Serie relacionada
Cerca del final de la tercera temporada de 'Orange is the New Black', en este undécimo episodio titulado "We can be heroes", muchos de nuestros protagonistas se rebelarán luchando por sus intereses. Por un lado, los oficiales de seguridad decidirán crear un sindicato para defender sus derechos, por otro lado, las reclusas que participan en el negocio de bragas usadas reclamarán obtener mejores beneficios. Al mismo tiempo, Doggett será descubierta por Boo y no tendrá más remedio que confesar la verdad. Por su parte, Caputo revivirá algunos recuerdos del pasado que tendrán consecuencias en su presente. Y una confusión provocará que una de las reclusas sea liberada antes de tiempo.
Decisiones incorrectas
Caputo siempre ha destacado por hacer lo correcto y por luchar por el bien. Los recuerdos de su pasado así lo demuestran al presentarnos a un adolescente Joe siendo un chico popular en el instituto y que se dedicaba a la lucha. Precisamente, en una de las competiciones se presentó voluntario para competir contra un chico discapacitado, sin embargo, lo que él consideraba un entretenimiento supuso su retirada como luchador debido a una lesión producida durante esa pelea supuestamente inofensiva.Con el paso del tiempo, Caputo cambió la lucha por su banda de música. Cuando tenían todo para salir de gira y conseguir el éxito, su novia le dio una noticia inesperada: estaba embarazada. Pero, para su sorpresa, el bebé que su chica esperaba no era suyo, sino de uno de sus colegas de la banda. A pesar de todo, Caputo decidió abandonar su gran sueño de convertirse en un famoso grupo de música para cuidar de su familia.
Para poder sacar adelante a los suyos, Joe comenzó a trabajar en la prisión. Primero como un oficial más, velando por la seguridad de las reclusas, hasta que alcanzó el puesto que ocupa en la actualidad. Pero su trabajo no era lo mejor y su vida se vino abajo cuando su novia decidió coger al bebé y marcharse con el padre de su hijo, con el amigo de Caputo que estaba triunfando con la banda, un puesto que debería haber ocupado Joe. A veces las cosas no salen como deseas pero Caputo había sido demasiado bueno y no se merecía terminar así. Por lo menos, después de todo, sigue luchando por hacer el bien.
Confusiones
Una gran confusión hace saltar las alarmas en la prisión: Angie ha sido liberada por error en lugar de dejar en libertad a la verdadera reclusa que debía salir de la cárcel. El nuevo sistema empleado por la empresa privada y los nuevos oficiales contratados han pasado por alto que la foto y las huellas no coincidían, dejando así que Angie disfrutara de un día libre. Sin embargo, Caputo logra dar con ella antes de que se marchara de la ciudad, evitando un gran desastre.
Sirviéndose de la técnica de despiste, Alex decide confundir a Lolly haciéndole creer que es miembro de la CIA y una agente doble infiltrada. Por ese motivo ambas deben guardar silencio y andar con discreción para que ninguna sea descubierta. Es una sucia mentira pero le sirve a Alex para que Lolly no cuente a los guardias de seguridad la verdad sobre lo sucedido durante la pelea. Aprovechando que se ha quitado un peso de encima con la historia de Lolly, Alex decide disculparse con Piper por haber creído que tenía algo con Stella.
Ya no se trata de una confusión sino más bien de una gran pillada y es que la novela erótica de Ojos Locos ha llegado a manos de Healy, quien ha decidido retirar la historia y prohibir a la escritora en alza que continúe con su labor. No obstante, Ojos Locos parece alegrarse y sentirse aliviada porque por fin va a poder circular por la prisión sin que el resto de sus compañeras estén al acecho metiendo las narices donde no les incumbe. Lástima que finalmente nos quedemos sin conocer el final de tan apasionante historia.
Sindicatos
Después de haberse quedado sin sindicato por culpa de los nuevos contratos con la empresa privada, los oficiales de la prisión que llevan más tiempo trabajando deciden crear su propio sindicato para poder optar a los beneficios que todo eso supone. Ya no lo hacen sólo por luchar por lo que les pertenece sino que lo fundamental para cada uno de ellos es su familia. Aunque en un principio Caputo les insta a frenar la idea, finalmente decide guiarles para poder hacer frente a la empresa.
Otras que también están dispuestas a luchar por lo que les pertenece son las reclusas que participan en el contrabando de bragas usadas. Tras enterarse de que el beneficio que obtiene Piper con la venta de la ropa interior de segunda mano es mucho mayor de lo que pensaban, todas deciden exigirle que mejore las condiciones. Finalmente, Piper no tiene más remedio que aliarse con Red y aceptar pagar un sueldo a las chicas, aunque logra disminuir su ira despidiendo a Flaca, la culpable de que el resto de chicas se sublevaran.