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La plataforma de contenidos online, Netflix, continua con su producción propia y expansión mundial. A pesar de que para la llegada de Netflix a España no se planteen por el momento producciones locales, dentro de la estrategia que la plataforma tiene está la de la producción internacional. Esto ya ha ocurrido en México con la serie 'Club de cuervos', la primera ficción en español del gigante estadounidense.
Los usuarios de Netflix están acostumbrados al contenido erótico, las escenas subidas de tono y los desnudos integrales entre sus producciones. Como ya ocurriría en la ficción 'Sense8', la nueva serie ha vuelto a dar de lo que hablar. En la primera, las escenas de sexo y las apariciones del español Miguel Ángel Silvestre y el mexicano Alfonso "Poncho" Herrera revolucionaron a los subscriptores y, como no podía ser menos, en esta nueva ficción es otro latino el que pone el listón bien alto: Joaquín Ferreira.Así es 'Club de Cuervos'
'Club de cuervos, dirigida por el director mexicano Gaz Alazkari, narra la historia de una absurda familia que ve trastocada su alocada normalidad cuando el patriarca fallece. Sus herederos emprenderán una lucha por asumir el control de su adorado equipo de fútbol, conocido como Los cuervos de Nuevo Toledo.
El reparto, encabezado por Luis Gerardo Méndez, está formado por el español Carlos Bardem, Andrés Montiel, Sofía Sisniega y Stephanie Cayo, entre otros. Los trece episodios que conforman esta comedia, rodada en México, ya se encuentran disponibles en la plataforma de pago.
La revolución del vestuario
Si en la serie de los hermanos Wachowski, 'Sense 8', que acaba de renovar para una segunda temporada, el que subía la temperatura con sus escenas a los espectadores era Miguel Ángel Silvestre, en 'Club de cuervo' le toca a Joaquín Ferreira, exjugador de fútbol y rugby, ahora convertido en actor, que se mete en la piel de "Potro", uno de los futbolistas de la ficción.
En la ficción de Netflix también hay escenas de vestuario, pero al contrario que en las series españolas, en esta los actores si que pasean como Dios los trajo al mundo, como ocurriría en un vestuario en la realidad. El tamaño del miembro actor ha maravillado, a la vez que sorprendido, a los espectadores y "Potro" se ha convertido, de un plumazo, en el rey del vestuario de la ficción.
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