Opinión: 'Cámbiame noche': un burdo intento de vender como novedad algo que no lo es

Telecinco estrenó el pasado 23 de septiembre una nueva versión de 'Cámbiame'. Tras el fracaso de 'Cámbiame premium', la cadena de Mediaset quiso trasladar el éxito del formato diario al prime time, creando lo que se vendió como una nueva versión del programa bajo la marca "noche". Nada más lejos de la realidad, pues visto el resultado durante la noche del estreno se puede decir que es exactamente el mismo programa que su versión de sobremesa, simplemente ubicado en un horario diferente.

'Cámbiame noche', inicialmente renombrado como 'Cámbiame top', presentó ayer a varios candidatos que expusieron en la pasarela las razones por las que creían que necesitaban un cambio de look, siendo poco a poco descartados hasta la aparición de Mercedes. La joven de 20 años emocionó al plató y a los espectadores con su conmovedora historia de superación, prestándose a un cambio importante en su aspecto físico.

Este primer programa de 'Cámbiame noche' cumplió en cuanto a contenido y show, pues tanto las historias en plató como todo el proceso de cambio funcionó muy bien, el problema viene cuando analizamos las variaciones introducidas en el formato para presentarlo como un programa nuevo. Telecinco creó una marca nueva en torno a este estreno y las expectativas no se vieron cumplidas, pues resultó ser más de lo mismo.

Mismo perro, con exactamente mismo collar

Cristina, Pelayo y Natalia repitieron como estilistas, y Marta Torné lo hizo como presentadora. Mismo plató, misma escenografía, distintos rótulos y grafismos. Esa fue la única variación que experimentó el programa respecto del original. Un cambio a tonos azules que ni siquiera se vio reflejado en las tarjetas que portaba la presentadora, manteniendo el logo rosa de 'Cámbiame'.

Ni Jorge Javier Vázquez ni elección entre varios famosos que optaran al cambio ni ninguna modificación que nos hiciera creer que estábamos ante un estreno. Un burdo intento de vender como novedad al espectador algo que no lo es. Mismo perro, con exactamente mismo collar. El resultado, un fracaso de audiencia, pues el público no es tonto y ha pillado el truco en este juego trilero de Telecinco.