Emocionante e inolvidable. Así ha sido la final de la primera edición de 'Pekín express' que ha emitido Antena 3. Tras ocho semanas de competición, las parejas formadas por los cuñados y las amigas canarias se hicieron con un pase a la final dejando atrás a los blogueros, Lorea y Ángel, y a los desconocidos, Aitor y Charo.
Desde Singapur, la directora de carrera Cristina Pedroche dio el pistoletazo de salida a la octava etapa que consistía en una gymkhana interminable y que puso en juego diversos amuletos de diferente cuantía y ventajas de cara a la prueba final.
Los cuñados y las canarias, finalistas de 'Pekín express'
Problemas de cálculo y bikini imposible
Durante la primera prueba, Ángel y Bea y María del Amor y Yareli partieron del corazón financiero de Singapur tras cambiar sus pesadas mochilas por otras más ligeras. Los finalistas debían encontrar en un depósito de contenedores uno que contenía un maletín llego de pekinetas, la moneda del concurso. Las canarias arrancaron con una nueva discusión por las dificultades de encontrar transporte, lo que las retrasó más aún.
Los cuñados tomaron la delantera y fueron los primeros en conseguir el maletín. Contar todo el dinero que había dentro de él no fue tarea fácil, pero peor fue el reto que planteó Cristina Pedroche en la bandera roja. Debían trasladarse hasta un banco ficticio para convertir las pekinetas en euros. Tanto los cuñados como las canarias tuvieron serias dificultades para los cálculos. "No sé multiplicar. Sólo me sé la tabla del 2 y ni eso", reconoció María del Amor. Tras la desesperación, Ángel y Bea fueron los primeros en encontrar a la presentadora y dar la cifra correcta, por lo que fueron ellos los que se llevaron la primera ventaja y el primer amuleto en juego.
Chinatown fue el destino de la segunda parte de la gymkhana. Las parejas tuvieron que buscar una camiseta con el símbolo del concurso en medio de una urbanización colapsada. Al hacerse con ella, supieron que se tenían que dirigir a una playa acompañados de un turista. De nuevo, los cuñados fueron los primeros en llegar, por lo que se hicieron con la segunda ventaja. María del Amor, luciendo bikini, y Ángel, luciendo cuerpo, tuvieron que desembalar unas casas de madera para trasladarlas de una orilla a otra con la ayuda de una tabla de surf. Aunque el bombero tomó la delantera, finalmente fueron las canarias quienes se llevaron el segundo amuleto.
María del Amor durante la segunda prueba por el amuleto
Entre cócteles y bodas
El chapuzón no relajó los ánimos. Los finalistas tuvieron que trasladarse a un famoso bar de la ciudad donde Cristina Pedroche entregó la tercera ventaja a Ángel y Bea por volver a llegar primeros. Las dos parejas tuvieron que convertirse en catadores para adivinar los ingredientes del Singapore Sling, una bebida originaria del lugar. Achispados, la pista sobre el siguiente destino la encontraron en el interior de un bloque de hielo, por lo que tras romperlo, corrieron hacia el siguiente punto de la gymkhana.
La tradición fue un ingrediente importante de la octava y última etapa, y qué mejor que una boda al más puro estilo singapurense para vivirlo. Un famoso organizador y fotógrafo de bodas esperó a los corredores para vestirlos de novios y hacerles una fotografía donde encontrarían el punto en el que Cristina Pedroche les esperaría con la siguiente prueba. María del Amor y Yareli tomaron la delantera en esta ocasión y tras los divertidos momentos vividos en la ceremonia, fueron las primeras en encontrarse con la directora de carrera, lo que les hizo ganar la primera ventaja.
Los finalistas vestidos de boda
En el barrio tradicional, los exconcursantes regresaron a través de un vídeo a modo de trivial con preguntas que los participantes tuvieron que responder para conseguir el último amuleto. La tensión se hizo latente siendo los cuñados los que se llevaron el gato al agua. Bea rompió entonces a llorar por toda la emoción, el cansancio y la presión acumulada: "No puedo más, no puedo más".
Los cuñados, ganadores de 'Pekín express'
Para enfrentarse a la prueba final que determinaría el ganador de "La ruta de los mil templos", las parejas tuvieron que separarse. Mientras María del Amor y Bea recorrieron el barrio tradicional de Singapur para encontrar la última pieza de la prueba, Yareli y Ángel se quedaron con Cristina Pedroche resolviendo un puzzle. El programa les planteó ordenar cronológicamente los templos que se fueron encontrando a lo largo de toda su aventura en 'Pekín express'. Gracias a las ventajas conseguidas hasta entonces, Bea se ahorró tres puntos donde buscar la pieza que les faltaba. Lo peor le tocó a María del Amor ya que un taxista la ralentizó y consiguió desesperarla. "It's the competition of my life", repitió angustiada entre lágrimas.
Ángel y Bea, ganadores de "La ruta de los mil templos"
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La emoción embargó a los cuñados que no pudieron parar de saltar y llorar. "Me quedo con la gente tan maravillosa que hemos conocido, gente que no tenía nada y nos lo ha dado todo", aseguró Bea. "Pekín express es una experiencia única", añadió Ángel.