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El Festival de Eurovisión 2016 podría contar ya con un presentador. Así lo sugiere el medio sueco Aftonbladet, que afirma que Måns Zelmerlöw, el ganador del certamen europeo en 2015, ya habría aceptado la propuesta de SVT para conducir la gala.
Fuentes cercanas a Zelmerlöw confirman que solo hacen falta que se cumplimenten una serie de "formalidades" para que el cantante y presentador firme el contrato con la televisión pública sueca, entre ellas una serie de "exigencias" que el intérprete de "Heroes" ha propuesto a SVT.
Måns Zelmerlöw, el candidato favorito para presentar Eurovisión 2016
Las exigencias de Måns Zelmerlöw
Como buen divo que se precie, Zelmerlöw no ha dudado en poner sus condiciones a la televisión pública sueca para hacerse a cargo de la conducción del que, sin duda, será el evento europeo televisivo del año.
Entre estas "exigencias", Måns ha sugerido a SVT que lo que a él le interesa es ser presentador titular del Festival con todas las de la ley y no un simple corresponsal en la Green Room, como ya lo fue su compañero Eric Saade en 2013 o Conchita Wurst en 2015. Cabe destacar que ésta no sería la primera vez que Zelmerlöw se haría con la conducción de un espacio televisivo. El cantante sueco ya ha demostrado, tras años de dilatada trayectoria, que es capaz de ponerse al frente de un formato como Eurovisión.
Como es habitual, además de presentar, Måns habría exigido formar parte del espectáculo de manera activa cantando varios de sus temas en las semifinales y en la gran final del Festival en forma de popurrí, como ya hiciera la ganadora del año 2014 en Viena. Para ello, el cantante no quiere que se escatime en gastos y quiere que SVT le de carta libre para crear un número acorde a un verdadero "héroe".
Pese a todas estas exigencias, parece ser que la televisión pública de Suecia está tremendamente decidida en apostar por el ganador de la segunda edición de la versión sueca de 'Idol' para conducir la gala. Preguntado por este acuerdo entre SVT y el cantante, éste ha preferido hacerse el loco y guardar silencio, afirmando que prefiere "no contestar" a estos rumores, con una gran sonrisa.
