El mundo de la política española se puede enfrentar al que promete ser su "caballo de Troya". El pequeño Nicolás, cansado de sus apariciones televisivas contando sus experiencias como espía, ha decidido pasar a la acción y ahora busca alcanzar el puesto de Senador.
Francisco Nicolás sabe lo importante que es mantener la conexión con sus votantes y comparando su actuación con una conspiración de las que se narran en la serie 'House of Cards', o así al menos se demuestra con las informaciones que recoge El Mundo sobre la forma de nombrar los archivos que les envió, quiere actuar como ellos y conseguir cambiar el juego político: "el sistema me ha utilizado y me ha adoctrinado, pero yo no tengo ideología. Estoy cansado de la división entre izquierdas y derechas. Creo en la división entre lo que funciona y lo que no, y el Senado no funciona".Esta nueva intención de inmiscuirse en la actualidad va totalmente en serio, a pesar de lo que muchos puedan pensar. De hecho, Nicolás lanzará una encuesta online la semana que viene para decidir el nombre de su agrupación de una forma democrática. Una formación, que asegura, no estará formada por enchufados, y que se dedicará a reformar el Senado de arriba a abajo: "Son zombis políticos. Todos prometen reformar el Senado pero cuando llegan nadie lo hace. Quiero ser el caballo de Troya para suprimirlo desde dentro".
Así aparece en una de las fotos promocionales de su campaña
Sus promesas iniciales
Como todo político que se precie, el pequeño Nicolás sabe que tiene que tener propuestas en claro sobre lo que hacer para obtener los votos necesarios. Una de sus primeras medidas será reclamar a los partidos que conforman el juego político que al menos un 80% de sus nombres en las listas electorales tengan carrera universitaria y un master en gestión pública: "Hace falta otro sistema, que los partidos funcionen como una empresa".
Unas intenciones muy marcadas por los números a las que prestará mucha atención en esta carrera en solitario que pretende comenzar: "El Senado se gasta cada año 50 millones de euros y la mitad se destina a pagar sueldos de senadores. Eso no es viable". Con todas estas medidas, Nicolás espera convertirse en el terror de los "malos" políticos: "Sólo espero que los partidos me tengan miedo, que tengan miedo a perder el chollo".