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Llegamos al final de la tercera temporada de 'Orange is the New Black' con el decimotercer episodio titulado "Trust No Bitch". Ha costado pero por fin termina una de las temporadas más aburridas y lentas hasta el momento. Si las dos primeras resultaban de lo más emocionante y entretenidas, en esta nueva tanda de episodios estrenados este año hemos echado de menos tramas más interesantes, protagonismo de algunos personajes que han quedado como secundarios e incluso un antagonista que alimentara esa parte tragicómica tan característica de la serie.
En este último episodio de mayor duración (como viene siendo habitual en las season finale), las reclusas se encontrarán con una grata sorpresa que les permitirá sentirse en libertad. Además, un cambio de última hora provocará que Caputo tome una decisión diferente a la inicial con consecuencias nefastas. Por su parte, Piper vivirá una traición inesperada, Alex se encontrará entre la espada y la pared y surgirán nuevas amistades para sorpresa de todos.¿Rendirse?
En el anterior capítulo fuimos testigos de cómo Soso se daba por vencida y decidió tomar pastillas, lo que provocó que Poussey se la encontrara inconsciente tirada en la biblioteca. Sin perder tiempo, Poussey comunica a Taystee y Ojos Locos su gran hallazgo. Dispuestas a evitar que Soso acabe en el psiquiátrico (un lugar terrible que Ojos Locos conoce bien), recogen a la joven para llevarla al baño e intentar conseguir que arroje todas las pastillas y se despierte.
No nos extraña que la chica haya tomado la decisión de quitarse la vida, desde bien pequeña sintió la presión de su madre en lugar del amor materno. Y ahora en la cárcel está completamente sola y no tiene un hombro en el que apoyarse. Hasta ahora, ya que parece que por fin ha encontrado un lugar en el que refugiarse y esperamos que, con la ayuda de Poussey, Taystee y el resto, logre levantar cabeza poco a poco y nos regale grandes momentos en la próxima temporada.
Después de mucho tiempo intentando que su matrimonio funcionase, Healy se ha dado por vencido y por fin ha decidido darle la libertad a su esposa, está cansado de ver mujeres presas para llegar a su casa y encontrarse con la misma situación, por este motivo y tras haber intentado hasta lo imposible para que todo funcionara bien, Healy le da carta blanca a su mujer para que se mude de piso y comience una nueva vida alejado de él.
Sin embargo, puede que el amor no haya terminado para Healy, desde siempre ha tenido una estrecha relación con Red y esta temporada hemos visto cómo parecía avanzar la cosa entre ellos. Además, en este último episodio se confirman nuestras sospechas, regalos y detalles que puede que sean el inicio de una bonita relación. Hacen buena pareja y podría ser una trama interesante de cara a la cuarta tanda de episodios para el año que viene.
Luchar por lo que uno cree
Con la ayuda de Daniel Pearson, Caputo se dirige a hablar con los altos cargos de la empresa para poner las cosas en su lugar de una vez por todas y sacar a Sophia de aislamiento, donde ha sido llevada injustamente. Para su asombro, Daniel decide plantar cara a su padre y abandonar su puesto de trabajo. Sin pensarlo dos veces, Caputo acepta tomar el mando y ocupar el lugar de Pearson, dirigiendo por fin todos los asuntos de la cárcel.
No obstante, esta decisión tiene una terrible consecuencia: los oficiales se han enterado de que Caputo se ha puesto de parte del enemigo y también han renunciado a su puesto de trabajo. Ahora Joe tiene un gran problema porque los guardias de más antigüedad saben que sin ellos la prisión está perdida pero para que regresen va a tener que negociar y no va a resultar nada fácil. ¿Conseguirán un acuerdo o volverán a contratar a nuevos e ineptos oficiales?
