Cristina Tárrega está dolida tras haberse visto salpicada por la Operación Púnica. Interviú publicó el pasado lunes 10 de agosto unas conversaciones telefónicas entre la presentadora y el exsecretario general del Partido Popular madrileño, Francisco Granados, que ahora se encuentra en la cárcel a causa de esta trama. En las conversaciones, que forman parte del sumario de la operación, hablan del interés por unos locales para montar una discoteca.
Según las declaraciones recogidas por Vanitatis, Tárrega se siente profundamente abatida: "No es justo. Yo lo único que he hecho es coger una llamada y atenderla. No he cometido ningún delito. Me gano el dinero con mi trabajo y mis cuentas están claras. Soy una víctima". Asegura no tener "nada que ver con esta operación" y se defiende: "Es una injusticia lo que se está haciendo conmigo".Presentadora y político habrían mantenido conversaciones telefónicas intervenidas por el juez en agosto de 2014, poco antes de ser detenido Granados. Una de las principales cuestiones de la conversación es en lo referido a las licencias. "El problema de este sitio es la gestión de las licencias, pero eso no me preocupa, porque tenemos amigos", aseguraba el dirigente popular.
"Lo único que hago es facilitarle el contacto de la portera, que es quien enseña el local en el que estaba interesado Granados. El propietario de ese local es el mismo que me alquila a mí dos locales, por eso se pone en contacto conmigo, para que le facilite su contacto", explica Cristina Tárrega. Desde el juzgado nunca ha recibido ninguna llamada, por lo que de momento está tranquila: "¿No crees que si el juez hubiera visto algo no me hubieran llamado ya?".
Cristina Tárrega se defiende de lo publicado
Emprenderá acciones legales
Niega haber mantenido una relación estrecha con el político y que, por lo tanto, no tuvo intención de hacer negocios con él: "Lo he visto en dos o tres ocasiones y el trato ha sido profesional, como periodista. De hecho nunca se me habrá visto con él públicamente". No se siente responsable de nada pues, según ella, actuó de una manera normal: "Solo cogí una llamada de teléfono como se la cogería al de la tintorería. No porque este señor esté ahora en la cárcel voy a ser yo responsable de nada".
La expresentadora de 'Territorio comanche' tiene claro que se trata de "una información malintencionada". Por ello, está dispuesta a emprender acciones legales y ha puesto el asunto en manos de sus abogados. "Publicar conversaciones privadas es un delito y ya les he dicho que emprendan acciones legales contra los medios que han sacado la información", sentencia.
