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'Cámbiame' ha llegado con fuerza a la parrilla de Telecinco. Desde su estreno hace un mes, no solo ha conseguido revitalizar la franja de access sobremesa de Telecinco, impulsando también a 'Informativo T5 15:00' y colocándose a diario entre lo más comentado en redes sociales, sino que también ha conseguido visibilizar y normalizar el colectivo LGTBI gracias a su valiente equipo de casting.
Tener a participantes gays, lesbianas, bisexuales, transexuales o intersexuales no debería de ser noticia, pero lo cierto es que todavía son muchos los que, por una cuestión u otra, se niegan a tratar de forma igualitaria a los miembros de este colectivo. Sin ir más lejos, 'Mujeres y hombres y viceversa', programa que se emite inmediatamente antes de 'Cámbiame', no ha concedido nunca el trono en sus siete años en pantalla a nadie perteneciente al citado colectivo.'Cámbiame' no solo ha estado protagonizado en varias ocasiones por jóvenes gays y lesbianas, sino que este martes ha dado un paso más con el caso de Nadia, quien nació siendo un chico pero sabiendo, desde siempre, que era una mujer. Operada ya, Nadia no termina de sentirse bien porque se ha acostumbrado a esconderse de los demás, hecho que la ha impulsado a presentarse a 'Cámbiame'. Allí ha sido Pelayo el encargado de llevar a cabo su espectacular transformación.
Nadia, antes y después de su cambio
Trono gay, petición histórica de muchos seguidores de 'MyHyV'
Desde su estreno en 2008 muchas han sido las voces que han pedido un trono LGTBI en 'Mujeres y hombres y viceversa[a]', pero hasta la fecha no se ha accedido a tal petición, pese al juego que podría proporcionar al programa de Telecinco, además del factor novedad.
Esta demanda no se produce solamente desde fuera del programa, pues su presentadora Emma García se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de esta idea, aunque sus jefes parecen hacer oídos sordos, de momento.
'Cámbiame' se presenta de este modo como un ejemplo a seguir, pues no solo trata con normalidad a homosexuales, sino que de igual modo han pasado por la pasarela del programa tanto personas mayores como jóvenes, con más o menos kilos, con síndrome de Down o pertenecientes a cualquier tribu urbana. Este tratamiento debería ser la norma en televisión, y no la excepción.
