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Cientos de casos médicos han sido los tratados por el personal del Grey-Sloan Memorial Hospital e incluso en algunos de ellos se han visto involucrados los propios doctores, pero si algo nos ha demostrado 'Anatomía de Grey' a lo largo de sus ya doce temporadas es que, a pesar de tantos capítulos, todavía tiene los recursos necesarios para poner los pelos de punta a los espectadores y conseguir emocionarnos con sus historias.
En este tercer capítulo titulado "I choose you", los guionistas vuelven a sorprendernos y a conmovernos cuando Karev se ve obligado a enfrentarse a uno de los casos médicos más complicados que ha tenido hasta el momento. Por su parte, una carta hará reflexionar a Maggie sobre su vida, mientras su hermana Meredith descubre que su nueva nómina no se corresponde con lo que verdaderamente se merece. Y April y Jackson comenzarán una guerra por su matrimonio, una situación que les llevará hasta el límite.
Tomar decisiones
Maggie recibe una inesperada carta en la que le comunican que ha sido invitada a la boda de Ethan, el radiólogo con el que estuvo saliendo durante seis meses y que no ha tardado mucho tiempo en encontrar a otra mujer que ocupe su corazón. Todo este asunto le hace reflexionar hasta tal punto que se da cuenta de que está sola y que su vida anterior se ha esfumado por arte de magia.
Cierto es que el alcohol ayuda a que Maggie desvaríe respecto a su vida, pero nos regala un divertidísimo momento junto a Meredith, Callie y Amelia en el que la cardióloga comienza a divagar sobre la desaparición del planeta tal y como lo conocía y compara a sus compañeras con aliens. Finalmente, ahogando sus penas en el bar, Maggie se encuentra con DeLuca y ambos terminan fundiéndose en un apasionado beso. ¿Cómo reaccionará Maggie cuando se le pase el estado de embriaguez?
Cuestión de valentía
Dejando de lado las preocupaciones de su medio hermana, Meredith descubre, gracias a las muecas de Maggie y Callie y, sobre todo, a la sinceridad de ésta última, que le han subestimado y el sueldo como nueva jefa de cirugía general es mucho inferior al resto de los jefes de departamento del hospital. Cuando aceptó el contrato propuesto por Bailey, Grey desconocía la nómina del resto y aceptó gustosa, sin embargo, ¿cómo debe proceder ahora que sabe que su sueldo no es justo en comparación con el de sus compañeros?
Mientras Meredith le da vueltas al asunto y trata de descubrir la cifra que cobran los otros jefes, Webber acude a hablar con Bailey para perdirle explicaciones por menospreciar a la doctora Grey. Bailey le confiesa que ha hecho eso para que Meredith espabile, ya que considera que el propio Richard ha estado mimándola desde la muerte de Derek y necesita saber que ella sola puede levantarse sin ayuda de nadie. Como Bailey esperaba, Grey reúne la valentía suficiente y se presenta en su despacho para pedirle el merecido aumento de sueldo.
El secreto de Jo
Todos sabemos la complicidad que existe entre Edwards y Jo (aunque su amistad nunca llegará a ser como la que en su día mantuvieron Cristina y Meredith), lo que hace que ambas se cuenten sus cosas y asuntos personales, entre ellos un gran secreto que Jo no quiere confesar a Álex. Cuando intenta contárselo a Karev no consigue decirle nada, más bien todo lo contrario, provoca que Álex se pase el día sospechando que Jo oculta algo y que probablemente sea que está embarazada.
Al final Jo logra decirle a Álex que encontró por casualidad unos papeles donde pone que Karev congeló algunos embriones junto con Izzie. Tranquilizado después de saber que no va a ser padre por el momento, Álex le explica que sí, que es cierto que en su día pensó en tener hijos con Izzie. Sin embargo, la noticia desagrada a Jo y ambos acaban discutiendo porque a la joven le preocupa que Karev no tenga planeado ningún futuro junto a ella.
Tras una larga jornada de trabajo en el hospital y después de haberse marchado en plena discusión, Karev regresa a casa dispuesto a conversar con Jo y aclararle las cosas. Claro que quiere tener hijos con ella al igual que un día quiso hacer lo mismo con Izzie, pero el pasado queda lejos ya y ahora sólo le importa formar una familia con Jo puesto que nadie mejor que ella para compartir su vida para siempre.
Separarse aunque duela
Jackson está cansado de compartir casa con April y de que ella piense que puede seguir actuando como si no hubiera pasado nada entre ellos. Decidido a que abandone el hogar, Avery le busca una habitación en un hotel, pero su todavía mujer no está dispuesta a tirar la toalla. Por su parte, Jackson tampoco se rinde y no va a consentir que April ocupe su salón por la fuerza, no es nada civilizada la separación que están teniendo pero los intereses de ambos son completamente distintos y ha llegado el momento de que cada uno vaya por su lado.
Después de varios ultimátum y de una fuerte discusión en la que Jackson le pide el divorcio a su mujer e incluso le amenaza con cambiar todas las cerraduras de la casa si continúa insistiendo en conservar el matrimonio, April descubre que, para su fortuna, puede seguir accediendo a la casa, pero al entrar se encuentra con que las cosas de su marido ya no están en su lugar, finalmente Avery se ha dado por vencido y ha optado por abandonar la casa, marchándose temporalmente al hogar de Bailey y Warren.
Fuerza de voluntad
El principal caso médico de este episodio corresponde a unos padres que llegan al hospital porque la mujer está a punto de dar a luz a dos bebés. El parto se desarrolla con normalidad pero los gemelos nacen con ictericia y, tras realizarles una serie de pruebas, Arizona y Karev descubren que ambos tienen tumores que están causando fallos multiorgánicos y si no hacen nada para solucionarlo morirán nada más haber nacido.
Como bien comunican a los padres, la única solución es un trasplante y, tras hacer las pruebas a los padres, sólo él resulta compatible, por lo que nada más podrán salvar la vida de uno de los bebés. Cuando la pareja empezaba a discutir reprochándose no haber hecho nada antes para descubrir que sus pequeños tenían un grave problema, Karev toma el control de la situación asumiendo todas las responsabilidades de elección. ¿Qué padres podrían elegir a qué hijo salvar? Poneros en su situación, poco debe haber más complicado y doloroso en la vida.
Mientras espera encontrar otro donante, Karev empieza un trabajo exhaustivo de investigación para comprobar qué bebé se encuentra mejor, pero sin llegar a ninguna conclusión. Finalmente, tras abrir a los dos bebés, Álex decide que el hígado es para la niña, para Emma. No obstante, Karev decide no rendirse y opera al pequeño Daniel para intentar salvarle la vida también. Lamentablemente no lo consigue, pero ver a Karev sujetando al bebé de esa forma, acompañándole en sus últimos latidos, nos demuestra que está hecho para ese trabajo, que el chico duro tiene el corazón más grande de todo el hospital.