Crítica: 'Mar de plástico', una ola refrescante para la ficción española

Si bien es cierto que parece ser que el thriller está de moda en la televisión de nuestro país, ninguna cadena se había atrevido, hasta ahora, a producir o apostar por un producto similar al que Antena 3 ha obtenido con 'Mar de plástico'.

El asesinato de una chica en un invernadero de un pueblo remoto de Almería y la llegada de Héctor (Rodolfo Sancho), un nuevo sargento de la Guardia Civil que se hará a cargo de la investigación de este crimen, es el punto de partida de esta ficción producida por Boomerang TV. La identidad de este homicida será revelada a lo largo de los 13 capítulos, aún sin fecha definitiva de estreno, con los que contará el serial durante su primera temporada.

FormulaTV.com ha tenido la oportunidad de ver el primero de estos episodios con los que contará la nueva ficción del grupo Atresmedia Televisión que mezcla la solvencia interpretativa de sus actores, un gran uso de un género televisivo, y un emplazamiento ideal para desarrollar un impresionante diseño fotográfico donde contar una gran historia.

Un solvente elenco protagonista

'Mar de plástico' presenta Campoamargo al espectador, un ficticio pueblo de Almería cuya economía depende de los cultivos plantados en miles de hectáreas de invernadero. En esta localidad cohabitan una serie de culturas cruzadas que no lo tendrán nada fácil para sobrevivir las unas con las otras.

Más allá de lo atractiva que pueda parecer su trama para el espectador, el reparto de la ficción es, sin duda, el gran atrayente de la misma para un espectador que se enfrente a ella con los ojos cerrados. Rodolfo Sancho ('Mar de plástico'), Jesús Castro ('El Príncipe') y Luis Fernández ('Los protegidos') son algunos de los rostros más mediáticos con los que cuenta la ficción.

Entre la cantidad de actores que llevan las riendas de este elenco coral destacan las impecables interpretaciones de Patrick Criado ('Águila Roja'), Pedro Casablanc ('Motivos personales') y Andrea Del Río ('Sin identidad')

Criado, junto a su domada fuerza escénica, ejecuta de manera inmejorable el papel del rebelde hijo menor del dueño de la mayoría de los invernaderos del pueblo. Las escenas que el actor comparte junto a Federico Aguado, su hermano en la ficción, enternecen y dotan de afecto un thriller que peca por su intensidad y crudeza. Por su parte, Andrea del Río interpreta a Pilar, un intolerante y odioso personaje que empatiza con la ideología nazi y destaca como uno de los rostros más sobresalientes de esta ficción.

Por el contrario, la sobreactuada interpretación de Castro desmerece la de sus compañeros y desmejora el nivel actoral del que presume la ficción cada vez que éste abre la boca para recitar cualquiera de sus frases. Eso sí, el actor deja claro que su interpretación sigue basándose en esa norma de que "una imagen vale más que mil palabras", ya que no hay queja de su juego de miradas.

Una historia atrapante... que peca de clichés

Temas como la denuncia social, abogar por la convivencia de distintas razas y culturas, así como hacer apología a la aceptación de colectivos como los gitanos o los discapacitados intelectuales son varios de las cuestiones claves que trata la ficción en casi todas sus tramas.

Trabajar y mantener el ritmo de la serie, aunando todos y cada uno de estos clichés, mientras se investiga un asesinato es algo casi imposible que 'Mar de plástico' intenta solventar en todas y cada una de sus escenas. Pese al esfuerzo del equipo de guión, el resultado no deja de parecer forzado y acaba perjudicando a la historia principal que narra el serial.

Una increíble apuesta visual

No solo la historia en la que se basa 'Mar de plástico' y sus buenas interpretaciones aúpan a la ficción como una de las apuestas más sólidas con las que cuenta Antena 3 para brillar durante la nueva temporada televisiva. En lo que respecta al aspecto visual del serial, encontramos una imagen majestuosamente tratada que transporta al espectador hasta la franja litoral almeriense gracias a la abundancia de luz natural y de sol.

Cabe destacar el acierto ha supone emplazar el rodaje de la ficción en Almería, un paraje poco explotado e inesperado, dotado de una singular belleza atípica, perfecto para desarrollar las tramas de este thriller que, sin lugar a duda, no dejará indiferente a nadie.

Estos detalles, junto al uso de localizaciones externas durante la mayor parte del episodio piloto, el trepidante ritmo del guión, el elaborado trabajo de montaje y a los señoriales planos aéreos y generales ofrecen una "ola" de aire fresco, así como toda una revolución al modo en el que se produce la ficción en nuestro país.