y subir para contarlos. Todos repitieron la operación, menos Lorea y Ángel, que al llegar los últimos vieron cómo sus compañeros contaban y pudieron hacerlo desde el principio. María del Amor y Yareli fueron las más torpes y tuvieron que repetir la operación hasta tres veces hasta dar con el número exacto.
Al responder correctamente, las parejas recibieron un sobre a elegir entre una "Misión portuguesa" o una "Misión holandesa" que tendrían que cumplir en la ciudad de la meta, Malacca, para conocer el lugar exacto donde se encontraría el primer amuleto.
Aitor y Charo se quedan a un paso de la final
Lorea y Ángel, primeros expulsados, dan su amuleto a Aitor y Charo, que tampoco consiguen llegar a la final
Tras pasar una divertida noche en la que Ángel regaló al padre de la familia una camiseta del Real Madrid y Lorea una del Barça a la niña, bailaron junto a los anfitriones y al krishna al que ellos bautizaron como "blanquito" debido al color de sus ropas.
Las dos parejas que disputaron la "Misión portuguesa" fueron las canarias y "los desconocidos", Aitor y Charo. Tuvieron que ir a un restaurante del barrio portugués de la ciudad y comer pasteles de Belém hasta encontrar el pastel que indicaba la dirección de meta en su envoltura: la iglesia de Saint Paul. Autor y Charo tuvieron que comerse hasta trece pasteles mientras que María del Amor y Yareli tuvieron mejor suerte y lo encontraron a la primera. Por otro lado, las parejas que disputaron la "Misión holandesa" fueron los cuñados y los blogueros que se dirigieron al barrio neerlandés, donde debían encontrar el rickshaw exacto que aparecía en una foto que se les facilitó, y dirigirse en el mismo a una tienda de souvenirs, donde se les daba la dirección. El handicap pesó demasiado a Lorea y Ángel, lo que les costó la expulsión por llegar los últimos. Tras haberles quitado el primer puesto hace dos semanas a Aitor y Charo por haber sido "Ovejas negras", quisieron devolverles el amuleto valorado en 5.000 euros. "No hay premio más grande que el cariño incondicional de la gente que nos ha ayudado", confesó Lorea antes de despedirse de la aventura asiática.
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El segundo tramo enfrentó a tres parejas para conseguir las dos plazas de la final. Al inicio de este recorrido, a los concursantes se les indicó que en la ciudad de meta, Johor Bahru, debían ir a la estación de autobuses de la ciudad y encontrar a un chico que se les enseñó en una foto, el cual les debía facilitar sus pasaportes para poder cruzar la frontera a Singapur, donde la próxima semana tendrá lugar la final. Esta vez fueron Aitor y Charo los más lentos, por lo que quedaron fuera de la final. "Probablemente sea la expulsión más dura de la toda la aventura", reconoció emocionada Cristina Pedroche. El vasco y la andaluza sólo tuvieron palabras de agradecimiento y se fueron tras dar su amuleto a las canarias que junto a Ángel y Bea se convirtieron en los grandes finalistas.