Finales mal cerrados, cambios radicales en los personajes y sucesos decepcionantes. La ficción española no siempre ha estado acertada en los giros de sus series. A pocos bastó con que la vida en 'Los Serrano' hubiera sido un sueño o que 'Ana y los 7' no llegase a un final cerrado.
Los que siguen a continuación son ocho ejemplos de series españolas cuyos argumentos dieron un giro, se desajustaron, se salieron del camino o simplemente experimentaron con la novedad. Algunos gustaron, otros en cambio...
Atención, SPOILERS
'Los Serrano' acabó igual que empezó: nada de lo que había pasado fue real
'Los Serrano'
147 entregas, cinco años y más de diez mil minutos de tramas, de idas y venidas, subidas y bajadas, entradas y salidas para que en los cinco últimos minutos de 'Los Serrano' nada hubiera sido real. La serie de Globomedia dio un brusco giro para poner punto final a la ficción de la manera más surrealista (y decepcionante para muchos de los seguidores de la serie).
El giro parecía una improvisación rápida con la que cerrar el baúl sin necesidad de atar los cabos que se habían ido deshilachando en sus más de cien capítulos. De esta manera no hubo que resucitar muertos (Lucía, Belén Rueda, reapareció en el final de la serie) ni traer a lo que se habían marchado porque, en realidad, nada de eso había pasado.
Poco se pudo hacer con los niños, ahora adultos, interpretando de nuevo a los pequeños que eran. No fue creíble. La foto de familia de 'Los Serrano' volvía a estar al completo, aunque, probablemente, después de que el espectador hubiera asumido todas las desgracias que se arreglaron con el entonces se despertó, podría haber sobrevivido a un final más elaborado.
Extraños acontecimientos y muertes macabras pegaron más y más al espectador en 'El Internado'
'El Internado'
El internado Laguna Negra escondió entre sus misteriosos escondrijos secretos de lo más variopintos. La tutela de su director, Héctor de la Vega (Luis Merlo) no ayudó en muchos de los casos a evitar los extraños acontecimientos y las muertes más macabras en torno a los protagonistas de 'El internado'.
La extrañeza de un ser que vagaba por el bosque del internado desembocó en la aparición de animales mutantes, cadáveres e incluso con pasadizos secretos que escondían a nazis con malvados planes y cazanazis que pretenden destruirlos.
No obstante, el loco giro que dio el argumento no hizo más que aglutinar a más espectadores haciendo que las puertas de Laguna Negra se cerrasen con más audiencia que en ningún otro capítulo. La muerte hizo acto de presencia en el último episodio, donde el fin de la vida se rifaba entre Fermín e Ivan. Fue finalmente el primero el que murió a causa de un ataque del teniente Garrido.
Ana García Obregón interpretó a una stripper que ejercía de niñera en una mansión de lujo en 'Ana y los 7'
'Ana y los 7'
El cuento "Blancanieves" de Ana Obregón encandiló a grandes y pequeños entre los años 2002 y 2005. Protagonizada por ella misma, el argumento ya de por sí se presentaba loco: una stripper acogida cuando era pequeña por las monjas que consigue un trabajo como niñera en una mansión de lujo que regenta un viudo millonario y donde deberá esconder su doble vida.
En 'Ana y los 7' se escribió la crónica de una muerte anunciada. Tras cinco temporadas, los rifirrafes entre creadora, guionista y guionista con la productora Starline iban a desembocar, a todas luces, en la muerte de Ana la niñera. Juicios y peleas judiciales provocaron una suspensión en la emisión de la serie, que se llegó a grabar hasta el final. Una vez salida la resolución, en la que se daba carta verde para la emisión de la serie al completo, Televisión Española decidió no emitir más 'Ana y los 7' por quedar ya muy lejos la última retransmisión.
Ninguno de los seguidores de la serie asistió a la muerte de la niñera Ana. ¿Hubiera sido un giro loco? Lo cierto es que la historia protagonizada por García Obregón, de una u otra manera, tenía que acabar. El final feliz, donde princesa y príncipe terminan juntos sí fue emitido por lo que, tal vez, la muerte de la protagonista hubiera sido un desenlace innecesariamente demasiado dramático.
Tras la salida de Carmen Machi de 'Aída', Miren Ibarguren sostuvo en sus hombros el peso de la serie
'Aída'
Si hay casos en los que hay series que no resisten a la partida de uno de los personajes clave en el argumento, no es el caso de 'Aída'. La serie dio un cambio drástico cuando Carmen Machí, la protagonista de la ficción de Globomedia, abandonó los escenarios que recreaban Esperanza Sur.
En la sexta temporada Aída García ingresa en prisión, saliendo de la vida de todos los personajes que formaban parte de 'Aída'. Le llegó entonces el turno a Miren Ibarguren, como Soraya, hija siempre nombrada pero nunca aparecida, que tuvo que sostener todo el peso del éxito sobre su hombros. Aunque en un principio Ibarguren se tambaleó, poco a poco logró meterse al público del famoso barrio de Telecinco en el bolsillo y demostrar que en 'Aída' Machi no era el pilar principal del argumento.
