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Después de un primer capítulo que no decepcionó a los fans tras la larga espera, llega la siguiente entrega con más aventuras de nuestro equipo de abogados favorito. 'How to Get Away with Murder' sigue imparable, como nos tiene acostumbrados, y las sorpresas se siguen sucediendo las unas a las otras. Repasamos todo lo sucedido.
Trío de ases
El caso de Nate está en su punto álgido, y Eve debe intentar salvarlo. Sin embargo, Annalise y la nueva abogada no pasan por su mejor momento, y las discusiones están a la orden del día. Entre unas cosas y otras, nada parece que vaya a salir bien en el juzgado. Las estrategias no están claras y, por si fuera poco, la fiscal es un hueso duro de roer.Emily Sinclair, de alguna manera, ha conseguido averiguar que las dos abogadas se conocían bien, y Eve intenta defenderse como puede, alegando que su relación de amistad se dio hace muchos años. La discusión se alarga demasiado, y la juez tiene que ponerles freno ante un debate acalorado, pero la fiscal desatará el caos cuando acuse a Annalise de colaborar con su amante en el crimen de su marido.
Tras quedarse Keating a gusto diciéndole a Sinclair lo horrible que era, queda al descubierto su temperamento frente a todos los allí presentes. Para colmo, la nueva estrategia elegida por Eve es acusarla del asesinato de su marido en medio de todo el mundo, aunque las acusaciones se van un poco al terreno personal, lo que no le hace ni pizca de gracia a la profesora y abogada. No obstante, tras un juicio muy lioso, Nate acabará siendo declarado un hombre libre.
Vuelven los hermanos
Al parecer, los hermanos adoptados acusados de matar a sus padres no sabían que su tía también había sido asesinada. Éstos cuentan que ambos estuvieron en casa durante la noche del crimen, pero todos sabemos que Caleb salió un rato, supuestamente a correr. Para colmo, el ADN del hombre es encontrado en el coche de su tía.
Wes, tras una triquiñuela aprobada por Annalise, consigue que Catherine confirme que su hermano sí que salió de la casa esa noche. Por fortuna, y con la ayuda de las habilidades informáticas de Oliver, el equipo descubre que la policía eliminó el informe previo del ADN en el coche de la tía, y así se lo hacen saber al fiscal en el juicio, el cual queda en evidencia. Tras esto, los hermanos se marchan a su casa, aunque la abogada no se muestre demasiado contenta ni confiada.
Las cosas parecen ir bien, al menos de momento, pero no podemos olvidarnos de esas escenas que transcurren dos meses después. En ella, vemos a Laurel, Wes y Michaela intentando llevarse a Connor, quien está en el suelo al lado de una Annalise que se desangra, y diciéndole que todo es su culpa. Pero esto no acaba aquí, porque la fiscal Sinclair, que se iba a ocupar a partir de ahora del caso de los hermanos, también aparece muerta y ensangrentada en esa misma mansión.
Próximo capítulo
El siguiente episodio, con el título "It's Called the Octopus", se emitirá el próximo 8 de octubre. En él, podremos comprobar cómo el caso de los misteriosos hermanos toma un giro inesperado que no le hará ninguna gracia a la abogada defensora.