Por su parte, Piper ha pasado toda la temporada intentado sacar adelante un negocio, cosa que ya resulta complicada pero más todavía si estás presa en la cárcel. Este asunto es el que causa una nueva disputa entre Alex y Piper, dando prácticamente por terminada su relación. Pero Piper no parece preocupada ya que se deja llevar por Stella y la tensión sexual que hay entre ambas. Sin embargo, Piper descubre que alguien le ha robado todo el dinero conseguido con la venta de bragas usadas y esa persona no ha sido otra que Stella, que estaba buscando una forma de asegurarse su futuro ahora que está a punto de ser liberada.
Si algo ha aprendido Piper durante todo este tiempo que lleva en la cárcel es a poner las cosas en su lugar y marcar su propio territorio. Al descubrir la gran traición, Piper mueve ficha y hace que los oficiales revisen las pertenencias de Stella, donde encuentran una cantidad de objetos no permitidos. Gracias a esto, Stella es llevada a máxima seguridad y su salida de la prisión será retrasada. Una venganza que, además, demuestra al resto de reclusas quién lleva el mando. Mientras tanto, Alex se encuentran aislada con un nuevo oficial que parece conocerla, ¿saldrá con vida del lugar?
Desde la marcha de Nicky (a la que se le ha echado mucho de menos esta temporada), Lorna se ha dedicado a escribirse cartas con varios hombres en busca de la media naranja que le robe el corazón y le tenga el pensamiento ocupado. Varios han sido los interesado en conocerla pero sólo uno ha logrado captar su atención. En una muestra de amor, la pareja contrae matrimonio en la cárcel en una bonita ceremonia. ¿Lograrán mantener viva la llama del amor?
Otra que no se da por vencida es Cindy. Se propuso hacerse judía y para ello ha puesto toda la carne en el asador. Consultas a compañeras judías, lectura de libros, mucho estudio y la solicitud de un examen por parte de un rabino, todo lo necesario para poder cambiar de religión. Finalmente, logra obtener el visto bueno y su correspondiente bautizo. A partir de ahora podrá degustar su apreciada comida kosher (no nos engañemos, en realidad todos sabemos que lo ha hecho por librarse de la asquerosa comida preparada que sirven ahora en la prisión).
Libertad, bendita libertad
Después de que Doggett le confesará la verdad a Boo y ambas intentaran vengarse del nuevo oficial que violó a Pennsatucky, Doggett opta por algo más sencillo y se inventa una enfermedad, en concreto, una epilepsia que provoca que tengan un accidente con el coche. De este modo, sin mayor complicación, Pennsatucky ha conseguido liberarse de una gran carga. Veremos cómo continúa su vida en prisión porque aunque se haya librado de los viajes, todavía le tendrá que ver por los pasillos. Menos mal que Boo se ha convertido en su gran aliada.
La sorpresa final de temporada viene a raíz de un gran regalo que reciben nuestras reclusas. De repente, Norma es la primera en darse cuenta de que una de las vallas que delimitan los terrenos de la cárcel ha sido eliminada y tienen camino libre para salir del recinto y llegar hasta un gran lago. Rápidamente todas las demás presas se percatan de ello y salen disparadas hacia la ansiada libertad. La falta de oficiales ayuda a que todas juntas puedan disfrutar de una divertida jornada nadando y compartiendo un buen rato.
Conclusiones
En cuanto a la valoración general, la tercera temporada de 'Orange Is The New Black' destaca por su ritmo pausado, donde la mayoría de tramas se han centrado en mostrarnos el pasado de las reclusas. Este aspecto es interesante porque saber el motivo que les llevó hasta la prisión ayuda a conocer la psicología de cada personaje y su actual forma de ser. Pero quizá haya faltado algo más de emoción y menos sentimentalismo.
La ausencia de una antagonista como sucediera en las otras temporadas o historias que no terminan de cuajar son algunos de los contras. Algunos pensaréis que sí que ha habido una "mala de la película" y esa ha sido la nueva empresa que dirige la prisión, sin embargo, alguien que hubiera complicado la vida de las presas en lugar de la de los oficiales habría sido mejor opción. Pero no pasa nada, tenemos las esperanzas puestas en la llegada de Judy King y de una multitud de nuevas presas, quién sabe, a lo mejor entre una de ellas está la nueva mala que revolucionará la vida en Litchfield.