No obstante, en términos de audiencia la ausencia de Machi sí fue notable. Empezando con un 32,1% en su primera temporada, la serie fue perdiendo adeptos. La temporada en la que Aída fue encarcelada apuntó un 22,3% total y se fue reduciendo conforme llegaba el final en la décima temporada de la serie (que cerró con un 14,2%).
El cambio de Paz Padilla a Miriam Díaz-Aroca se justificó con un giro en el argumento de '¡Ala... Dina!'
¡Ala... Dina!
En 2002 Paz Padilla encarnó a una genio liberada después de medio milenio encerrada en una lámpara. Tomás y su familia acogieron a Dina Alá Alá, contratada como empleada. Como buena genio, la protagonista también tiene sus poderes mágicos, pero tendrá prohibidos usarlos.
El argumento es loco y la serie es cómica. No obstante, en la segunda temporada la ficción de Calcón cambiará por arte de magia, y, nunca mejor dicho, a su protagonista por otra actriz. Dina y su amor por Tomás le jugarán una mala pasada. Tanto, que la invisibilidad con la que amanece un día desembocará en quedarse encerrada en otro cuerpo. Así, Paz Padilla sale de la ficción y relega el papel de Dina Alá Alá a Miriam Díaz-Aroca.
En este caso, los creadores del argumento supieron solventar el giro de una manera discreta, original y bastante coherente. El espectador tuvo que asimilar la partida de Padilla (cuya interpretación le valió además de una nominación a los Premios ATV en el año 2000 como mejor actriz) y suplirla con la de Díaz-Aroca. Esto se dio con corrección, al menos en términos de audiencias, donde el descenso no fue catastrófico.
La octava temporada de 'Los hombres de Paco' inició con un oscuro caso satánico
'Los hombres de Paco'
Lo que empezó siendo una serie policiaca de comedia dramática en un momento dio un giro completo a las tuercas y se adentró en una trama oscura, Satánica según algunos de sus seguidores, que podría parecer complicada de encajar.
Hugo Silva, Paco Tous y Pepón Nieto protagonizaron 'Los hombres de Paco' que inició su octava temporada con un caso satánico. La ficción pretendía mantener su razón de ser original, pero convirtiéndola en algo radicalmente distinto. La temporada se presentó como un thriller apocalíptico de dimensiones épicas.
Un misterioso caso relacionado con Satanás llevó a Paco y sus hombres a adentrarse en un terreno inexplorado. Apareció un caníbal que se comía los órganos de sus víctimas, llegaron escenarios llenos de sangre, huesos, muertes misteriosas, etcétera. Los policías se vieron tan desesperados que incluso un sacerdote tuvo que adentrarse en el camino de la fe. Un giro loco que pareció encajar entre los seguidores.
En 'Yo soy Bea' también se cambió de protagonista
'Yo soy Bea'
Bea también acabó vistiendose de Prada en 'Yo soy Bea'. La serie versaba sobre la vida de Beatriz Pérez Pinzón (Ruth Núñez), una joven poco agraciada que llegaba a trabajar en la revista "Bulevar 21" donde se acabará enamorando de su jefe. Poco a poco Bea tiene que ir haciéndose valer entre sus compañeros, a pesar de su aspecto físico, que, previsiblemente, dará un giro radical.
El problema viene después de que la protagonista y su jefe se den el "sí quiero". La historia da un giro radical y elimina de escena a Ruth Núñez para darle la voz cantante de 'Yo soy Bea' a Patricia Montero. Su personaje, "Be", es la amiga de Bea, la típica niña de cara bonita que se interpondrá en el camino del amor de la primera protagonista.
Las tornas se cambian con la rubia guapa al frente de la trama, que presumiblemente hace un papel superficialmente opuesto al que encarnaba Núñez pero el argumento no dista mucho de la historia de amor entre la original Beatriz Pérez Pinzón y su jefe.
En el final de 'El barco' todo volvió a empezar
'El barco'
'El barco' recogió de alguna manera el testigo que dejó 'El internado'. Volviendo a combinar elementos de acción, misterio y drama Antena 3 consiguió unos datos de audiencia que hizo renovar la serie por una tercera entrega.
En este caso no estaríamos hablando de una trama demasiado extendida, dentro de las posibilidades espaciales que permitía la ficción de Globomedia, con un giro que no viene a cuento. No obstante, el final de la serie que protagonizaron Mario Casas, Blanca Suárez, Juanjo Artero e Irene Montalà puso punto final con un giro totalmente inesperado.
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Cuando todo parecía llegar a buen puerto, los náufragos pisando tierra y los dramas cerrados con un final feliz, un temblor en la tierra y un aumento de las fuerzas magnéticas provocaban la misma tracción que se vio al principio de la serie. "Está volviendo a pasar", decía el capitán protagonista como últimas palabras antes de dar por rematado el capítulo. ¿Final abierto? ¿Hubiera funcionado el volver a volver? Porque, de seguir, ¿en qué se distinguiría de 'Los Serrano' y su "todo fue un sueño?